En una conferencia virtual el fin de semana pasado para hombres de fe cristiana, Ben Roethlisberger reconoció que ha peleado contra vicios fuera del campo por varios años.
“No siempre es sencillo. La gente no se da cuenta que nosotros, los atletas, somos humanos”, dijo el quarterback de los Pittsburgh Steelers en plática con el ex jugador del equipo, Tunch Ilkin. “Cometemos pecados como cualquiera. Yo no soy diferente. Cometemos errores, nos hacemos adictos a las cosas, somos humanos. A veces creo que nos ponen en un pedestal en el que no podemos cometer errores. He fallado como cualquiera. He sido adicto al alcohol, a la pornografía, lo que no me convierte en el mejor esposo, tampoco en el mejor padre, tampoco en el mejor cristiano posible.
“Uno debe dedicarse a sí mismo y comprender que puedes salir de eso por la gracia de Dios cuando dice, ‘Escucha, eres lo suficientemente bueno para mí por cómo eres. No tienes que ser perfecto”, agregó Roethlisberger.
El evento, llamado ManUp Pittsburgh, es organizado anualmente po Urban Impacto en conexión con el coach de los Steelers, Mike Tomlin. De acuerdo a la misión del grupo, la conferencia de 90 minutos, celebrada virtualmente en el Día del Padre de este año, “anima y enseña a los hombres a ser líderes celestiales para sus familias y crea atención en el devastador impacto de la falta de paternidad de la juventud en la actualidad”.
Roethlisberger fue parte del programa más reciente, el cual incluyó a Tomlin y al ex manager de los Pittsburgh Pirates, Clint Hurdle. El quarterback está casado desde 2011 y tiene tres hijos con su esposa Ashley.
Roethlisberger discutió su jornada cristiana y agregó que fue bautizado hace tres años para reafirmar su primer bautizo.
“Ahora, más que nunca, es agradable ser cristiano, especialmente para los atletas profesionales. Una de las cosas que quiero decirles y a la gente es que puedo ser realmente un muy buen atleta y cristiano. No es una cosa o la otra. Puedo ser ambos”, recalcó Roethlisberger. “Quiero que eso lo sepan todos los jóvenes. Salgan y sean el major atleta possible y vean si pueden ser mejores cristianos y eso es lo que yo intento ahora. Me presiono a mí mismo para lograrlo. No siempre es sencillo”.
La fe de Roethlisberger siempre ha estado al frente en su vida. El pasador admitió que creció de forma distante durante su carrera como colegial e Miami (Ohio).
Más adelante, como quarterback en la NFL, fue acusado dos veces de agresión sexual y fue suspendido parte de la temporada 2010 por violar la política de conducta personal de la NFL.
Roethlisberger admitió a Ilkin que usó su plataforma para razones egoístas al inicio de su carrera, pero indicó que ha cambiado para ser menos egoísta tras reforzar su fe.
“El año pasado, tuvimos un receso de temporada complicado”, recordó el pasador. “Todo en lo que pensaba era en volver al campo y decía, ‘Dios, vas a darme toda esta redención. Voy a salir y probarle a todos que estaban mal. Voy a ganar un Super Bowl y vamos a darte toda la gloria. Este es mi año de regreso’, y en el segundo juego, se rompe mi codo. Ese fue Dios diciendo, ‘Espera. No es tu plan el volver. Debe ser mi plan’. Tuve que pisar el freno.
“Esas son las advertencias que nos da para decir, ‘Esperen ahora, no sean egoístas y lo hagan cuando quieran. Lo vamos a hacer cuando yo diga’”, agregó.
Roethlisberger dijo estar agradecido por la experiencia del año pasado con la lesión en el codo que puso fin a su temporada en un momento en el que tenía una relación cercana con Dios.
“Estoy tan agradecido de que la lesión sucediera en la etapa en la que estoy”, señaló el pasador de 38 años. “No sé si hubiera podido soportar algo así hace unos cinco, seis, siete, 10 años. Sé que mi fe no hubiera estado tan fuerte. Ahora sé de qué se trata, es fácil decir, ‘Hey, Dios, esto está en tus manos. Voy a entrenar lo más duro posible para volver al campo y cualquier cosa que tengas preparada para mí, estoy listo’”.