La diferencia entre Steelers y Cowboys es que Pittsburgh sabe cómo ganar

La gran diferencia entre un equipo ganador y un perdedor en la NFL se mide por pulgadas, centímetros y por ejecución física y mental.

Así, los Pittsburgh Steelers derrotaron 24-19 a los Dallas Cowboys, que ofrecieron su mejor versión de la temporada 2020, pero que fue insuficiente para quitarle el invicto a su rival en turno, por cometer errores y dejar puntos en la mesa en momentos clave.

“Es una reflexión de lo que somos capaces de hacer“, dijo el entrenador de los Cowboys Mike McCarthy. “En definitiva, estamos dando pasos en la dirección correcta las últimas dos semanas. Todos saben cuál es nuestro récord. También saben que estamos mejorando. Ahora necesitamos comenzar a ganar”.

Los Steelers hicieron lo que saben hacer: ajustar, ejecutar, anotar touchdowns y defender en momentos clave. Incluso, hasta se dieron el privilegio de fallar dos intentos de punto extra.

Ben Roethlisberger otra vez mostró por qué estará en el Salón de la Fama con su precisión, lectura de las defensivas y su agresividad, esa que le permitió terminar el partido a pesar de que era evidente que tenía dolor en la rodilla izquierda.

Ni así, los Cowboys pusieron presión constante al quarterback de Pittsburgh, que comenzó a jugar en la segunda mitad como una maquinaría bien aceitada y a tomar lo que la defensiva de Dallas le ofrecía.

Por ejemplo, en el último cuarto, Roethlisberger se dio cuenta en la línea que los esquineros de los Cowboys dieron un “colchón” (separación) de 10 yardas a los receptores, tal vez preocupados por su velocidad.

Roethlisberger comenzó a lanzar corto, incluso a la línea de golpeo y con ayuda de la falla en el tacleo de Dallas, sus ganancias se maximizaron.

En el último touchdown, el que marcó la diferencia, el quarterback de los Steelers se dio cuenta de que podía atacar al esquinero Savion Smith, quien entró a suplir al lastimado Trevon Diggs sin estar siquiera nombrado en el roster de los Cowboys la semana pasada. Allí, Roethlisberger marcó la diferencia.

La defensiva de Dallas ha mejorado, sobre todo en su nivel de energía y fundamentos, pero hace falta mayor consistencia para vencer a los buenos equipos. En la serie del touchdown ganador de los Steelers, los Cowboys cometieron tres castigos que resultaron en primero y 10 y sobre todo, permitieron que Pittsburgh recorriera 79 yardas en seis jugadas.

“Vamos por el camino correcto”, consideró el linebacker de los Cowboys, Jaylon Smith. “Aún tenemos que seguir escarbando y cuidar los pequeños detalles que nos están costando los partidos”.

Los Steelers tuvieron que trabajar más de lo que muchos imaginaron, pero, al final del día, tienen marca de 8-0 por vez primera en su historia.

“Aquí no hay victorias morales”, dijo el corredor Ezekiel Elliott, quien liga nueve juegos sin llegar a las 100 yardas por primera vez en su carrera. “Tenemos que encontrar la manera de ganar”.

Gran mención honorífica en la derrota para el quarterback de los Cowboys, Garrett Gilbert, quien abrió su primer partido en su carrera de seis temporadas y siete equipos en la NFL y un año después de jugar futbol americano arena.

Gilbert lució en control de la ofensiva, mantuvo el ritmo, distribuyó el balón y jamás evidenció pánico escénico, quizá porque alguna vez ya tuvo que entrar al relevo como suplente en su primer año con la Universidad de Texas en un juego de campeonato nacional ante cerca de 100,000 personas.