En sólo 32 segundos, los Buffalo Bills y los Arizona Cardinals demostraron por qué no dudaron en aceptar a Stefon Diggs y a DeAndre Hopkins, respectivamente, sin importar el precio para adquirirlos en cambios que han cumplido con las expectativas.
Se dice, y con razón, que los jugadores estrella hacen las jugadas en el momento más importante y Diggs y Hopkins así lo demostraron, pero un equipo tenía que ganar y fueron los Cardinals, gracias, en gran medida, a Hopkins, quien dio el triunfo a Arizona con una soberbia recepción en un Hail Mary en las diagonales y en medio de tres defensivos con dos segundos en el reloj, luego de que Diggs parecía haberle dado la victoria a Buffalo con otra habilidosa recepción cuando el reloj marcaba 34 segundos para el final del encuentro.
Los Cardinals cedieron una selección de segunda ronda en el draft de 2020 y una de cuarta ronda en 2021 en una negociación que, además de un inicio de 0-4 en temporada regular, influyó para que Bill O’Brien fuera despedido como coach y gerente general por los Houston Texans.
En varias ocasiones desde que era parte de los Houston Texans, Hopkins presumió su habilidad para atrapar el ovoide y la recepción del pase Hail Mary de Kyler Murray para arrebatarle la victoria a los Bills es sólo una muestra más de su capacidad y calidad.
Cada vez que Hopkins atrapa el ovoide, se comprende menos el cambio que los Texans hicieron Arizona.
La recepción en el pase desesperado de Murray con dos segundos en el reloj para llevarse la victoria sobre Buffalo es el primero en la NFL desde que Aaron Rodgers lanzó se conectó en un Hail Mary con Richard Rodgers para darle a Green Bay un triunfo de último segundo sobre Detroit.
La desesperación de Murray se dio porque, 30 segundos antes, parecía que los Bills se llevarían la victoria luego de que Josh Allen lanzó un soberbio envío a las diagonales a donde sólo Diggs podía atraparlo con la marca del defensivo justo en su espalda.
Allen y los Bills necesitaban a un receptor que les abriera el campo en el juego áereo y se complementara con la habilidad de Cole Beasley para atrapar envíos por el centro el campo y lo consiguieron con Diggs.
En 2019, el líder receptor de los Bills en yardas por recepciones y touchdown terminó 1,060 y seis, respectivamente. En 2020, Diggs proyecta terminar con 1,440 y seis anotaciones. Los Bills dieron a los Minnesota Vikings una selección de primera ronda en el draft 2020 y otra de quinta en el reclutamiento de 2021 y hasta ahora, la inversión ha rendido frutos.
En un principio, Hopkins llegó a Arizona para hacer pareja con Larry Fitzgerald y ayudar en el desarrollo de Murray como pasador. En Buffalo, Diggs llegó para reforzar a la ofensiva de los Bills y reforzar su etiqueta como contendientes.
Ambas tareas se han cumplido.
Ante Drew Brees, ninguna ventaja es segura
La percepción es que Drew Brees no es el mismo quarterback de poderoso brazo que destrozaba perímetros a discreción y en alguna medida, es la realidad, pero atrevido o con estilo más conservador, el quarterback cumple con su trabajo como en sus mejores momentos.
En la actual temporada, los Saints han estado abajo en el marcador por al menos 10 puntos en cuatro ocasiones y en todas han logrado recuperarse para llevarse el triunfo.
En la Semana 4, en Detroit, los Saints perdían 14-0 y se llevaron el triunfo por 35-29; en su siguiente duelo, ante los Chargers, caían 20-3 y ganaron en tiempo extra por 30-27 y en la Semana 8, luego de ir abajo 13-3, vencieron 26-23 a Chicago.
La victoria sobre los San Francisco 49ers con pizarra de 27-13 es ejemplo más reciente de la capacidad que tienen los Saints para, sin ser el equipo explosivo que fueron hasta 2019, sumar triunfos contundentes.
De hecho, Brees hizo el trabajo sólo en medio partido, pues ya no jugó la segunda mitad del encuentro por un golpe en las costillas.
Los 49ers estuvieron 10-0 arriba en la pizarra al inicio del segundo cuarto y pese a que su ofensiva sólo sumó ocho yardas en el primer periodo, Brees guió a su ataque a anotar en tres series consecutivas, la primera con un gol de campo, para remontar a los Saints, que ya nunca miraron atrás para derrotar a San Francisco.
Los Lions y el arte de sufrir
Si de sufrir se trata, los juegos de los Detroit Lions son los indicados.
Nada parece ser fácil para los Lions y así sucedió en su victoria de último segundo por 30-27 sobre Washington con el gol de campo de 59 yardas de Matt Prater.
Los Lions suman cuatro victorias y tres se han dado de forma dramática al anotar los puntos del triunfo ya con el reloj en ceros en tiempo regular.
En la Semana 3, Prater conectó un gol de campo de 39 yardas para que Detroit venciera 26-23 a Detroit; en la Semana 7, Matthew Stafford lanzó un pase de touchdown de 11 yardas a T.J. Hockenson para empatar el marcador y Prater conectó el punto extra parsa que los Lions vencieran 23-22 a Atlanta y la victoria más reciente, sobre Washington.
Si Detroit supera cuidar ventajas claras en el marcador, los Lions estarían en la conversación para los Playoffs. En la Semana 1, los Lions dejaron escapar una ventaja de 23 puntos al inicio del cuarto periodo y cayeron ante Chicago y en la Semana 3, cayeron ante los Saints luego de estar 14-0 arriba al inicio del segundo cuarto.
De haber sabido manejar esas ventajas, los Lions serían firmes candidatos a Playoffs y hasta a ganar la NFC Norte.
Por cierto, el gol de campo de Prater de 59 yardas en el triunfo sobre Washington es el cuarto más largo para ganar un juego sin tiempo en el reloj en la historia de la NFL, detrás del de 61 yardas de Jake Elliott en 2017 (vs. Giants), el de 62 yardas de Matt Bryant (2006 vs. Eagles) y el de 63 yardas de Tom Dempsey (1970 vs. Lions).
ESPN Stats & Information contribuyó a este reporte.