El analista de draft para ESPN, Todd McShay, explica cómo el quarterback de los Chiefs le abrió los ojos hacia aspectos de la evaluación que antes no tomaba en cuenta
Las cintas de Patrick Mahomes de cara al Draft 2017 de la NFL infundían temor. Estaban repletas de pases fuera de balance, mecánica sesgada, lanzamientos recargados, derivaciones y mucha improvisación. Su trabajo de pies era frenético; no se metía consistentemente en el pase hacia su objetivo; Lucía más como un shortstop lanzando una pelota de béisbol a lo ancho del diamante que un potencial quarterback franquicia de primera ronda.
Típicamente, se sabe cuándo un pase será completo solo por ver lo que sucede cuando sale de las manos del quarterback. Muchas de las cintas de Mahomes de sus días en Texas Tech muestran la mecánica que usualmente asocias con un pase incompleto. Aquí está la cosa: Seguía completando consistentemente esos pases. He estado calificando a quarterbacks para el draft de la NFL desde 1999, y nunca he visto resultados tan tremendos de manera consistente para un quarterback con una mecánica tan inconsistente. Puedo decir, con toda confianza, que nunca he tenido una evaluación de quarterback más complicada que el reporte sobre Mahomes en el 2017, gracias a esa diferencia.
La evaluación de Mahomes, y su grandeza a pesar de su mecánica, todavía posee gran significado para mí. ¿Por qué? Fundamentalmente cambió el modo en que evalúo a los quarterbacks para el draft.
Si has estado siguiendo a la NFL por los últimos cuatro años, o si de casualidad prendiste el televisor para la alocada victoria de domingo por la noche de los Kansas City Chiefs en la prórroga sobre los Buffalo Bills en la Ronda Divisional de los playoffs, saben que no mucho ha cambiado con Mahomes. Está entre los mejores quarterbacks de la liga, a pesar del hecho de que rara vez lo vemos lanzar con la clase de mecánica tradicional que se pensó llevaba al éxito profesional. Realiza pases increíbles que no parecen posibles, y los realiza todo el tiempo. Mahomes me ha demostrado que el resultado es al final lo que importa, sin importar si está allí la mecánica de un quarterback prototipo.
Las cintas de Mahomes del 2017
Hasta que llegó Mahomes, diría que un 90 por ciento de lo que buscaba en las cintas de un quarterback sucedían antes de que el ovoide saliera de su mano, y yo era bastante rígido con eso. Trabajo de pies apropiado en el bolsillo. Retrocesos limpios desde el centro. Meterse en el pase hacia el objetivo. Usar las caderas y completar el movimiento. Lanzamiento típico sobre la cabeza. Los quarterbacks exitosos de la NFL eran los que lanzaban desde una sólida base, vinculaban los ojos con los pies, y jalaban del gatillo con un desprendimiento limpio. Todo se trataba del proceso, y era lo que se insistía por parte de coaches, visores, evaluadores de quarterback y, bueno, los mejores quarterbacks en la liga. Los quarterbacks mejor calificados eran pasadores de bolsillo con mecánica excelente.
Recuerdo claramente iniciar la evaluación final sobre Mahomes y observar tres partidos justo antes del Combinado de Talento. Su cinta era diferente a todo lo que había visto. Recibía el centro, e inmediatamente empezaba a derivar hacia atrás sin ningún motivo en particular, lanzando con el brazo inclinado y fuera de balance. Te provocaba vergüenza hasta que veías el pase conectar en un perfecto lanzamiento vertical.
Respecto a la precisión, escribí en mi reporte previo al draft: "[Mahomes] demuestra un toque excelente, trayectoria, y colocación del balón en lanzamientos verticales. Uno de los mejores pasadores profundos en su clase. Completa un montón de pases desde ... puntos de lanzamiento fuera de balance. Pero, también falla por completo en demasiados objetivos descubiertos porque su mecánica está dispersa por todos lados. Rara vez lanza desde una base balanceada, se mete al pase hacia su objetivo, y transfiere su peso de atrás hacia adelante".
En términos de potencia en el brazo y desprendimiento, mi reporte, "Puede latiguear con la muñeca y entregar un pase recto profundo hacia las bandas (y puede hacer lo mismo más allá de 50 yardas campo abajo). Acomoda el balón en ventanas ridículamente estrechas. El punto de desprendimiento está disperso por todos lados, lo que puede ser bueno o malo. Se muestra muy cómodo tirando desde diferentes ángulos del brazo, pero también se vuelve innecesariamente desprolijo con su mecánica. Su mecánica de pase natural es por arriba de la cabeza, pero frecuentemente lanza de lado (y ocasionalmente lanza con un estilo submarino)".
Y finalmente, respecto a su presencia en el bolsillo: "Extiende muchas jugadas con los pies, y brilla después de que se colapsa la jugada inicial ... Muestra un tacto natural para sentir la presión, pero su disciplina en el bolsillo es pobre en este punto. Frecuentemente, se rinde y escapa demasiado rápido y tiene una tendencia fuerte hacia derivar, incluso cuando no hay presión. Necesita ser más consistente en escalar el bolsillo contra la presión perimetral".
Notarán que hay muchos peros allí. Y así era su evaluación: mucho con comparar una mecánica pobre desde un punto de vista tradicional con resultados increíbles. En su temporada del 2016 en Texas Tech, Mahomes tiró para más de 5,000 yardas, completó el 65.7 por ciento de sus lanzamientos, tiró 41 pases de touchdown, y fue interceptado en 10 ocasiones, además de que añadió otras 12 anotaciones por tierra. También, logró un Total QBR de 82.5, y lideró al fútbol americano colegial en puntos esperados añadidos.
Desde el inicio del proceso, tuve una calificación de segunda o tercera ronda sobre Mahomes. No creí que estuviera listo, y no podía dejar de lado las carencias en su mecánica. Pero, lentamente corregí el rumbo, enfocándome más en los resultados de los pases que en los pases en sí. Era una premisa nueva, pero Mahomes era diferente. Al final, se ganó una calificación en su evaluación de 85, y cerró en el puesto N° 44 en mi tabla general; fue el tercer quarterback, detrás de Mitchell Trubisky y Deshaun Watson. Y sí, la mayoría en la industria sentía preocupaciones respecto a Mahomes, pero a los Chiefs les gustó lo que vieron lo suficiente como para canjear para ascender al décimo puesto en el orden y elegirlo como su titular futuro.
Eso, por supuesto, tiene que ver contra parte importante de todo: Mahomes llegó al sitio correcto. No se puede contar con que suceda eso, pero ha funcionado idealmente para él y para Kansas City. Mi reporte de evaluación tocó eso, también, señalando, "Sería en su mejor interés sentarse y aprender como novato, al tiempo que realiza una transición de gran magnitud desde una ofensiva [en Texas Tech] que presenta un libro de jugadas pequeño, lenguaje limitado para el llamado de jugadas, y responsabilidad mínima para el quarterback previo al centro". Recuerdo charlar con Mahomes durante la pretemporada de su año de novato respecto a mi evaluación de él, y él reconoció cuán perfecto se le fueron dando las cosas. Tenía la oportunidad de aprender del coach Andy Reid y el quarterback veterano Alex Smith, y eso redituó.
¿Cómo han cambiado las cosas?
Mahomes lleva cuatro temporadas con nivel de élite después de sentarse en ese año de novato. Obtuvo el premio a Jugador Más Valioso de la temporada en el 2018 tras lanzar para 5,097 yardas y 50 pases de touchdown. Luego, ganó un premio como Jugador más Valioso del Super Bowl para los campeones Chiefs al término de la campaña del 2019, y condujo a Kansas City de regreso al Super Bowl (una derrota ante los Tampa Bay Buccaneers) al año pasado.
Finalmente, lanzó para 4,839 yardas y 37 touchdowns en la pasada campaña, aunque todos nos preguntamos si la NFL lo había descifrado al punto de media temporada. Kansas City inició con marca de 3-4, y Mahomes no fue capaz de conectar campo abajo con la facilidad de antes contra coberturas defensivas que mantuvieron a dos safeties en lo profundo. No hubo problema. Mahomes se adaptó, finalizando en el Top-5 en Total QBR por cuarto año consecutivo, y liderando a los Chiefs al Juego de Campeonato de la AFC (y podría no parar allí).
El éxito continuo y la habilidad de conectar en esos lanzamientos no estandarizados de modo consistente me hicieron reconsiderar cómo evalúo la posición, y mi mentalidad de visor absolutamente se modificó. Sí, sigo buscando el probado trabajo de pies y mecánica de desprendimiento que típicamente lleva al éxito al siguiente nivel, y eso es lo más importante. Pero, también sé que eso no debe ni puede ser todo. Mahomes me abrió los ojos en ese sentido.
De hecho, lo que fue visto como un problema potencial en su reporte es ahora su fortaleza. Sí, Mahomes todavía posee una pobre disciplina dentro del bolsillo. Todavía empieza a derivar, y escapa del bolsillo prematuramente. Y por momentos, sigue lanzando fuera de balance, inclinándose al lado contrario del objetivo y con diferentes ángulos de brazo. Pero, puede hacer tantas cosas asombrosas cuando enfrenta situaciones irregulares y con su cuerpo contorsionado. Por ello, su inclinación corporal o el ángulo de su brazo no importan. Mahomes posee la habilidad única de colocar el ovoide donde necesita estar, pese al desastre. Muchos otros no pueden, y Mahomes hace cosas dentro del caos mejor que cualquiera otro en la NFL.
Por lo tanto, he modificado el modo en que evalúo a los quarterbacks en los años recientes, mirando un poco más el resultado final que en el pasado. Trabajo de pies, presencia en el bolsillo y una mecánica de lanzamiento pulcra importan bastante, pero la habilidad de un quarterback de encontrar el éxito incluso cuando el proceso no es adecuado es extremadamente importante.
¿Quién le ha seguido, y quién se ajusta al molde en el 2022? No pasó mucho tiempo para que llegara otro quarterback con cualidades similares. Kyler Murray de los Arizona Cardinals provenía de un sistema ofensivo colegial similar (Oklahoma) y poseía los mismos antecedentes de béisbol. Se movía de modo similar atrás de la línea de golpeo, lanzaba fuera de balance y desde diferentes ángulos de brazo, y muchas veces no establecía sus pies. En su reporte de evaluación del 2019, escribí, "Muestra toque natural y anticipación como pasador, tirando con precisión desde una variedad de ángulos de brazo. Realmente brilla en los pases fuera de balance, pero se mete en problemas cuando se cae de los lanzamientos, típicamente, cuando se colapsa el bolsillo".
Murray finalizó con una calificación de 90 para mí en el 2019 (cinco puntos por arriba de lo que le di a Mahomes en el 2017) y era mi quarterback mejor clasificado en la clase de ese año, el jugador N° 9 global. Su juego también tenía gran improvisación y no siempre era lindo, pero como Mahomes, tenía resultados. Murray fue el primer recluta global de ese año, y desde entonces, ha sido uno de los mejores quarterbacks de la NFL, cuando ha estado sano.
Luego, estuvo Jordan Love en el 2020, quien terminó siendo seleccionado por los Green Bay Packers en el turno N° 26 después de un canje para ascender en el orden. Le puse una calificación de 90, y era mi jugador N° 20 en general. Eso fue más alto que la mayoría con respecto a él, y no estoy seguro de que me hubiera resultado tan alto antes del año de Mahomes. El reporte de Love decía, "Trabajo de pies inconsistente lleva a algunos pases fallidos. Habiendo dicho eso, posee un techo bastante alto y destella sobresaliente potencial en su cinta. Crea y lanza fuera de plataforma tan bien como quien sea en su clase. Puede bajar el ángulo de su brazo y ajustar su punto de punto de desprendimiento para evitar la presión. Y posee la potencia en el brazo para lanzar en ventanas cerrada". Está por verse lo que puede hacer Love a nivel profesional, pero lecciones de la evaluación de Mahomes jugaron un rol en el modo en que observaba a Love cuando salía de Utah State.
Más recientemente, las cintas de Zach Wilson de BYU compartieron características con lo de Mahomes, aunque quizás no a la misma escala que Murray, o incluso Love. La evaluación de Wilson señalaba, "Una de sus mejores cualidades es su habilidad para extender jugadas. Posee los instintos y la agilidad para crear después de que se colapsa la jugada inicial, y también hace un gran trabajo de ajustar los ángulos de su brazo para generar ventanas de pase. Su habilidad para desmarcar a los receptores con sus pases también destaca, con Wilson mostrando un toque por arriba del promedio en pases en contra de las coberturas de zona". Wilson fue el segundo recluta global para los New York Jets en el 2021, y era mi prospecto N° 4 en general.
Por lo que respecta a la clase del 2022, nadie realmente se ajusta al molde. He estudiado con consistencia a los siete mejores prospectos --Kenny Pickett (Pittsburgh), Matt Corral (Ole Miss), Malik Willis (Liberty), Desmond Ridder (Cincinnati), Sam Howell (UNC), Carson Strong (Nevada) y Bailey Zappe (Western Kentucky)-- y ni siquiera los veo en el mismo vecindario, para hacer una comparación. Howell posee algunas cualidades similares; lanza fuera de balance con buena trayectoria y posee la potencia en el brazo para hacer llegar el balón campo abajo sin mucha transferencia de peso, pero carece de la anticipación de Mahomes. Willis podría ser un poco más cercano a lo que hablamos aquí --sus pases fuera de plataforma tienen ese factor "wow"--, pero incluso los resultados no siempre han estado allí (aunque con un elenco de apoyo más limitado en Liberty).
Mahomes está, al final, en una categoría por sí solo, y los quarterbacks como él no llegan muy a menudo. Pero, es un recordatorio de que sí pueden llegar, y que la posición ha cambiado bastante en una década. Crea magia en el bolsillo, sintiendo y eludiendo la presión con una agilidad en el área corta sobresaliente, localizando a su receptor al mantener la vista campo abajo, y entregando el ovoide con la trayectoria y velocidad correctas, a pesar del ángulo de su brazo. Su cualidad única es la habilidad de mantenerse bajo control cuando todo se colapsa a su alrededor, y colocar el balón perfectamente, sin importar desde qué posición. Es notable.
Este domingo, intentará sellar su tercer pasaje al Super Bowl en cuatro campañas, y esperamos ver más pases increíbles de él en el Juego de Campeonato de la AFC en contra de los Cincinnati Bengals. No serán los retrocesos y pases por arriba de la cabeza de libro de texto, y estoy seguro de que veremos bastantes envíos técnicamente imperfectos. Pero, también estoy seguro de que dará en el blanco más veces de las que no, y realizará pases que la mayoría de quarterbacks de la NFL no pueden lograr.
La mayoría de las veces, una mecánica pobre significa una señal de caución. Pero, la lección para los evaluadores es que no siempre tiene que ser así.