Tras la tempranera expulsión al entrenador Lucas Pusineri, quien le había protestado un supuesto penal, el controvertido árbitro Fernando Espinoza continuó con su polémica actuación y dejó a Atlético Tucumán con nueve futbolistas ante San Lorenzo, porque envió a las duchas a Ignacio Maestro Puch y a Guillermo Acosta en menos de un minuto, antes del cierre de la etapa inicial.
Luego de corroborar su decisión en el VAR, el colegiado, de 39 años y que debutó en 2015 la máxima categoría, corrigió su fallo y cambió amarilla por roja hacia el juvenil delantero tucumano, quien en una disputa sobre la mitad de la cancha le apoyó los tapones a Vombergar sobre el tobillo derecho, a los 43.
Enajenado por la resolución final, el "Bebe", capitán e histórico del Decano, corrió desesperadamente y le recriminó con insultos cara a cara, ganándose también el cartón colorado a los 44 en el estadio José Fierro.
Ya a los 7 del complemento, Gastón Hernández, defensor del Ciclón, emuló al número 9 del conjunto local, llegó tarde ante el volante Renzo Tesuri y achicó la diferencia númérica, dejando con 10 a su equipo, en una jugada que también generó controversia.