<
>

Enzo Pérez tuvo su emotiva noche de despedida en Santiago del Estero

SANTIAGO DEL ESTERO -- La noche de este viernes 22 de diciembre estaba destinada a ser la noche de Enzo Pérez. Ni la avasallante victoria de River ante Rosario Central, por el Trofeo de Campeones, le sacó el protagonismo. Tampoco el emotivo festejo con Jonatan Maidana. Ni la nueva demostración de Nicolás de la Cruz, que deja Núñez como el mejor jugador del fútbol argentino. Menos los destellos de crack de Claudio Echeverri.

Desde que en la previa del encuentro trascendió que se trataba de la última función del capitán, las conversaciones entre hinchas del Millonario se tornaron monotemáticas. Que cómo reemplazar a Enzo. Que cuál es el recuerdo favorito. Que qué increíble que un fanático como ellos haya llegado tan lejos. Demasiado lejos. Que cómo que tenés que irte, si recién te vi llegar.

Y los hinchas que colmaron el Estadio Único Madre de Ciudades lo dejaron claro desde el primer momento, ovacionando tres veces al mendocino durante la entrada en calor, y pidiéndole su continuidad al ritmo de Enzo es de River, de River no se va.

En una última gran muestra de vigencia, el ex Deportivo Maipú, Godoy Cruz, Estudiantes, Benfica, Valencia y, claro, la Selección Argentina la rompió. Fue el primer pase, contuvo como si fuera un pibe los aislados ataques del Canalla cuando la voracidad ofensiva de sus compañeros dejaba descubierta y expuesta a la defensa, situación que también reclamó, y se despidió a lo grande.

Carteles, saludos y cánticos acompañaron a Enzo (si es nene, ponele...) durante toda la noche, en la que festejó el 2 a 0, obra de Nacho Fernández, junto a Jonatan Maidana, otro de los referentes que partía. Y justamente a Joni, uno de sus más fieles laderos, le entregó la cinta de capitán, cuando lo reemplazó a los 84 minutos, en el momento más emotivo de la noche.

Mientras Nicolás de la Cruz quedaba, por segunda vez en el partido, a punto de despedirse con un golazo de tiro libre, el volante de 37 años saludaba, uno por uno, a sus compañeros, que lo esperaban en fila en el banco de suplentes. Llamó la atención el no-intercambio con Martín Demichelis, que entendió que no era el protagonista y se limitó a aplaudir a su capitán.

¿El tan comentado cortocircuito de mitad de temporada es uno de los motivos de su salida? Quizás, pero Enzo siguió adelante y fue clave hasta el último partido, coronado con su décimo título en el club de sus amores.

Luego, en los festejos, Leandro González Pírez lo levantó en hombros, mientras sus otros compañeros lo felicitaban en ronda, y antes de levantar el trofeo, nuevamente junto a Maidana -compartir esos momentos es una fija desde la era Gallardo-, hasta recibió un premio como el mejor jugador de la temporada, probablemente un galardón a la trayectoria y, por qué no, al sentido de pertenencia.

Donde continuará su carrera es un misterio. ¿La vuelta a Estudiantes? ¿El último paso en Deportivo Maipú? ¿Una experiencia en Inter Miami con Lionel Messi? ¿El reencuentro con Marcelo Gallardo en Al-Ittihad? Seguramente el 24 quiera festejar que, con una mano en el corazón, cruzado por la banda roja, le puso fin a la etapa más movilizante de toda su vida.