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Barcelona, en alerta máxima en Kiev y a la espera de concretar la llegada de Xavi

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BARCELONA -- El Barcelona mira con tanta esperanza como urgencia al futuro inmediato, esperando a concretar el fichaje de Xavi, y centrando en un partido que puede marcar la temporada. No ganar en Kiev le dejaría en una posición desesperada en la Champions, algo no recordado alrededor del Camp Nou a estas alturas, y acude a esta suerte de examen final con un equipo bajo mínimos, acosado por las ausencias y necesitado de recuperar la autoestima.

Con el futuro deportivo de Sergio Agüero en el aire, con Messi disparando desde París y suspirando por reencontrar su propia personalidad, el equipo azulgrana jugará su segundo partido con Sergi Barjuan en el banquillo con la buena noticia de la recuperación de Ansu Fati, de Ronald Araújo, Frenkie de Jong y... Ousmane Dembélé, de cuyo regreso se alegró especialmente el entrenador interino: "Lleva varios meses fuera del terreno de juego y hay que tener cuidado, pero es de agradecer que quiera ayudar al equipo en un momento tan delicado para el club".

Momento delicado como pocos en los últimos años atendiendo a un equipo que se descuelga en la Liga como no se recordaba desde 2002, que solamente marcó 3 goles en los últimos cuatro partidos, que recibe gol al primer remate a la portería de Ter Stegen y que crece a trompicones en un centro del campo que ha descubierto a jóvenes desenvueltos como Nico y Gavi, que siguen la estela de Pedri, tal como se atasca en las dos áreas... Lo que a fin de cuentas marca la realidad de un equipo.

El Barça encaja con tanta facilidad como dificultad le supone marcar. A estas alturas de la temporada el equipo azulgrana sumaba el año pasado 35 goles que ahora son 17. De 14 partidos jugados se quedó cinco sin marcar y en otros cinco solo fue capaz de anotar un gol, sirviendo para una sola victoria, la de Champions frente al Dynamo en el Camp Nou.

El drama de este Barça se concreta en que, derrotado en sus tres últimos desplazamientos (Rayo, Atlético y Benfica), aún no ha sido capaz de ganar lejos del Camp Nou, habiendo empatado (Bilbao y Cádiz) en sus dos primeras salidas y que en esos cinco partidos, en 450 minutos, solamente haya sido capaz de marcar un gol, en el primero de todos ellos (Memphis en San Mamés), sin volver a hacerlo en los posteriores cuatro encuentros.

SIN EXCUSA

El club tiene la intención de cerrar la incorporación de Xavi como nuevo entrenador el jueves. Consciente de tener que dar un paso al frente y tratar directamente con el Al-Sadd las condiciones de la salida del catalán del club catarí, la interinidad de Sergi Barjuan vivirá un examen final y mayúsculo en Kiev, donde su equipo no tendrá ninguna excusa, atendiendo a que hace menos de un año, en ese mismo estadio venció por 0-4.

Sergi, que dotó al equipo de más orden y mayores ideas en el partido del Alavés, se encuentra en un escenario inesperado pero al que no teme. "Cualquiera querría estar en mi situación", llegó a aventurar este lunes en la sala de prensa por más que su permanencia tiene fecha de caducidad.

El sábado, en Vigo y muy probablemente con Xavi Hernández siguiendo el partido desde el palco, el que fuera lateral del Dream Team se despedirá con la tranquilidad de haber hecho todo lo posible por resucitar a un Barça atrapado en un callejón y que busca desesperadamente una salida: la salida de los goles que le devuelva un mínimo de paz. A todos los niveles