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River hizo los deberes: derrotó a Táchira y terminó como el mejor primero de la Libertadores

Meta cumplida. River Plate, ya clasificado, le ganó 2-0 a Deportivo Táchira en el Monumental, en la sexta y última fecha de la fase de grupos de la CONMEBOL Libertadores. Así la hizo completa: finalizó puntero de la zona H de la Copa y se convirtió en el líder de la tabla general, siendo el mejor de todos los primeros.

El duelo era clave para el local. Un triunfo del equipo de Martín Demichelis le iba a permitir ser el mejor de los primeros de la fase de grupos, ya que antes de empezar se enteró que Palmeiras solo igualó de local con San Lorenzo, en otra zona, y ya ningún equipo podía superarlo en la tabla general. Con el triunfo consumado, River podrá definir todas las series de local hasta la final, que tendrá lugar en Buenos Aires en un estadio aún a designar por la CONMEBOL.

Por su parte, Táchira, ya eliminado de la Libertadores, tenía una chance muy remota de acceder a la Sudamericana, aunque debía golear al Millonario y que Libertad perdiera ante Nacional en Paraguay. Con su caída, se despidió de todo, ya que le tocó justo el cierre contra el Millonario, que cerró la fase inicial con 16 puntos y +9 de diferencia de gol.

Por el desgarro de Leandro González Pirez, el DT, que recibió varios silbidos al ser nombrado por la voz del estadio, decidió poner a Sebastián Boselli en su lugar, formando dupla central con Paulo Díaz. Y utilizó un once inédito. Además, incluyó a tres puntas: Pablo Solari, Miguel Borja y Facundo Colidio, con el creador clave, el juvenil Claudio Echeverri. Pero pese a la diferencia de jerarquía, River, si bien dominó, atacó y tuvo chances claras de gol, no pudo romper el cero en la primer mitad.

Le faltó el oportunismo de sus delanteros, poder cerrar bien alguna jugada. A los 47 minutos, en el tiempo agregado de la primera parte, todo River reclamó penal a Miguel Borja, por falta de Jean Gutiérrez en el área, que el árbitro no convalidó. Eso le dio un desenlace caliente y así se marcharon a los vestuarios, con las dudas y los murmullos de varios, que creían que por entonces el Millonario ya estaría ganando sin problemas.

En los dos cruces contra Nacional y ante Libertad, el equipo de Demichelis había marcado siempre algún gol en el primer tiempo y esta situación de no poder marcar en los primeros 45 minutos también la había vivido en el debut, en Venezuela, también frente a Táchira. Pero la visita no resistió más y River abrió la cuenta en la fría noche de Núñez gracias a Borja, ya que el colombiano puso el 1-0 a los 51 minutos. La acción la armó Echeverri, el Diablito se la dio a Solari y éste asistió al Colibrí para que volviera a ser el arma goleadora del Millonario.

Siguió llegando el dueño de casa al área rival, inclinando otra vez la cancha hacia el otro arco. Demichelis realizó algunos cambios y fue Ian Subiabre quien generó un ataque, se la cedió a Borja, quien fue derribado por el citado Gutiérrez a los 72, que significó la expulsión para el defensor venezolano. Así le aportó más tranquilidad a River y a su gente, más allá de no podía aumentar la ventaja en el marcador. Eso lo logró recién a los 85, con otro gol de Borja, el colombiano romperredes de River.

De esta manera, River levantó cabeza, ya que venía de una semana dura con una eliminación histórica en la Copa Argentina ante Temperley, por penales, y una caída contra Argentinos por el Torneo de la Liga. Así, en el grupo H de la Libertadores sumó cinco triunfos y un empate, con 16 unidades. El comienzo había sido también con victoria sobre Táchira, con el mismo marcador de 2-0, como visitante.

Por eso, cumplió con la tarea propuesta, más allá de que se presumía que podía ser una goleada. Ahora River, que volvió a festejar de la mano de su goleador Borja, sabe que podrá definir todas las series en el Monumental, donde en general rindió mejor que fuera de casa. Y eso es muy importante.