Maximiliano Olivera, capitán de Peñarol, habló de cómo tomaron haber terminado segundos en su grupo de la CONMEBOL Libertadores, y de cómo se alejó de las redes sociales debido a los insultos que recibía y de qué forma trabaja para que no le afecten su confianza.
En entrevista con el programa “Todo pelota” (Carve Deportiva), Olivera habló tras el empate 0-0 contra Vélez Sarsfield que dejó al aurinegro en el segundo puesto del Grupo H de la CONMEBOL Libertadores. “La sensación es que nos faltó un poco para hacer un gol y quedarnos con el primer puesto, que es lo que queríamos. Con el paso de las horas también valoramos lo que conseguimos, que tiene que ser algo normal en el club aunque no se conseguía hace años. Entrar en octavos de final dos veces seguidas es algo muy valorable, es un objetivo cumplido de este semestre, así que por ese lado, estoy contento”, señaló.
El defensa también dijo que fue “horrible” jugar los partidos como locales en el estadio Campeón del Siglo sin público, debido a la sanción que CONMEBOL aplicó al club. “No lo buscamos como excusa pero es diferente, otra intensidad. Uno le pone lo mejor y sentimos que damos todo, pero no es lo mismo, no se siente igual. Los primeros tiempos contra Olimpia y San Antonio Bulo Bulo fueron malos, sin ritmo, lentos. Contra Vélez se dio un partido raro, te vas con una sensación rara a pesar de los resultados, es algo atípico, es horrible”, expresó.
Respecto al posible rival que puedan enfrentar en octavos de final, dijo que “son todos muy complicados” y por eso tenían ganas de terminar en el primer puesto. “Nos permitimos soñar con lo que logramos el año pasado, sabemos que le podemos jugar de igual a igual a cualquier equipo, pero siendo conscientes de que es muy difícil. Veremos las posibilidades, pero con la confianza de que se pueda dar, le podemos ganar a cualquiera y nos puede ganar cualquiera”, contó.
Olivera también hizo mención a cómo el partido contra Vélez en Liniers les sirvió para empezar a revertir las malas actuaciones que había tenido el equipo en el comienzo del año. “La Libertadores tiene una motivación extra, pero también en tratar de encender las alarmas porque en estos partidos no te podés dormir un segundo, sabiendo que un partido que hagas las cosas mal y pierdas puntos te puede dejar afuera. Eso nos hizo cambiar la cabeza. Contra Vélez, a pesar de que lo cerramos mal y terminamos perdiendo, fue un cambio importante de saber lo que podíamos dar si estábamos metidos y concentrados”, señaló.
Hablando sobre las críticas que recibió Peñarol en los primeros meses del año, y las que recayeron sobre el propio Olivera, el jugador dijo que el equipo no estaba a su nivel y se mostró autocrítico. “No estaba haciendo buenos partidos y quizás se la agarraron un poco más con algunos. Fuimos el centro de las críticas algunos jugadores y eso termina influyendo, uno siente el recibir tantos golpes, le cuesta más levantar ese nivel por el tema de la confianza. Las críticas constructivas me las merecía porque no estaba en un buen momento, me costó volver a sentirme con confianza. Después está lo otro, que ya hasta por gracia dicen boludeces y te matan con cosas que no tienen sentido. Cuando la gente critica y dice que uno no tiene que jugar o está en un mal momento, uno lo acepta, se da cuenta y es autocrítico. Lo hablo mucho con el plantel y el cuerpo técnico para volver al nivel. Las críticas del mal rendimiento las acepto y estuvieron bien, de a poco voy sintiéndome mejor y espero seguir levantando el nivel, que todavía me falta”, expresó el lateral.
Olivera hizo una mención aparte para los insultos que recibe en redes sociales, lo nocivos que son para la confianza del jugador y cómo solo empeoran lo que está viviendo el futbolista que es objeto de estos ataques. Contó que desde 2024 trabaja junto a un coaching deportivo que le ayuda a centrarse en su juego y a tener un equilibrio emocional. “Este año dejé las redes sociales, solo tengo Instagram, que lo uso para cosas más personales, pero dejé de leer comentarios y ni entro a cosas que sé que me van a influir. Lo que me cuesta más es que la familia es la que más sufre, uno está acostumbrado y lo puede manejar mejor. Es difícil pedirle a la familia que no use redes, que no lea. Ver a la familia mal y que en la cancha mismo haya gente puteándote a dos metros de tu hermano, tus padres o tus sobrinos, eso a uno le molesta pero hay que acostumbrarse”, mencionó.
“Las críticas están bien, pero cuando se ensañan… Lo que más me sorprende es la gente que te escribe un mensaje privado para insultarte. Jugamos mal, no le ganamos nadie y la paso mal porque soy hincha como vos. Llego a mi casa, estoy mal tanto yo como mi familia, no salgo ni a comer porque no tengo ganas, y entro a las redes para reirme con algo y veo mensajes que dicen ‘hijo de puta, andate’. Andá a putearme a la cancha o comentá en otro lado. Entiendo que somos figuras públicas, pero generar eso… Querés criticar y decir que jugó mal o lo que sea, no pasa nada. Te tenés que bancar las críticas, estás en Peñarol. Pero el exagerado me rompe las bolas. Me choca. ¿Para qué entrás a mandarme un mensaje para insultarme? ¿Qué pensás, que porque me digas ‘andate’, voy a decidir irme? Lo que no entienden es que si no te salen las cosas y te insultan, no va a ayudar a que el jugador levante el nivel. Es demasiado. Solamente para insultar, no para criticar. Son cosas que hablo con el coaching, y me dice cuántos mensajes me llegaron, y serán cinco, entonces me pregunta cuántos hinchas tiene Peñarol, y que no me tengo que quemar por cinco”, contó Olivera.
El defensa también se refirió a su gol contra Olimpia en el triunfo 3-2, y dijo que le hizo bien para empezar a volver a ganar confianza. “La mentalidad es fundamental en el jugador. Hacer un gol que ayude a dar vuelta el partido, en un momento clave para empatarlo rápido, te ayuda mucho. Me lo tomé con tranquilidad, trato de mantener un equilibrio. Es un gol, ayudó al equipo, nada más. Lo mismo con el que hice contra Plaza Colonia, me dio confianza para soltarme. Estoy tratando de manejar ese equilibrio, cuando las cosas no salen trabajar el doble, como siempre. Cuando salen, seguir trabajando y disfrutando porque estoy donde siempre quise. Se sufre el doble y se disfruta el doble”, añadió.
