Jesús Trindade fue una pieza clave y explicación del triunfo de Peñarol ante Sporting Cristal en el encuentro de vuelta de cuartos de final de la CONMEBOL Sudamericana.
El Carbonero goza de un gran presente deportivo, y gran parte del rendimiento del equipo se debe al destacado rendimiento de su mediocampista, uno de sus jugadores más regulares.
A su habitual despliegue físico, al muy buen tándem defensivo que realiza junto a Walter Gargano y a su facilidad para desprenderse y asociarse con los extremos, el todoterreno mirasol le sumó su aporte ofensivo en la victoria que catapultó al equipo a ubicarse entre los cuatro mejores del certamen.
El volante se desdobló en un par de ocasiones en las que llegó hasta el borde del área a rematar, pero la pelota rebotó en jugadores rivales y no tuvo el destino final deseado. Pero todo cambió cuando a los 40’ volvió a intentar con un potente tiro de media distancia que esta vez sí terminó en el fondo de la red.
Desde hace mucho tiempo, Trindade es una de las figuras de Peñarol, por rendimiento o por regularidad. Su momento actual es óptimo, y se suma al rendimiento colectivo e individual de un equipo que funciona, se entiende y se potencia en conjunto.