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¿Cómo se convirtió Ronald Araújo en uno de los jugadores más importantes del Barcelona?

En el verano de 2018, dos adolescentes sudamericanos llegaron a España con expectativas radicalmente diferentes. Vinicius Junior acababa de ser el objeto de una guerra de fichajes entre Real Madrid y Barcelona que acaparó titulares. Eventualmente, el brasileño fichó por el club merengue en una transacción valorada en 46 millones de euros. Ambos clubes también intentaron hacerse con los servicios de Ronald Araújo, aunque nadie lo sabía (ni siquiera el propio jugador) en aquel momento.

El Barça fichó al defensa uruguayo por un pase inicial de 1.7 millones de euros, elevándolo hasta 4 millones, para jugar inicialmente con su equipo de reservas en la tercera división del futbol español. Cinco años después, Araújo suma argumentos para ser considerado uno de los mejores zagueros del mundo en años recientes y sus batallas con Vinicius han caracterizado recientes ediciones del Clásico.

El director técnico del Barça, Xavi Hernández, ha puesto a Araújo a desempeñar un rol especial 'anti-Vinicius', previamente reservado para el Madrid cuando buscaba formas de aquietar a Lionel Messi. Araújo juega de central excepto en los partidos contra el Madrid, cuando asume la posición de lateral derecho.

El ajuste táctico de Xavi ha tenido gran éxito. Araújo ha disputado tres de los últimos cuatro Clásicos y el Barça se ha impuesto en dichos compromisos con marcador global de 8-1. El propio Araújo marcó uno de esos goles. El Barça perdió por 3-1 el único partido en el que el uruguayo se ausentó por lesión, específicamente, un partido de LaLiga jugado en octubre pasado en el Santiago Bernabéu.

Asimismo, vale la pena mencionar que apaciguar a Vinicius en la banda izquierda del Madrid no es cosa fácil. El brasileño ha marcado 19 goles en 39 apariciones entre todas las competiciones esta temporada, con expectativa de gol de 0.44 por cada 90 minutos. Sin embargo, Araújo ha demostrado ser su kryptonita: la expectativa de gol combinada de Vinicius en los últimos tres choques entre blancos y culés es de 0.19

Vinicius no es la única víctima de Araújo: el zaguero ha acallado el ataque de la mayoría de los equipos. De los 30 goles en contra tolerados por el Barça esta temporada, sólo 11 se han producido con Araujo en la cancha. Y no es coincidencia que su eliminación prematura de la Champions League ocurrió con Araújo fuera de acción tras quedar lesionado.

El club blaugrana lo promociona como el mejor defensor del mundo en la actualidad. Este domingo, en el segundo de los tres Clásicos españoles que se jugarán en un mes, tiene otra oportunidad de demostrar por qué.

Es justo mencionar que no muchos fueron capaces de vaticinar el ascenso de Araújo hasta semejante nivel. Vinicius llegó al Madrid en 2018 considerado como 'el próximo Neymar' luego de pactar su fichaje un año antes. Mientras Vinicius firmaba con la Casa Blanca, Araújo jugaba como delantero en la segunda división de Uruguay.

Una publicación posteada el 17 de junio de 2017 en las redes sociales de Rentistas, uno de los clubes con los que ha jugado Araújo, lo muestra alzando el balón entregado al jugador del partido tras marcar un hat-trick en la victoria por 3-2 sobre Villa Española. Araújo está siendo entrevistado por un periodista solitario, con una cancha destartalada al fondo y gradas vacías y desvencijadas.

Araújo empezó como atacante en su club local, Huracán de Rivera, en la frontera entre Uruguay y Brasil, donde creció hablando lo que cataloga como 'portuñol', mezcla entre portugués y español. Al momento de vestir la camiseta de Boston River (proveniente de Rentistas) en Montevideo, Araújo había sido convertido en central.

Con estatura cercana a los 1.91m, poseedor de gran velocidad y despliegue físico, no tardó en demostrar que era un jugador que podía tener futuro en Europa, a pesar de solo haber vestido las camisetas de clubes relativamente modestos en su país natal. Fuentes vinculadas al zaguero atribuyen su entrenamiento en maratones y atletismo en la adolescencia como la causa de su “tremendo físico y resistencia” que pronto llamaron la atención de un puñado de equipos españoles.

Su entrenador en Boston River, en 2018, fue Sergio Cabrera, padre del defensa del Espanyol, Leandro, que jugaba entonces con el Getafe de LaLiga. Cabrera informó a Ramón Planes, que en ese momento era director deportivo del Getafe, sobre las condiciones de Araújo.

“Su primer entrenador profesional me habló sobre su inmenso potencial cuando yo estaba en el Getafe”, comenta Planes a ESPN. “Fui a verle y me agradó lo que vi. La idea era ficharlo para el Getafe”. Sin embargo, pocos meses después Planes llegó al Barça, lo que cambió el rumbo de la carrera de Araújo.

“Llegó la propuesta del Barça y decidí probar a Araújo allí”, prosigue Planes. “En ese momento, era para el equipo B. No estaba listo para el primer equipo”.

Varias fuentes han confirmado a ESPN que el Real Madrid también estaba interesado. Por su parte, el director deportivo del Sevilla, Ramón Rodríguez Verdejo 'Monchi', también creyó en un momento determinado que tenía listo su fichaje. Desde entonces, Cabrera ha afirmado que también hubo interés del Atletico Madrid; sin embargo, el interés y persistencia de Planes ayudaron a que el Barça concretara su fichaje. Y todo esto ocurrió en el año posterior a la publicación de Rentistas en redes sociales.

A pesar del nivel de los equipos interesados en Araújo, su llegada a Cataluña fue discreta. Varias fuentes admiten que al inicio hubo dudas sobre su adaptación al estilo del Barça en aquellos primeros meses, sobre todo, por su habilidad con el balón. En distintas entrevistas con ESPN, Araújo ha confesado que ésa fue la parte más difícil de su llegada al Barça. Se sentía desubicado en los rondos, con su toque fallando frente a jugadores que habían pasado 10 años afinando su técnica en la famosa cantera barcelonista de La Masía.

Sin embargo, si hay algo que ha distinguido a Araújo en el Barça es su capacidad para superar los obstáculos. Y tal como lo ha hecho durante toda su carrera, trabajó para mejorar sus debilidades. Antes o después de los entrenamientos (a veces, en ambos momentos) pasaba horas trabajando en lo que se conoce en el Barça como la 'plaza de toros', una pequeña jaula que escupe balones y te obliga a recibir y devolver pases sin pausas. Todo ello, en un intento por perfeccionar su control.

“En líneas generales, en Uruguay no estamos acostumbrados a jugar desde la zaga”, comentó Araújo a ESPN el año pasado. “Ahora eso está cambiando, pero no estaba acostumbrado a jugar así, rompiendo líneas, encontrando al hombre libre. Eso es lo que me costó al principio, la filosofía del Barça. Tuve que adaptarme rápidamente. Con mucho trabajo, pude demostrar que soy capaz de jugar en este club”.

Mientras mejoraba su juego con el balón, Araújo llamó la atención con sus otros atributos. Su velocidad en la recuperación ayudaba al Barça B a jugar con una línea alta. Raras veces perdía un duelo y también fue una amenaza importante en el juego aéreo con sus jugadas a balón parado en el tercio final. No tardó en entrenar con el primer equipo y, el 6 de octubre de 2019, debutó al mando del entonces técnico Ernesto Valverde.

Ese debut terminó con una tarjeta roja, pero eso no detuvo su progreso. A medida que Gerard Piqué se hacía mayor, Samuel Umtiti lidiaba con diversas lesiones y Clement Lenglet experimentó un fuerte bajón de nivel, se abría una ventana de oportunidad para Araújo. Se hizo jugador regular con Ronald Koeman y ha mantenido ese sitial con Xavi Hernández, celebrando recientemente su encuentro número 100 con el club. Pero ya habría acumulado muchos cotejos más de no ser por sus lesiones.

La respuesta de Araújo a esos retrocesos fue la misma reacción cuando se dio cuenta de que no estaba listo en lo técnico o la sanción con tarjeta roja en su debut: trabajar con mayor tesón. Aparte de la mejoría del juego de Araújo con el balón y una mejor comprensión de los conceptos técnicos que le exige Xavi, las fuentes indican que está haciendo trabajo extra para prevenir las lesiones.

Ahora que Araújo se ha convertido en presencia fija en el primer equipo, el Barça pactó un nuevo contrato con el uruguayo hasta 2026. El monto de su cláusula de rescisión fue elevado a un billón de euros en medio del interés expresado por varios equipos de la Premier League, entre ellos el Liverpool. “He recibido ofertas económicas importantes del extranjero”, comentó a ESPN tras firmar su renovación contractual. “Pero el dinero nunca fue lo más importante”.

“Siempre me he sentido contento en el Barcelona y tengo mucha fe en este equipo”.

El Barça inició la temporada 2022-23 con cinco centrales en su primer equipo, pero el retiro de Piqué redujo esa cifra a cuatro. Araújo y Andreas Christensen han surgido como la dupla predilecta, con Jules Koundé laborando como lateral derecho y a sus 24 años, Araújo se ha convertido en uno de los líderes de la joven plantilla de Xavi.

De hablar tranquilo fuera de la cancha, tiene una voz que retumba en el césped y se le puede escuchar ladrando instrucciones. Siempre ha sido así. Araújo indicó a ESPN que gritar órdenes y organizar “es algo natural, aunque (signifique gritar a) los jugadores veteranos”. Eso le ha llevado a ser objeto de comparaciones con el legendario ex capitán culé Carles Puyol, a quien califica de “ídolo”.

En el vestuario, varias fuentes indican que es Araújo quien cuida a los jugadores más jóvenes cuando llegan a entrenar con el plantel absoluto. Después de todo, no hace mucho él era uno de ellos.

Araújo está madurando para convertirse en el defensa perfecto para este Barça que frecuentemente depende de su velocidad para salvarles si pierden el balón en las transiciones. Bajo las órdenes de Xavi, sigue mejorando en su posesión, a pesar de que las estadísticas no cuentan toda la historia.

En la Temporada 2022-2023, Araújo se transformó en una pieza indiscutida del equipo jugando como zaguero o lateral, rindiendo a gran nivel y convirtiéndose en uno de los líderes futbolísticos y anímicos del plantel.

A eso se le sumó sus grandes rendimientos en los duelos cara a cara con Vinicius en el clásico, y se consumó con la conquista de su primer título de La Liga con el Barcelona.