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Xavi, en su primer Clásico como DT ante Real Madrid en el Camp Nou: ¿Ganar bien o sólo ganar?

BARCELONA -- Xavi Hernández se estrenará este domingo como entrenador en un Clásico en el Camp Nou. De momento suma al frente del Barcelona dos victorias y una derrota en el Bernabéu y un triunfo y una derrota en Arabia Saudita (Supercopa de España), pero esta será la primera vez que se siente en el banquillo del estadio azulgrana con el Real Madrid enfrente, en un choque que puede decidir el campeón de Liga.

Ganador el Barça en tres de los cuatro últimos duelos directos, el Real Madrid había vencido en los cinco anteriores consecutivamente, pero más allá de eso existe una circunstancia especialmente preocupante para el club catalán: sólo se ha impuesto en uno de los últimos diez Clásicos jugados en Barcelona (por cinco el Real) y ha enlazado con derrota los tres últimos.

Para Xavi el reto es claro: Una victoria sentenciaría el campeonato (se escaparía con doce puntos de ventaja a doce jornadas para el final) y solo un triunfo del equipo de Ancelotti abriría un nuevo escenario por cuanto el empate mantendría los nueve de actual renta. Una diferencia que nunca superó ningún perseguidor.

ESTÉTICA
Ante este panorama el pragmatismo se impone como lógica a la hora del planteamiento que ponga en práctica el entrenador azulgrana frente al máximo rival.

"Para mí el fin no siempre justifica los medios. Yo veo el futbol de una forma distinta”, ha relatado en más de una ocasión Xavi, que defiende una filosofía clara en sus sistemas.

"Me gusta ser protagonista, jugar al ataque, tener el balón”, sostiene a menudo... Por más que la última victoria, en Copa, lograda en el Bernabéu, su Barça se apoyó en una imagen muy alejada de este credo. Las necesidades del guion.

Se sospecha improbable que el técnico afronte el duelo del domingo con un sistema tan conservador como el que se vio obligado a abrazar el último 2 de marzo en Madrid y aunque se entiende seguro que regresará al dibujo habitual formado por sus principales cuatro centrocampistas (Sergio Busquets, Frenkie de Jong, Gavi y Pedri), el estilo, la propuesta, debería estar marcada por su deseo íntimo de "llevar el peso del partido".

La batalla del mediocampo se entiende tan importante como el duelo entre Ronald Araújo y Vinícius Júnior especialmente, además de la solvencia que pueda ofrecer la defensa azulgrana en global, dando por hecho que Xavi apostará por acompañar al uruguayo con Jules Koundé, Andreas Christensen y Alex Balde.

Arriba Robert Lewandowski y Raphinha serán igualmente innegociables, con la tarea de presionar la salida de balón del rival y anular en la medida de lo posible las rápidas transiciones que tanto gustan al Real Madrid.

Permeable y atento tanto a las virtudes como a las debilidades del rival, Xavi no desertará de su idea más romántica y principal de ganar en la medida de lo posible por medio del propio adn del Barça, pero en un partido de tal trascendencia para la suerte definitiva de la Liga no rechazará si es necesario variar el planteamiento general.

Abonado al 1-0, seguro que al entrenador azulgrana le gustaría estrenar su palmarés de Clásicos en el Camp Nou con una victoria más holgada y brillante. En caso de necesidad, sin embargo, se agarrará a lo que sea menester. No hay que olvidar que Luis Enrique o Johan Cruyff ganaron por la mínima (2-1) su primer duelo contra el Real en el estadio, o que Guardiola lo hizo por 2-0 no setenciando el triunfo hasta el tiempo añadido por medio de Eto'o. Ganar, al fin de la historia, es lo que contará por encima de todo.