James Rodríguez fichó con Rayo Vallecano y volvió al fútbol europeo después de un año y medio. Su salida de España en 2020 fue dolorosa y con números bajos.
Arriesgó a una segunda etapa con Real Madrid por su ambición de dar más con esa camiseta. Descartó la oferta de continuidad de Bayern Munich y fue fiel al pedido de su corazón. Volvió al Bernabéu y el fútbol le mostró un lado cruel.
El reencuentro con el técnico Zinedine Zidane fue tenso. Hubo indiferencia del francés y resignación del colombiano. En el medio de esa temporada, lesiones, pandemia y camino de salida.
James perdió su número preferido. Pasó al 16 en la camiseta y apenas jugó 13 partidos: ocho por liga, tres por Copa del Rey, dos por UEFA Champions League. 716 minutos en total, su registro más bajo en Europa.
La implementación de los cinco cambios para el regreso de la competencia en el tramo más crudo de la pandemia dejó en claro que no era del gusto del entrenador. Fue la tercera o cuarta alternativa para el puesto con Isco, Marco Asensio o Lucas Vásquez.
Su último partido en España fue el 26 de junio contra Real Sociedad en San Sebastián. Jugó 78 minutos en la victoria 1-2. Lo reemplazó Casemiro. Acompañó el final de la liga desde el banco y apenas participó en los festejos del título.
Se fue triste, sin el semblante de su primer año 2014-2015 con 17 goles y 18 asistencias, incluido en el equipo ideal del torneo.
Cuatro años más tarde regresa a España. Al Rayo Vallecano, orgulloso por tener al mejor jugador de la Copa América. Al capitán de la Selección Colombia.
"Ya estamos acá. Ha sido un trabajo de muchos días y sueño con poder hacer las cosas bien y por qué no soñar con cosas grandes. Recuerdo que el ambiente era bueno, que apretaba mucho y ahora tenerlos a favor va a ser bueno. Tengo muchas ganas e ilusión de poder jugar un partido acá", dijo el colombiano.
Hay optimismo. Busca revancha en su vuelta al fútbol europeo.