La final de la Supercopa de España entre Barcelona y Real Madrid dejó un hecho especial, ya que durante el clásico, los uruguayos Ronald Araújo y Federico Valverde quedaron como capitanes de sus respectivos equipos.
El defensor riverense, que había regresado de su lesión en el encuentro ante Barbastro por la Copa del Rey, tuvo que asumir el protagonismo tras una molestia sufrida por Iñigo Martínez a los 28'. Apenas entró, Raphinha, quién había saltado al campo de juego como capitán del elenco Culé, corrió hasta la posición de Araújo y le entregó la cinta a uno de los principales referentes del plantel que comanda Hansi Flick. Araújo se posicionó como zaguero por derecha y rápidamente mostró su jerarquía. De hecho, a los 38', un quite suyo sobre Vinicius Junior desencadenó el ataque que culminó con el gol de Raphinha para el 3 a 1.
Desde su ingreso, el uruguayo se mostró sólido en la marca, le aportó tranquilidad y solvencia a la última zona del conjunto catalán y acrecentó el poderío en el juego aéreo del equipo de Hansi Flick.
Por su parte, Valverde comenzó el partido jugando como volante central, pero en el complemento pasó a desempeñarse como lateral derecho. A los 51', la salida de Lucas Vázquez dejó al 'Halcón' como capitán de la Casa Blanca, y minutos después llegó el golazo de Rodrygo que provocó el descuento del Real Madrid. De todos modos, el ex Peñarol portó el gafete durante pocos minutos, ya que cuando entró Luka Modric, pasó a quedarse con la cinta del conjunto Merengue.
El clásico de la Supercopa de España tuvo un hecho sin precedentes, con dos uruguayos capitaneando a Real Madrid y a Barcelona de forma simultanea.