Barcelona aprovechó su fenomenal primer tiempo, anotó cinco goles en 25 minutos y le ganó por 5 a 2 a Real Madrid para consagrarse campeón de la Supercopa de España en Yeda.
Si bien los clásicos entre blaugranas y blancos siempre están repletos de una suerte de controversia y morbo, el de este domingo en Arabia Saudita era especial. Por la polémica inscripción de Dani Olmo y Pau Víctor, cautelar mediante, pero también por la leve sanción que recibió Vinícius por agredir al arquero de Valencia.
En ese contexto, los culés vencieron por 2 a 0 a Athletic Bilbao y los merengues hicieron lo propio ante Mallorca, imponiéndose por 3 a 0. La mesa estaba servida y el partido, que valía por un título, no decepcionó en ningún momento.
En los primeros minutos, el equipo de Hansi Flick mostró sus intenciones dominando la pelota y acechando a Thibault Courtois, que se lució ante Lamine Yamal y Raphinha. Pero el primero en golpear fue el conjunto de Carlo Ancelotti: Vini la robó y asistió a Kylian Mbappé, que se sacó la mufa tras el 0-4 de octubre, gambeteó a Balde y definió ante Wojciech Szczęsny (5').
Kiki, que había convertido en sus otras dos finales en el Madrid, frente a Atalanta y Pachuca, anotó su séptimo tanto contra el Barça, pero por primera vez con la camiseta blanca.
No obstante, la desventaja en el marcador no achicó al elenco catalán, que era superior pese al 0-1. Raphinha volvió a avisar con un remate apenas desviado y, a los 22 minutos, Lamine Yamal anotó un verdadero golazo: gambeteó de derecha a izquierda, como alguna vez hizo una leyenda culé, y empató el partido con un sutil pase a la red.
Solo un cabezazo de Tchouaméni preocupó a Barcelona, que siguió con su dominio de posesión y posición y lo dio vuelta con un penal de Robert Lewandowski, luego de una imprudente falta de Eduardo Camavinga a Gabi, revisión en el VAR mediante (36'). Tres minutos después, Raphinha aprovechó un fantástico centro de Jules Koundé y estampó el 3 a 1.
El primer tiempo, que tuvo una mala noticia para Flick, la lesión de Íñigo Martínez, que fue reemplazado por el uruguayo Ronald Araujo, finalizó con goleada: de un córner del Madrid, a un gran contragolpe del Barça, que culminó con asistencia de Raphinha y gran definición de Alejandro Balde (45+10').
Barcelona no metía cuatro goles en el primer tiempo de El Clásico desde el 3 de enero de 1943, en un empate 5-5 por LaLiga, pero nunca había convertido cuatro tantos en dos derbis al hilo. Lo curioso es que en el anterior, del 26 de octubre de 2024, los cuatro tantos habían llegado en el segundo tiempo, por lo que sumaba ocho festejos en aproximadamente 80 minutos de juego.
Y esa cifra aumentó en el inicio del complemento. Porque Rodrygo se topó con el travesaño y, para aumentar el baile, Raphinha completó su doblete a los 48', con la segunda etapa recién iniciada. La sangría en el marcador hizo que bajaran las revoluciones del partido, hasta que Szczęsny cometió un error al bajar, con un leve toque, a Mbappé en el borde del área.
Revisión en el VAR, tarjeta roja sacada por el árbitro Gil Manzano y golazo de tiro libre de Rodrygo, cuyo remate fue apenas desviado por el recién ingresado Iñaki Peña (60').
Sin embargo, los pupilos de Ancelotti no creyeron realmente en la remontada, y el partido, sin la intensidad de otrora, se estancó. La superioridad numérica no fue suficiente para los de la capital, que prácticamente no inquietaron a su rival de toda la vida, salvo un par de inspiraciones de Mbappé.
El Madrid, que este domingo también vio cómo se le 'escapó' el título de campeón de invierno ante el Atlético de Madrid, que le ganó por la mínima a Osasuna, perdió su primera final de la temporada, tras la Supercopa de Europa y la Copa Intercontinental.
Pero claro, el dolor de esta derrota no es tanto por el título, sino por el rival, que levantó su decimoquinta Supercopa, superando por dos consagraciones al Merengue. En LaLiga, el Real suma 43 puntos, uno menos que el Atleti y cinco más que el Barça, tras 19 jornadas, mientras que en la Champions League el equipo de Flick es segundo y el de Carletto, vigésimo.
Al Madrid ahora le vendrán tres partidos en el Bernabéu: contra Celta de Vigo, Las Palmas y Red Bull Salzburgo, en tanto al Barcelona le tocará recibir a Real Betis y visitar a Getafe y Benfica.