MADRID -- Zinedine Zidane extendió su leyenda negra en su competición maldita, la Copa del Rey, la única que no ha conquistado como técnico del Real Madrid, cayendo ante un equipo de Segunda B como el Alcoyano, pagando la falta de rodaje de la segunda unidad y dejando escapar la segunda competición en una semana tras la Supercopa de España.
Del 'Alcorconazo' que dejó marcado a Manuel Pellegrini al desplome ante el Alcoyano que sitúa a Zinedine Zidane en su momento más delicado. El Real Madrid volvió a protagonizar un capítulo negro de su historia copera 11 años después. El 27 de octubre de 2009 era goleado en Santo Domingo (4-0) por un Alcorcón que militaba en Segunda B y le echaba en una eliminatoria a doble partido.
Entre medias se dio otra eliminación ante un equipo que había caído a la categoría de bronce del futbol español, el Cádiz, pero por alineación indebida de Denis Cheryshev. Antes del Alcoyano también firmaron la gesta el Toledo y Real Unión en una Copa del Rey en la que el Real Madrid protagoniza más desastres que alegrías.
Un equipo con 700,000 euros de presupuesto agravó los problemas del Real Madrid en un segundo desplome en su temporada. Inesperado tras reaccionar al primero con seis victorias consecutivas, pero el cierre de 2020 con el empate en la visita al Elche fue un aviso de la decadencia del inicio de 2021. Sólo un triunfo de los cinco últimos partidos y derrotas tan dolorosas como la sufrida ante el Athletic Club en las semifinales de la Supercopa y la que hace tocar fondo frente al Alcoyano. En seis días, dos de los cuatro títulos a los que optaba se le han escapado al equipo blanco.
Lo sufrió Zidane de forma cruel, incapaz de superar a un equipo de dos categorías menor y en inferioridad numérica en la prórroga. Encontrando el castigo al giro de su filosofía. Dejó de confiar en las rotaciones masivas y el día que le debía responder la segunda unidad, se acusó la falta de rodaje de futbolistas sin continuidad. Algunos con meses de inactividad como Álvaro Odriozola o el brasileño Militao, otros demostrando que están lejos de igualar su pasado en el club, Marcelo o Isco Alarcón, y señalados por dejar pasar un tren futbolistas como Vinicius y Mariano Díaz.
Ningún jugador se salvó de uno de esos partidos que marcan para mal una carrera. Zidane tuvo que acabar recurriendo a titulares como Karim Benzema, Marco Asensio, Toni Kroos o un Eden Hazard que no aparece ni ante un Segunda B. Y no dejó ni un solo reproche a sus jugadores. Apenas una queja leve a la ocasión perdonada por Vinicius, con Karim Benzema solo para marcar el 0-2 y la sentencia al partido. Ni referencia al derribo dentro del área, no señalado como penalti, de Militao cuando acababa el tiempo reglamentario. No era el día para lamentaciones. El Real Madrid estaba obligado a ganar y se marcha a las primeras de cambio de la Copa.
El futuro de Zidane se complica y la Copa del Rey puede quedar como la única competición que se le resistió al segundo técnico más laureado de la historia del club blanco. Ha dirigido 16 partidos en la competición y sufrió cuatro derrotas difíciles de digerir. Especialmente para él la sufrida con el Leganés en el Santiago Bernabéu, por 2-1, que dio la vuelta a la eliminatoria a dos partidos y le hizo ver que su mensaje ya no calaba en una plantilla con la tripa llena de títulos.
Antes, el Celta le endosó su primera eliminación copera y la Real Sociedad, goleando en el coliseo blanco, había sido la última víctima hasta la aparición para la historia del Alcoyano que deja el proyecto de Zidane en la cuerda floja. Una Liga que tiene a cuatro puntos y pueden ser diez si el líder, Atlético de Madrid, vence sus dos partidos por jugar y una Champions League en la que sufrió como nunca para pasar la fase de grupos, son las competiciones que le quedan a un equipo poco fiable este curso.