BARCELONA -- El Barcelona tiene clara la hoja de ruta en el mercado de fichajes del próximo invierno, pero mucho menos la manera de llevarla a cabo. Xavi Hernández, entrenador del primer equipo y convertido de facto en el máximo responsable de la política deportiva tras la salida del secretario técnico Ramon Planes, suspira por dos incorporaciones que refuercen el juego de ataque: un extremo desequilibrante y un goleador contrastado. Los objetivos están tan claros como difícil se antoja, a mediados de diciembre, hacerlos realidad.
Fichado Dani Alves, el club necesita imperiosamente rebajar la masa salarial y hacer hueco en la plantilla para dar entrada a cualquier otro futbolista y, según pudo saber ESPN Deportes, durante las reuniones que se han mantenido en los últimos días, a partir de la derrota de Múnich principalmente, han regresado al primer plano los nombres sobrantes y se han añadido algunos más. El Barça busca la salida con urgencia de Philippe Coutinho y Samuel Umtiti principalmente pero a ellos se unen los de Luuk de Jong, Neto e incluso Sergiño Dest, directamente señalado en el descalabro ante el Bayern por el entrenador y por quien se recibirían propuestas, tal como ocurre incluso con Mingueza o Lenglet, si bien se considera que una operación salida tan amplia es una quimera en este momento del curso.
De entre todos los nombres a seguir para reforzar la plantilla que han ido repitiéndose en las últimas semanas destacan el de Ferran Torres, exterior del Manchester City y de quien una fuente del club azulgrana aclaró a ESPN que es "interesante", pero a la vez "difícil" y el de Edinson Cavani, veterano goleador del Manchester United de 34 años que acaba contrato en junio de 2022 y que sería visto como una incorporación válida y del agrado del técnico para paliar el problema realizador de un equipo que en 21 partidos oficiales esta temporada apenas ha anotado 25 goles.
"Hay un mercado y el Barça tiene que estar atento a ello", afirmó este sábado Xavi en la sala de prensa, advirtiendo que "hoy por hoy todos los jugadores son intransferibles porque les necesitamos", pero reconociendo haber mantenido reuniones con Laporta y sus colaboradores para tratar el tema. "Hay una buena comunicación y fui claro en lo que veo y lo que quiero... Tenemos que trabajar para encontrar soluciones con que mejorar el equipo y la plantilla para ser más competitivos".
En el Camp Nou se tiene conciencia de la dificultad de encontrar una salida en las condiciones ideales para los jugadores sobrantes, todos ellos con contrato en vigor y con salarios que difícilmente igualaría cualquier otro club, principalmente en el caso de Coutinho y Umtiti, que en los últimos meses se han remitido a dicho contrato como única respuesta. El rendimiento del brasileño, que no despertó de su letargo con Koeman, ha decepcionado a Xavi hasta el punto que ha perdido la confianza que tenía en él mientras que el central francés, a quien felicitó personalmente por su trabajo al llegar al club, sigue siendo el único sin minutos y su marcha se considera estratégica, atendiendo a su alto salario.
"Intentaremos hacer todos los cambios que creamos que deben hacerse" solventó Xavi, esperando "a ver qué mercado hay y que posibilidades tenemos porque hay el problema del límite salarial y estamos muy condicionados".
Mientras, el club, con el director general Ferran Reverter al frente y la colaboración directa del director de fútbol Mateu Alemany, busca fórmulas con urgencia para llegar a una entente con los representantes de los dos jugadores y espera a conocer las opciones que puedan existir con Neto y Dest. La masa salarial de la plantilla sigue disparada hasta los 430 millones de euros y es imprescindible aligerarla para poder aspirar a incorporar jugadores. Tanto en enero como, principalmente, al acabar esta temporada.
Las opciones que manejan los dirigentes del Barça son varias: traspasos aunque sean a un precio inferior a lo habitual como ocurrió con Pjanic, cesiones con opciones de compra como protagonizó Griezmann o, en el caso más extremo rescisiones de contrato como fue el caso de Matheus Fernandes, una opción que puede a la larga provocar problemas judiciales pero que tiene valedores en el club.