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Ansu Fati descarta su operación e ignora la opinión de los médicos del Barcelona

BARCELONA -- Ansu Fati decidió finalmente, y en contra de la opinión de los servicios médicos del Barcelona, no operarse de su lesión en el bíceps femoral del muslo izquierdo y llevará a cabo un tratamiento conservador que debería prolongarse durante unos dos meses antes de volver a jugar.

Un día después de la reunión que se mantuvo entre el jugador, sus familiares y los responsables médicos del club, en la que el propio Ansu mostró sus reticencias a pasar otra vez por el quirófano, éste trasladó su decisión definitiva, que el Barça dio a conocer a través de un comunicado médico.

En el Barça esperaban un cambio de opinión del jugador este martes, pero su intención sigue siendo la misma: no operarse y tener la posibilidad de reaparecer durante el mes de marzo a pesar del riesgo que, avisaron los médicos del club, eso significará.

Lastimado durante el partido de Copa frente al Athletic de Bilbao, la primera exploración al joven delantero azulgrana descubrió una recaída de la lesión que sufriera en noviembre contra el Celta y dio por hecho una baja de unos dos meses dando por hecho un tratamiento conservador que desde el club se varió, por consejo médico.

El nuevo jefe de los servicios médicos, Ricard Pruna, explicó a Ansu las ventajas que supondría ser intervenido, a pesar de que ello supondría prolongar el periodo de recuperación, que podría ampliarse hasta los cinco meses y significaría, prácticamente, despedirse de la temporada.

El futbolista, sin embargo, se mostró reacio a regresar al quirófano después de las malas experiencias que sufrió en el pasado, cuando la primera lesión que sufrió, la fractura del menisco interno de la rodilla en noviembre de 2020, provocó una baja cercana a los once meses y hasta cuatro intervenciones que mostraron la mala praxis que se llevó a cabo.

A partir de ahí, Ansu, apoyado por su familia, mantuvo su deseo de llevar a cabo un tratamiento conservador, no invasivo, que le permita regresar a los campos en unas ocho semanas de plazo, por más que desde el club se le quiso hacer ver de los riesgos que ello podría suponer de cara al futuro en contrapartida a una operación que aunque le apartase de la actividad hasta final de temporada sería mucho más segura.

Los médicos del club dejaron finalmente la elección en manos del propio delantero, quien este martes, definitivamente, cerró la puerta a volver al quirófano.