Yerry Mina volvió a quedarse fuera de la lista de convocados del Barcelona, que visitará al Málaga con Gerard Piqué renqueante de su rodilla en una convocatoria en la que, junto al colombiano, faltaron los nombres de los lesionados Iniesta, Denis Suárez y Semedo.
Su baja, que ya empieza a ser una constante, provocó que crecieran las especulaciones respecto a su futuro en el club, sospechándose que pudiera no tener plaza en la plantilla más allá del final de esta temporada.
El defensa, que se incorporó a la plantilla azulgrana durante este último mercado de invierno para ocupar la plaza de Mascherano, apenas ha disputado 98 minutos repartidos en dos partidos, la recta final del choque copero en Mestalla ante el Valencia y los 90 del duelo frente al Getafe en el Camp Nou, el único choque que convino descansar Piqué y que tampoco podía jugar Umtiti por sanción. A partir de ahí, la nada.
El partido en La Rosaleda será el sexto consecutivo sin su participación y quinto enlazado que Valverde solventa dejarle fuera de la lista. Su situación deportiva, de hecho, representa una bajada continuada puesto que si antes de su debut contra el Valencia enlazó cuatro encuentros en el banquillo, su suplencia en Eibar fue la última antes de no entrar en la lista consecutivamente para los duelos ante Chelsea, Girona, Las Palmas, Atlético y este de Málaga.
Futuro incierto
Su poco protagonismo en el Barça provocó en los últimos días que aparecieran diversos rumores acerca de su posible cesión de cara a la próxima temporada, más aún teniendo en cuenta la llegada de Arthur, quien, siendo extracomunitario, obligaría en enero de 2019 al club azulgrana a dejar libre una plaza, puesto que el máximo permitido son tres y el colombiano las ocupa junto a Paulinho y Coutinho.
Su intención, sin embargo, se mantiene firme en permanecer en el Barcelona.
Cuando aceptó adelantar su llegada al Camp Nou, lo hizo consciente de que su presencia en esta mitad de temporada sería muy limitada y tomándose este plazo como un aprendizaje, pero, de momento, no concibe su salida en calidad de cedido.
Pero, los planes del club podrían no permitirle cumplir su sueño de pelear por darse a conocer en la plantilla de Valverde. La esperanza, de entrada, se abre con la posible liberación de una plaza por parte de Coutinho antes de acabar el año. De no ser así, contemplándose seguro el fichaje de Arthur, el futuro del central sería poco menos que imposible en el Barça.
De momento, y aunque en la Supercopa de Catalunya volvió a dar una buena impresión, está claro que Yerry Mina no entra en las rotaciones de un Valverde que, apreciando su excelente adaptación a la plantilla, sostiene que no está lo suficientemente rodado como para ser protagonista.
¿En el futuro? A cada día que pasa parece menos probable.