“Mientras las palabras que usó Cavani no son racistas, la decisión de imputarlo sí lo es. Específicamente, es un caso de racismo cultural que está conectado muy de cerca con el etnocentrismo”, escribió Andreas Beck Holm, profesor de la Universidad danesa de Aarhus, en un texto en el que plantea su contrariedad con la denuncia recibida por el futbolista uruguayo del Manchester United y que fue difundido por el grupo oficial de seguidores de Escandinavia del club Red Devil.
El académico denunció la situación a Kick It Out, la organización que lucha por la igualdad y la inclusión en el fútbol inglés y apunta a erradicar la discriminación.
Beck Holm apuntó que el uso de la expresión “Gracias negrito” de Cavani para un amigo -usada como agradecimiento luego de que lo felicitara por su doblete contra Southampton- no es abuso racial porque uno generalmente no hace eso contra un amigo que te felicita, apuntó que la palabra “negrito” tiene un tono afectuoso en Sudamérica; y que apenas fue informado del malestar, Cavani borró la publicación para que no se interpretara como racista.
También indicó que “Cavani es un trabajador extranjero que está siendo castigado por su dominio inadecuado del idioma inglés y por su igualmente limitada comprensión de las normas sociales británicas”.
Añadió que el uruguayo es castigado por no obedecer esos códigos en una comunicación en un idioma extranjero con un extranjero. Para el académico “es un claro ejemplo de discriminación basada en la cultura de una persona, también llamado racismo cultural. La denuncia implícita, pero claramente indica que las normas culturales de Sudamérica son inferiores a las de Gran Bretaña y no deberían ser toleradas en absoluto”.
El autor habló sobre el etnocentrismo que capta en la denuncia a Cavani, ya que los postulados de la Football Association (FA) parten de que las palabras en idiomas extranjeros que se parecen a las palabras del idioma inglés tienen significados idénticos; que es tarea suya la de juzgar las comunicaciones de los futbolistas extranjeros con sus compatriotas; y que la forma de pensar y costumbres de las élites occidentales constituyen un ideal normativo universal que debería ser forzado a las personas de distintos orígenes culturales.
“En otras palabras, la denuncia de la FA es igual de censurable bajo los mismos estándares que la organización exclama defender”, agregó.
A su vez, el texto plantea que el horrendo historial colonial británico garantiza un foco en evitar el racismo en la actualidad, “no hay excusa para la renovada intolerancia y opresión enmascarada de corrección política”.