La lógica matemática es mucho más clara que el nuevo reglamento de la FIFA para el Mundial de Clubes: para no depender de que Urawa Red Diamonds le saque al menos un empate a Monterrey, River debe hacerle un gol a Inter. Es decir, necesita ganarle o al menos igualar 1-1. Un 0-0 o una derrota obliga a rezar por un batacazo en el otro partido del Grupo E.
Entonces, el gran objetivo del equipo de Marcelo Gallardo será anotarle al subcampeón de Europa. No es una tarea fácil, desde luego, pero tampoco es imposible. Lo primero que se debe tener en cuenta es que recibió goles en los dos partidos del torneo hasta el momento. Lo segundo, es que en su encuentro previo PSG le marcó cinco en la final de la UEFA Champions League. Es decir, que no es un equipo inexpugnable en lo más mínimo.
Los antecedentes de Inter ayudan a creer, ¿y los de River? Es cierto que en el 0-0 contra Monterrey se revivieron viejos fantasmas, pero también lo es que el conjunto argentino llevaba 12 partidos consecutivos anotando. Después de un comienzo de año preocupante en este aspecto (solo 14 tantos en los primeros 15 partidos de 2025), había recuperado el paso goleador a partir de mediados de abril. El problema es que buena parte de esa mejora tuvo que ver con el aporte de Sebastián Driussi, una baja mucho más pesada de lo que parece.
Sin el número 15, River no solo pierde a un artillero, sino también el complemento ideal de Facundo Colidio, el mejor jugador del torneo hasta ahora. Hoy el exjugador de Tigre es el único punta y, aunque ha hecho un gran esfuerzo contra Monterrey y se generó algunas ocasiones, a veces queda muy aislado y eso complica las posibilidades. El funcionamiento ofensivo entero debe cambiar sin Driussi, y es un desafío muy grande en estos tiempos límites en los que solo hay obligaciones.
Contra Monterrey se fue en cero, pero hizo figura a Esteban Andrada. Miguel Borja falló un par de situaciones muy claras y eso atenta contra sus chances de ganarse el puesto de titular. Todo indica que volvería a jugar con cinco mediocampistas o quizás línea de tres en el fondo. Esto vuelve a dejar a Colidio como centrodelantero, con Franco Mastantuono más liberado y quizás Marcos Acuña lanzado al ataque.
Lo primero que debe tener en claro River es que debe ser lo más eficaz posible. No se puede fallar ante rivales de esta categoría. Ni en defensa ni en ataque. Los errores individuales se pagan doble. Ante Monterrey generó 3 grandes ocasiones y remató al arco 18 veces. No marcar con estos números es un pecado mortal en torneos de este tipo. Contra Inter serán menos las posibilidades y debe ser mayor el instinto asesino de los definidores.
Rayados le marcó a Inter con un cabezazo a la salida de un córner y Urawa tras un buen desborde y centro atrás. El Nerazzurro llegó al Mundial tras una larga temporada en la que dio pelea en todos los frentes pero se desinfló en el final. Tras la ignominiosa derrota en la final de la Champions cambió de entrenador y aún está en plena etapa de conocimiento de Christian Chivu. Tiene jerarquía de sobra, pero no está en su mejor momento físico, anímico y futbolístico.
En este torneo de partidos igualados, parejos y sin las diferencias esperadas, River tiene una oportunidad. A pesar de las bajas debe plantarse en el campo de juego de Lumen Field con la autoestima alta y confiado. A partir de ese convencimiento crecerán sus posibilidades de convertir. Y un gol le dará tranquilidad para no depender de otros resultados.
