Federico Domínguez, exfutbolista argentino, habló sobre la metodología de trabajo de Marcelo Bielsa, y se refirió a cómo el DT busca “llevar al extremo” a sus dirigidos buscando “sacar lo mejor de cada profesional”.
En entrevista con el programa “Polideportivo” (Teledoce), Domínguez -que fue dirigido por Bielsa en Vélez entre 1997 y 1998-, dijo que trabajar bajo las órdenes del DT rosarino “fue una experiencia maravillosa”. “Si bien estamos hablando de hace mucho tiempo atrás, la dinámica en cuanto al trabajo y la predisposición son las mismas. Es algo distinto a lo que el jugador está acostumbrado, y uno tiene que acostumbrarse a su exigencia, que es muy intensa”, contó.
Domínguez dijo que tenía 22 años cuando fue dirigido por Bielsa, y coincidió en que el entrenador tiene una inclinación a buscar trabajar con jóvenes, en clubes que tengan proyectos a futuro. “En todos los clubes que estuvo, sin despreciar, no eran los más grandes campeones sino proyectos que podían dar ese salto. Ahí entra Uruguay con este recambio generacional”, comentó. También comentó que en la época de Vélez, el “Loco” se enfrentó a uno de los referentes del plantel como José Luis Chilavert, y que por aquellos años el DT se apoyaba mucho en el aspecto humano del grupo a través de los preparadores físicos, Gabriel Macaya y Luis Bonini.
Consultado por cómo entiende que suele ser el trato diario de Bielsa con el plantel, Domínguez dijo que el entrenador busca llevar un ambiente “como lo hacen los clubes internacionalmente, con una pequeña disciplina que no es que hace grandes cambios sino que parte desde el orden”. “Es como imagino que hacen los clubes grandes de Europa: comen todos juntos, dividen mucho a la gente que trabaja en los predios, cada cual tiene su espacio, y se trabaja en ese respeto. Lo de jugar a las cartas o tomar mate, que en Argentina tenemos el hábito, pero no lo llevamos al restorán, lo usamos en las habitaciones o en el espacio de relajación, mientras que el uruguayo lo tiene permanente. Ahí puso una dinámica distinta y tuvo uno de los pequeños roces con el plantel, desde ahí parte su frialdad. Es muy respetuoso, es distinto, pero es así naturalmente”, mencionó Domínguez, que trabajó en Nacional en el cuerpo técnico de su hermano, Eduardo.
De cualquier forma, el exfutbolista señaló que Bielsa no insulta a sus jugadores. “Acá soy categórico: Marcelo nunca insulta a nadie, es muy respetuoso, inteligente y te lleva al extremo. Al tratar de sacar lo mejor de cada profesional, va a tocar la fibra más revolucionaria que tiene cada jugador, siempre hablando de fútbol”, señaló. Comentó que en esta búsqueda por sacar el máximo de cada dirigido, Bielsa puede ser provocador, pero sin faltar el respeto. “Lo hace a través de un video, en una charla personalizado o en reuniones por zonas de la cancha. A partir de ahí es duro porque a nadie le gusta que le marquen los errores, o que te digan que estás haciendo algo mal. Es una delgada línea de provocación, porque te pregunta: ¿usted entiende esto? ¿Usted puede hacer esto? Le decís que sí, y te dice: ‘entonces no quiero excusas, hágalo’”, contó.
Respecto a cómo vio las declaraciones que surgieron por parte de Luis Suárez y Agustín Canobbio sobre el trato de Bielsa hacia el plantel, Domínguez dijo que entendía que el tema podía haber tenido impacto en el desempeño deportivo de la Celeste contra Perú. “Por más que Marcelo declaró que todos pusieron lo mejor de sí. No llegaron en las mejores condiciones para este partido. Me preguntaba cuál era el objetivo de Luis Suárez de hacer una declaración tan intensa, que no viene relacionado con la parte futbolística en sí, sino algo más de lo humano, lo diario, la convivencia”, indicó.
Hablando sobre si entiende que la situación interna tiene retorno, Domínguez dijo que hay lugar a una “pequeña reconstrucción”. “Creo en la resiliencia y la capacidad de los jugadores para entender que en este partido que perdieron sintieron también el cimbronazo, y buscarán encontrar un punto medio para sacar esto adelante. Todos quieren a la Selección Uruguaya y lo mejor para ellos mismos. En esto de tratar de encontrar un punto medio es un punto de inflexión. Marcelo es muy inteligente para llegar a abordar la parte de la convivencia, pero a la hora de entrenar, él no modifica. Porque son dos cosas diferentes: los jugadores dejaron en claro que no están en desacuerdo en nada de como procede en los entrenamientos o sus ideas para los partidos”, expresó.