Brasil sumó en sus últimos cuatro partidos de Eliminatoria y ajustó la tabla por el buen nivel de Raphinha, su goleador en el torneo. El atacante también brilla en el líder Barcelona.
En ausencia de Neymar, se hizo cargo de uno de los momentos más dramáticos de su selección en esta ronda de clasificación. Las cuatro derrotas ante Argentina en casa, Colombia en Barranquilla, Paraguay en el Defensores del Chaco y Uruguay en Montevideo, lo metieron en una crisis que se llevó puesto al entrenador Fernando Diniz y lo sembró en la mitad de la tabla.
Entre las espinas, el extremo de 28 años rescató al equipo. Se hizo indispensable en la nueva etapa del DT Dorival. Estabilizó el rendimiento. Devolvió la credibilidad y se afianzó como su máximo artillero con cuatro anotaciones.
Raphinha es un extremo puro. Zurdo y técnico, hábil para jugar en cualquiera de los costados. En el torneo jugó ocho partidos; remató 21 veces, 10 al arco; dio una asistencia; ganó 30 duelos y recuperó 26 veces el balón. Es incansable. Tiene buena pegada. Le hizo un golazo de tiro libre a Camilo Vargas en la pasada Copa América.
Sus números con el líder Barcelona en España son parecidos. 13 goles, ocho asistencias, 78 recuperaciones, 28 partidos...Ayudó en la remontada de los 20 minutos finales en Madrid contra el Atlético. Dio el pase para el 2-2 parcial a Ferrán Torres.
Con Dorival juega unos metros más atrás de Vinicius y suele aparecer de mediaunta. La pelota quieta es suya. Cobra los penales y los tiros libres.
"En cualquier función se adapta muy bien y está demostrando eso en Barcelona, jugando bien en cualquier situación y cambiando con frecuencia de posición", dijo el entrenador brasileño.
Por la banda limitará las salidas del lateral Daniel Muñoz y obligará a reforzar las coberturas del mediocentro y los centrales en Brasilia.
Discutido en el comienzo de la Eliminatoria, Raphinha sedujo en un momento difícil.
