El mediocampista Jéfferson Lerma fue el punto de partida del carácter que necesitó la Selección Colombia para salir del mal momento que pasó ante Chile en Santiago en la fecha 2 de la las Eliminatorias. Marcó un gol y tuvo tanque extra para dejarle una pelota final a Falcao en el 2-2.
Su puesto como interior por izquierda estaba asignado para otros jugadores que terminaron afuera de esta primera convocatoria para la Eliminatoria. Sin Yairo Moreno, ni Matheus Uribe, apareció como la mejor alternativa para Carlos Queiroz en esa posición.
Lerma demostró que le sobra energía. Es un tractor para salir desde la mitad de la cancha con la pelota limpia. Su fortaleza física chocó con la autoridad de Arturo Vidal. Un impulso que se necesitaba para demostrarle a Chile que Colombia aún estaba con vida.
El vallecaucano jugó con nivel de Premier League. De área a área, incansable para llegar a las divididas, para animar a sus compañeros con su esfuerzo, marca, recuperación y todo lo que hizo falta.
Fue el mejor de Colombia ante Chile. La Selección puede estar tranquila con esta consolidación del mediocampista. El empate es un premio justo a su rendimiento. Es uno de los nuevos incondicionales de la tricolor.