Radamel Falcao García dejó la vida en la última pelota en el área para empatar 2-2 frente a Chile. Extendió su condición de máximo goleador con 35 anotaciones y la Selección Colombia sumó un punto que lo deja invicto en el comienzo de las Eliminatorias.
Inoxidable. Optimista. Goleador. Caudillo. Todo eso es Falcao, la carta que jugó Carlos Queiroz en una decisión de riesgo por su ingreso a la salida de Wilmar Barrios para los últimos 20 minutos.
La Selección terminó con tres delanteros de área para ir por la heroica en Santiago. Lo consiguió el máximo goleador, solución inmediata en momentos de presión y de alta tensión. En su zona de influencia resolvió con tranquilidad. Su experiencia no se improvisa.
Es el capitán sin cinta de este grupo que refundió su fútbol en dos minutos. La lesión de Stefan Medina complicó al equipo que apeló al corazón para salvar el 2-2.
Falcao siempre está. Queiroz lo intuyó y lo mandó a la cancha en una sobrepoblación de nueves. Cumplió a su manera. Un gol que se gritó con todo.