Este jueves la Selección Colombia Sub 20 se medirá al líder e invicto Brasil por la clasificación al Mundial. En defensa la Tricolor ha ido consolidando a un Kevin Mantilla que se empoderó en la posición y es pieza clave para el esquema de Héctor Cárdenas.
Brasil saldrá con todo al máximo escenario deportivo de la capital colombiana teniendo como principal carta de presentación los goles de Vitor Roque (6) y Andrey Santos (5), pero el anfitrión irá a contrarrestar sus intenciones con la seguridad, el liderazgo y la entrega que ha venido demostrando un Kevin Mantilla desde la parte defensiva. Con sus 19 años y 1,85 metros de estatura el zaguero se convirtió en parte fundamental para el andamiaje de la Tricolor en este Sudamericano.
Mantilla es un jugador a quien a pesar de ser defensor no le quema la pelota en los pies, es inteligente, le da salida limpia al equipo desde atrás, pero cuando la situación lo amerita es serio y entiende que tiene que reventarla alejando el peligro de gol.
Como central su funcionamiento ha cobrado importancia y responde a la confianza que le ha dado el entrenador Héctor Cárdenas, quien ha dispuesto de su titularidad en todos los partidos del certamen que se disputa en Colombia.
Kevin ha respondido a la altura de las circunstancias, es junto con el portero Marquines el único del seleccionado colombiano que nunca ha sido reemplazado en el equipo durante el Sudamericano, pero además lo ha hecho mostrándose como el mejor en defensa en los 630’ disputados.
Es un futbolista que brinda mucha seguridad a todo el equipo, ha mostrado carácter ante los diferentes rivales, tiene actitud, es seguro en los cierres, incluso en varios que ha tenido que ir rastrero dentro del área, pero cuenta además con el ‘timing’ suficiente para ir con confianza y evitar faltas que podrían salir muy caro, su sapiencia y ubicación lo han llevado a que hasta ahora después de siete partidos nunca haya recibido ni siquiera una amonestación.
Para fortuna de la afición colombiana y del técnico Cárdenas, Mantilla logró consolidar una buena dupla defensiva junto a Fernando Álvarez, con quien ya tuvo que medirse al poderío de Brasil en ataque y con quien ya suma cuatro partidos como pareja de zagueros, incluyendo los últimos dos juegos en que la Tricolor se llevó la victoria y donde sacó el arco en cero.
Ambos tienen movimientos coordinados, conforman una sociedad que pareciera llevar más partidos juntos y esa sintonía proporciona más confianza para que los laterales se atrevan más para pasar a la otra mitad del campo.