El bendito fútbol tiene cosas inexplicables. La salida de Luis Mejía de Nacional fue bajo tormenta. El golero se fue en medio de una polémica. Su salida del equipo generó el enojo del panameño con el entonces técnico Jorge Giordano que optó por el Chino Sergio Rochet.
Pero la vida da vueltas. Y el fútbol le tenía deparada una gran sorpresa a Mejía. Después que su nombre sonara seguido en las radios como posible incorporación de Peñarol, se produjo la vuelta a Nacional. Y el panameño se bajó del avión -llegó el martes- y el técnico Álvaro Recoba lo mandó a la cancha en el primer clásico de verano contra Peñarol.
La última vez que Mejía había defendido el arco de Nacional en un partido oficial databa del 17 de diciembre de 2020 cuando, por la Copa CONMEBOL Libertadores, debió ingresar a los 17 minutos del partido ante River Plate de Argentina. Aquella noche, Sergio Rochet fue expulsado y Mejía debió ingresar al campo de juego con el partido 0 a 0. Fue una noche dura de digerir porque los tricolores terminaron siendo duramente goleados por 6 a 2.
A nivel local, el golero panameño había jugado por última vez en el arco de Nacional el 3 de octubre de 2020 cuando los tricolores vencieron 3-1 a Liverpool por la decimotercera fecha del Apertura en Belvedere.
Al tiempo que las sensaciones que provoca un clásico no las vivía desde el 9 de agosto de 2020 cuando, por la cuarta fecha del Torneo Apertura, tricolores y aurinegros igualaron 1 a 1 en el Estadio Centenario. Mejía volvió al arco de Nacional y transmitió tranquilidad con intervenciones donde mostró su nivel.
A los 9 minutos la pelota le quedó en el área al ecuatoriano Castillo que, casi sin ángulo, obligó a una intervención del golero tricolor Mejía. El golero tricolor volvió a ser fundamental cuando, a los 22 minutos, Velázquez se equivocó al intentar despejar y Ángel González encaró rumbo al arco habilitando a Javier Cabrera. La definición del delantero aurinegro la contuvo Mejía con las rodillas.
Y en la última del partido evitó la caída de su arco ganando un mano a mano contra Maximiliano Silveira que intentó eludirlo pero el golero adivinó la intención.
En la definición por penales se transformó en el héroe de Nacional al tapar dos (Castillo y Silvera) de los tres remates que ejecutó Peñarol para darle el primer triunfo clásico a los tricolores. El regreso de Mejía fue soñado. Definitivamente, el bendito fútbol tiene cosas inexplicables.