Lionel Messi, que está festejando su su trigésimo séptimo cumpleaños, dio una entrevista durante la Copa América con Argentina, donde se refirió a su don para jugar al fútbol y comparó a la Selección con el Barcelona de Pep Guardiola. Además, habló sobre la autocrítica por las derrotas, el peor vestuario en el que le tocó estar y la renuncia y la vuelta a la Albiceleste.
El capitán de la Albiceleste, en una entrevista junto a Juan Pablo Varsky en su canal de streaming Clank!, habló sobre sus inicios en el fútbol: "Por lo que dicen, desde muy chico siempre era diferente. La gente me iba a ver. Yo no me daba cuenta. Fui entendiendo eso cuando fui creciendo".
"Simplemente jugaba porque me encantaba la pelota, me divertía estar con una pelota. Era mi pasatiempo. Vivía a toda hora pateando y buscando a alguno para jugar. Nací con eso. Me encantó el fútbol, como a la mayoría de los argentinos, desde muy chiquito. Siempre fue mi manera de verlo, más allá de mis responsabilidades, de los objetivos que uno se proponía cuando ya era más profesional. Siempre intenté divertirme, como lo hice desde el primer día", comentó con felicidad Messi.
"Tengo muy claro que nací así porque Dios me eligió a mí, fue un don el que me dio. Yo intenté aprovecharlo, hice todo lo posible para sacarle todo el jugo. La verdad, si bien hice muchas cosas, no hice nada para ser el jugador que ya de chiquito era", concluyó sobre su don con la pelota.
El amargo debut con la Selección Argentina y el rol del Kily González
Leo fue expulsado en su primer encuentro con la Selección Argentina después de haber estado solo 45 segundos en cancha: "Me acuerdo que toqué dos o tres pelotas. Había hecho un arranque antes de la jugada que me echan, muy parecida, pero no entendía nada cuando me habían echado porque me había pasado un montón de veces eso de que me agarran y querer sacármelo de encima. El árbitro tampoco tuvo nada de tacto, simplemente me echó, que tampoco era para roja".
"Fue durísimo para mí porque significaba mi debut, mi primer partido y que sea de esa manera", comentó el astro argentino y agregó: "Yo entré al vestuario muerto, no me podían contener, pero el vestuario me arropó muchísimo, el Kily (González) me decía: 'A mí me pasó lo mismo y después jugué en la selección no sé cuántos partidos'. El fue muy cariñoso, se me pegó y me cuidó, tanto él como todos. Scaloni también contó que el primer pase me lo había dado él".
La autocrítica y el cambio de mentalidad
"Siempre fui así, muy autocrítico. Soy el primero que sé cuando hago las cosas bien o cuando hago las cosas mal", inició Messi sobre su autoexigencia y continuó: "Muchas veces me puteo, que cómo voy a perder esa pelota, cómo voy a perder ese pase".
En ese momento, remermoró la jugada de la final de Qatar 2022 que terminó con el empate 2-2 de Francia: "Por ejemplo en la jugada del Mundial me quería matar porque si bien fue una pérdida lejos del arco, cerca del banco de ellos, era una pelota que la perdí por querer hacer una de más, por boludear, por no buscar ir para adelante y también porque cuando quiero hacer el último pasito medio que se me queda la pelota y me queda lejos y ahí es donde me corre el otro y me la saca".
Respecto a las derrotas y cómo cambió con el tiempo su mirada sobre ellas, señaló: "Con el tiempo se aprende de las derrotas, por ahí cuesta porque hay derrotas que son difíciles de superar o a mi, por lo menos, no me gusta revivirlas. Pero a la larga ayuda y te hace crecer".
"Desde la llegada de mi primer hijo cambió mucho mi forma de ver las derrotas. Yo perdía un partido y podía estar dos o tres días encerrados sin querer hablar con nadie, ir a entrenar mal, con la cabeza pensando en todo. Pero cuando llegó Thiago me cambió todo, llegar a casa y verlo a él me hacía olvidarme un poco de lo que había pasado", sostuvo Messi.
La renuncia a la Selección Argentina y su vuelta
"El 2016 fue el peor vestuario en cuanto a tristeza", comenzó Messi sobre la caída en la final de la Copa América y añadió: "Era la tercera seguida. Habíamos hecho una Copa América muy buena, llegando a la final siendo muy superiores. En esa final a Chile, a nivel de juego fuimos superiores, y volvíamos a perder en penales. A raíz de todo eso pasó lo mio y mi declaración".
"Cuando erré el penal me quería matar porque era el primer penal, el que nos ponía en ventaja. Le quise pegar fuerte cuando sabía que no hacía falta, que tenía claro que a Bravo lo conocía y bueno, ahí me hice la cruz a mi mismo por no poder poner en ventaja al equipo después de que ellos habían errado", señaló Leo.
Sobre la inserción en el nuevo grupo que se armó en la Selección para su regreso en la Albiceleste, destacó el rol de Rodrigo De Paul: "Me pasó que me costó mucho volver a la Selección después de lo que pasó porque eran todos nuevos, porque yo no conocía a ninguno personalmente. A mi se me hace muy difícil entrar en los grupos por mi forma de ser, a pesar de que pasé mucho tiempo en la selección. Me costó".
"Ellos ya venían de jugar un par de amistosos y haber ganado un par de partidos, ya se conocían, y era también como el inicio de ellos, de una nueva generación", dijo el delantero y continuó: "En ese momento, Rodrigo me ayudó mucho por su manera de ser. Me acuerdo que cuando lo conocí me recordó mucho al Pocho (Lavezzi), era muy parecido, muy alegre y muy bueno para el grupo. Hacía que todos sacáramos lo mejor de nosotros".
"El primer dia se me acercó, estuvimos hablando, con Ota (Nicolás Otamendi) también. Hizo que yo entrara al grupo mucho más rápido de lo que hubiese imaginado. Creo que fue una ayuda para los dos lados, que él me integrara al grupo y mi postura de sacarme la vergüenza e intentar ser yo el que de el paso para acercarme a los chicos también, porque era algo nuevo para todos y enseguida fue muy sencillo porque cuando hay buena gente, es mucho más fácil", reveló Messi sobre los primeros momentos con el nuevo grupo.
El mediocampo del Barcelona de Guardiola y la Selección Argentina
Messi señaló que el equipo se afianzó con el encuentro frente a Brasil en la Copa América: "Más allá del resultado, encontramos una idea y unos medios maravillosos, donde la mayoría en algún momento fue enganche y se nota mucho".
"Empezamos a no perder tantas pelotas en la mitad de la cancha y no hicimos fuertes con la posesiones largas. Todos los medios tienen muy buen pie", remarcó Leo y finalizó: "Encontramos un poco, salvando las distancias y sin comparar, lo que eran Xavi, Iniesta y Busquets en su momento".