Francia no clasificó a los cuartos de final de la UEFA Nations League... todavía. Pero dio un paso muy importante este lunes al vencer 2-1 a Bélgica en Bruselas por la cuarta fecha del grupo, situación que ubica a los galos con nueve puntos, cinco por encima de unos belgas que quedan con cuatro y en la pelea por la permanencia. La diferencia la hizo Randal Kolo Muani con un doblete, en un encuentro áspero y que podría haber sido mucho más dificultoso de los que fue para los de Deschamps. Es que a los 23', William Saliba bajó a Loïs Openda en el área francesa y le dio la oportunidad a Youri Tielemans de penal. El volante, sin embargo, le pegó tan de abajo a la pelota que no pasó ni cerca del horizontal. Eso le dio chance a Francia de reacomodarse, y una insólita mano (o codo) de Wout Faes esta vez volvió a posibilitar una chance de abrir el marcador, esta vez para los galos. Fue Kolo Muani quien no falló desde los doce pasos, ejecutando al palo derecho de un arquero que se estiró al izquierdo. 1-0 en Bruselas a los 35'. Pero pocos minutos después, ya en tiempo adicional de la primera mitad, fue Openda el encargado de igualar las acciones tras conectar un centro preciso de Timothy Castagne, que lo encontró picando y conectando en el área chica ante la pasividad de Mike Maignan. Ya en el complemento, ambos equipos fueron buscando una victoria necesaria, aunque los belgas lo necesitaban más. Pero el partido se acható y fue Francia quien aprovechó. Primero avisó con una conquista de Manu Koné invalidada por una mano previa, y luego confirmó con un Kolo Muani que hizo lo que mejor saben hacer los delanteros: encontrar el espacio con una diagonal letal. Así llegó el gol, luego de una triangulación y un centro de Lucas Digne que lo encontró aprovechando ese espacio en el área belga, dejando sin chances a Koen Casteels. Y el partido prácticamente no se jugó más. Pese a los cambios del entrenador Domenico Tedesco, Los Diablos Rojos no volvieron a inquietar a Francia, excepto una vez, cuando encontraron un hueco y generaron un mano a mano cortado con falta a tiempo por Aurélien Tchouaméni, decisión que le costó la segunda amarilla y la roja. Pero Bélgica no pudo aprovechar la superioridad numérica y el reloj transcurrió, sin emociones, casi decretando su eliminación y la clasificación francesa. Lo que les restará a los belgas ahora será jugarse todo o nada en las últimas dos jornadas, o pelear por la permanencia para la próxima edición.