El serbio Branislav Ivánovich, del Chelsea, llegó a San Petersburgo para fichar por el Zenit, ya que no estaba contando esta temporada para el técnico italiano Antonio Conte.
Según medios locales, Ivánovich aterrizó en el aeropuerto Púlkovo, y se dirigió a la sede del Zenit, para firmar un contrato de dos años y medio, a razón de cinco millones de euros por temporada.
El central serbio reconoció a la prensa que se encuentra en plena forma y dispuesto a jugar al fútbol, pero se negó a comentar su posible fichaje por el Zenit.
"Hay que esperar un poco", dijo Ivánovich, de 32 años.
Al parecer, el Zenit no pagará un kópek por el central serbio, ya que el club presidido por el ruso Román Abramóvich lo ha dejado marchar como agente libre.
El equipo entrenado por el rumano Mircea Lucescu buscaba desesperadamente un central, ya que desde la salida del argentino Ezequiel Garay al Valencia, la defensa ha sido la línea más débil del equipo.
El Zenit quiere vender cuanto antes al belga Nicolas Lomberts y adquirir en su lugar a Ivánovic, que es un viejo conocido de la liga rusa, ya que militó en el Lokomotiv Moscú antes e fichar por el equipo de Abramóvich en 2008.
El propio Conte había admitido que desconocía el futuro del central serbio, que ha dispuesto de muchos menos minutos esta temporada -seis partidos de titular-, tras ser un puntal del equipo londinense durante muchos años.
Ivánovic, que puede jugar tanto de central como de lateral derecho, ha ganado dos ligas, tres copas, la Liga de Campeones y la Liga Europa desde que recalara en Londres.
El Zenit, que es segundo clasificado de la liga rusa, ha pasado en las dos últimas temporadas de grandes desembolsos a vender a dos de sus principales estrellas, el brasileño Hulk y el belga Witsel, a la liga china para hacer caja.