A pesar de los fuertes rumores que lo vinculaban con un pase a Manchester United durante la ventana de pases de enero, Erling Haaland, la gran promesa del fútbol esta temporada, decidió que Borussia Dortmund, un peso pesado de la Bundesliga, era el mejor lugar para continuar con su educación futbolística. Resultó ser una decisión inteligente, ya que su impresionante racha goleadora no afloja. ¿Qué hay detrás del repentino salto a la fama del delantero noruego de 19 años? ¿Podrá sostener semejante seguidilla de actuaciones? ¿Y puede convertirse en el nuevo Robert Lewandowski o Falcao? ¿En el centro delantero que defina la década de 2020?
Aunque recién llamó la atención del mundo del fútbol a nivel global a fines de 2019, Haaland, hijo del ex defensor de Leeds United y Manchester City Alf-Inge, desde hacía tiempo que era un jugador popular en el circuito de los cazatalentos europeos. Debutó profesionalmente a los 15 años en la primavera de 2016 con su club local Bryne, en la segunda división del fútbol noruego. En seguida fue fichado por Molde FK, de la primera división de Noruega, y marcó el gol de la victoria en su debut competitivo. A los 17 años se convirtió en una pieza clave de la selección sub-19 de Noruega, y cuando marcó cuatro goles en tres partidos en un torneo de clasificación del Campeonato de Europa Sub-19 a principios de octubre de 2017, los mejores clubes europeos empezaron a interesarse en serio en el adolescente escandinavo.
Hace más de 20 años que trabajo en diferentes lugares de Europa en una variedad de roles deportivos, y, siendo noruego, durante los días posteriores a aquel torneo viejos amigos y contactos empezaron a llamarme, buscando información sobre el jugador que cada uno tenía la esperanza de haber sido el primero en descubrir.
En cuestión de semanas, una serie de importantes clubes europeos seguían el rastro de Haaland, y de ahí en más, el asesor más cercano del joven, su padre "Alfie", aparentemente ha estado desbordado manteniendo a raya a los pretendientes. A pesar de que visitó varios clubes de Europa, quedó claro que el joven Haaland, dirigido en su momento por Ole Gunnar Solskjaer en Molde, sólo dejaría Noruega por un club que le diera protagonismo en el primer equipo. Jugar en una academia, como hizo su compatriota Martin Odegaard cuando dejó Stromsgodset por Real Madrid Castilla unos años antes, fue plenamente descartado. El joven, muy seguro de sí mismo, quería aprender jugando competitivamente.
Hoy, apenas 14 meses después de dejar Molde por Red Bull Salzburgo en enero de 2019, Erling puede ofrecerle a su padre entradas a los partidos locales de Dortmund a modo de agradecimiento por haber manejado a la perfección los primeros pasos de su carrera. El año en Austria fue una plataforma ideal para Haaland, para adaptarse y aprender en la organización más estricta, pero manejable, del ultra profesional Red Bull. Y aunque seguramente le hubiera gustado tener más participación durante la primera mitad de la temporada en Salzburgo --solamente jugó dos partidos de liga-- su introducción gradual finalmente tuvo su recompensa.
Tras una sensacional actuación con Noruega que le mereció el Botín de Oro en el Mundial Sub-20 de mayo, en el que marcó un récord de nueve goles en un partido contra Honduras, su rápido crecimiento en términos de nivel y habilidades culminó en una impresionante serie de ocho goles en cinco partidos de Champions League para los austríacos en la segunda parte del año, incluyendo un hat trick en su debut de Champions contra Genk. Con estas increíbles actuaciones, quedó claro que al jugador de 19 años el fútbol austríaco ya le quedaba chico, y pronto empezó a ser vinculado con prácticamente todos los grandes clubes de Europa, sobre todo Manchester United, donde su ex entrenador, Solskjaer, era DT. Pero, a pesar del gran interés de los Red Devils, decidió pasar a la Bundesliga.
Optar por Borussia Dortmund en lugar de otros destinos más glamorosos resultó ser una decisión muy inteligente de la familia Haaland que, posiblemente para consolidar su creciente reconocimiento mundial, "internacionalizó" el apellido de Erling de Haland a Haaland, dejando de lado la complicada å noruega. La Bundesliga es un paraíso para el fútbol ofensivo, y este conjunto de Dortmund, con sus extremos abiertos y de perfil ofensivo, sus inteligentes volantes de creación y sus delanteros abiertos cuyo movimiento genera espacios, ofrece las condiciones ideales para que un centro delantero dinámico y potente pueda triunfar.
Haaland ha aprovechado eso, marcando un hat trick en 23 minutos en su debut en la Bundesliga y continuando con su impresionante forma en la Champions League. Mientras que Cristiano Ronaldo todavía no comenzará a mirar por encima del hombro, el record del portugués de 128 goles en la CL podría estar bajo amenaza si Haaland continua de esta manera. Después de todo, Cristiano necesitó cerca de 30 partidos para entrar en calor en la CL. Haaland ha sumado 10 goles en sus primeras siete apariciones.
Haaland posee características físicas sobresalientes: un ritmo sorprendente (y también el cambio de ritmo), una potencia impresionante, un pie izquierdo formidable. Y su sexto sentido para estar siempre en el momento y lugar adecuados y la inteligencia para dejar atrás a su marca en el momento justo, son la evidencia de una mente de fútbol sofisticada que también se está comenzando a lucir cada vez más.
Sus apariciones en el nivel de la Champions League fueron con la apariencia de alguien que realmente cree que merece estar allí al lado de los mejores del juego. Quizá tengamos que volver a la época de Wayne Rooney con Inglaterra en la Euro 2004 para encontrar un adolescente que capaz de imponerse de esa manera en el nivel más alto.
Si bien no hay dudas de que su entusiasmo joven es una gran fuerza impulsora, también está claro que Haaland se ha desarrollado radical y rápidamente durante los últimos seis meses. Pasó de ser un poco negligente en su juego de presión, por lo general quedándose sin fuerza al final de los partidos, a ofrecer una energía constante durante los 90 minutos. Esto ha sido particularmente visible en la victoria de visitantes del último fin de semana ante Werder Bremen, en la que el cobró vida en la última media hora.
Teniendo en cuenta los absurdamente productivos últimos seis meses del noruego, parecería un tanto ridículo señalar cualquier debilidad que tenga su juego, pero sin dudas hay espacio para mejoras en su juego aéreo. Uno podría decir que este jugador de 6´4 pie juega como alguien de menor altura, recostándose en su ritmo, equilibrio, determinación y voluntad de enfrentar a sus rivales en el piso antes que el aire. De hecho, hasta el día de la fecha ha priorizado el arte de direccionar la pelota por medio de un perfectamente coordinado movimiento de cabeza, que te hace pensar en la amenaza que se podría convertir una vez que también desarrolle su apetito por convertir los cruces.
Para mejorar su juego de retención, también tiene que trabajar en su primer toque. Poder controlar la pelota con prolijidad y rápidamente cuando la recibe es una habilidad fundamental para un centro delantero completo y – dejando de lado lo bizarro que puede sonar cuando se trata de alguien que está en proceso de superar todos los records de goles -- una que se tiene que convertir en una característica fundamental de su juego si pretende convertirse en un delantero central completo. Y mientras que Haaland ya está mucho más cómodo como parte de la rápida combinación de Dortmund en el último tercio, necesita pulir sus pases y aprender cuándo aguantar la pelota para ganar un tiro libre o hacer tiempo para ayudar a sus compañeros a llegar hasta él.
Antes de escribir esta columna me encontré con un reconocido director deportivo, que fue el que primero me llamó en relación a Haaland a fines de 2017. Aunque no quiere que se sepa su hombre, lo que sí me dijo fue: "No me sorprende el lugar donde se encuentra Haaland el día de hoy, pero me sorprende lo rápido que ha llegado. De alguna manera sigue siendo el chico que dejó a todos con la boca abierta en el Mundial Sub-20 de la FIFA, pero más rápido y más potente.
No tengo dudas de que Haaland ha llegado al más alto nivel para quedarse, pero será interesante ver cómo se maneja ante la adversidad: está en medio de una increíble racha ahora, pero no será eterna. Simplemente no es posible. Si piensas en los centro delanteros top de los últimos 20 años, futbolistas como Lewandowski, Zlatan Ibrahimovic y Falcao, diría que Haaland todavía no está en su nivel de control cercano y refinamiento táctico. Pero, por otro lado, a ellos les llevó un poco más de tiempo llegar a los mismos niveles competitivos que Haaland. Y, además, el físico del noruego es algo de otro mundo”.