Tiene rato que Pep Guardiola es señalado como el mejor técnico. Desde la gran generación de futbolistas que pudo formar y forjar en la Masía y el Barça B, pasando por su irrupción a la primera que vino de la mano de muchos títulos y un estilo que maravilló al mundo. Entrenador innovador por donde quiera que se le vea. La asociación de sus futbolistas, el pasé imposible entre líneas, terminación de jugada siempre por el centro y a ras de suelo (no centros). Un estilo que sirvió para que el Barça lo ganara todo, y la selección española, también (con Luis Aragonés y Vicente del Bosque de técnicos).
En los últimos tiempos el Liverpool, tras ganar Liga y Champions, con un estilo que llena el ojo, basado en un estilo explosivo, dinámico, con fortalezas en todas sus líneas y dirigido por el alemán Jürgen Klopp, alza la mano cuando se habla de los mejores estrategas del mundo.
Ya desde que era técnico del Mainz comenzó a llamar la atención. La promesa de excelente entrenador se confirmó en Dortmund, un equipo al que le impregnó su estilo, su personalidad, su buen fútbol. Su actualidad con el Liverpool, campeón de la Premier League con anticipación, ha sido la maestría, el doctorado del teutón.
Hay otros nombres que no debemos olvidar. Zidane, Mourinho, Ancelotti, todos ganadores, nombres conocidos y reconocidos, habría que mencionarlos, que ponerlos en la selecta lista.
No olvidemos a Marcelo Bielsa, que sin ser haber alzado muchas copas, tiene un sello muy especial, técnico formador, que sabe parar a sus equipos de muy diversas maneras, trabajador incansable, quizá el mejor analista de videos y datos del mundo.
Mención especial para los viejos maestros. Se trata de Rinus Michels, Cruyff, Kovács, Erns Happel, Sacchi, innovadores todos del juego de la pelota (estos, junto con Pep, comen aparte).
Una vez dicho lo anterior, quiero en esta ocasión, hablar de un chico maravilla, de un técnico que debutó en la primera división con sólo 28 años de edad, que por una lesión no pudo ser profesional.
Dirigiendo a un equipo de pueblo, el 1899 Hoffenheim, que apenas logró el ascenso a la máxima división en el 2008, Julian recibió la oportunidad de su vida en el 2015. Tras un primer año complicado, quedando más cerca de las últimas posiciones que de las primeras, Nagelsmann logró resultados destacadísimos, metiendo por primera vez en su historia al Hoffenheim en Champions League.
Tras cuatro campañas, el Leipzig alzó la mano para hacerse de los servicios del chico maravilla. Ya con cuatro años de experiencia, pero siendo muy joven aún (32 años de edad), el Club del noreste del estado de Sajonia, Nagelsmann impuso su sello. Con un equipo que juega con muy pocos alemanes, cuya base son austriacos y húngaros, su estilo de juego es frontal, articulado, logrando un nivel destacado pese a no contar con grandes estrellas del balompié, terminando en el tercer lugar, es decir, jugará una vez más Champions League, a la que podría llegar como campeón; ya es semifinalista, y todo puede pasar.
Su mejor futbolista es el atacante Timo Werder, o debería decir, su ex mejor futbolista, ya que fue vendido al Chelsea inglés en 53 millones de euros, por lo que no participó en el partido de la actual UEFA Champions League vs Atlético de Madrid (prefirió recibir un dinero extra lo mismo que el club por cederlo con anticipación).
El surgimiento de talento joven en los banquillos alemanes no es una casualidad, aunque queda claro que la brillantez de Nagelsmann destaca y de qué forma.
En Alemania es tendencia el darle oportunidad a entrenadores muy jóvenes, algunos sin experiencia como asistentes o inclusive si haber dirigido equipos profesionales (sólo conjuntos de juveniles).
Ahí están las carreras de personajes como Domenico Tedesco o Alexander Nouri, por mencionar algunos.
La cantera no es sólo de futbolistas en la Bundesliga, es también de entrenadores, de técnicos que llegan con ideas nuevas, proyectos nuevos, que con menos hacen más; con el empuje de la juventud , obligando a la rotación de los profesionales de la táctica, la estrategia, de la metodología del entrenamiento.
El nacido en el pueblo de Landsberg am Lech, al suroeste de la Bavaria, todavía está lejos para pertenecer a la lista con la que comencé esta columna.
Sin embargo, atención, mucha atención, que Julian podría dirigir, muy pronto, a un grande de Alemania o Europa, dando el salto de calidad, para grabar su nombre en la historia de los mejores, ganando títulos y reconocimiento a muy temprana edad.
El joven maravilla está en el camino correcto. Al tiempo.