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Man United, Barcelona, Juárez y otros clubes que hacen sufrir a sus hinchas

El deporte es cruel. Ya lo dijimos. Juega con nuestras emociones, se mete en nuestros corazones, los llenan de alegría y los destrozan con la misma rapidez. Todos los equipos saben lo que se siente al perder un partido importante, pero ¿y qué hay de toda una temporada llena de derrotas? ¿De una década? ¿De toda una vida?

El mundo del fútbol está lleno de aficiones descontentas. Sin embargo, si la definición de dolor se reduce a no ganar todos los trofeos, o quedar eliminados en cuartos de final de Champions, pues piénsenla de nuevo. No han oido nada.

La edición del año pasado del Misery Index de ESPN se concentró en clubes históricos con largas rachas sin campeonatos. Este año, los expertos de ESPN se enfocaron en clubes grandes y pequeños que sufren en este momento, explicando por qué es tan difícil ser hincha de esos equipos.

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Manchester United: Un súper equipo superado por sus rivales

Manchester United está sumido en la miseria; sin embargo, no esperen que los seguidores de otros clubes sientan lástima por los hinchas del equipo más exitoso en la historia del fútbol inglés.

Desde que Sir Alex Ferguson se retiró en mayo de 2013, tras conquistar el campeonato de la Premier League, United no siquiera ha estado cerca de aspirar al campeonato. Tampoco han finalizado alguna temporada por encima de sus rivales de patio Manchester City en la tabla de posiciones. Considerando sus éxitos anteriores, nadie que no sea hincha del equipo va a derramar una lágrima por sus pesare, pero hay una pancarta que despliegan los seguidores del club que explica su dolor.

Haciendo referencia a la canción "Sit Down" de la banda James, la canción dice "Si no hubiese visto tanta riqueza, no tendría problema con ser pobre". Y ese es el problema de United en una era que es dominada por Liverpool y el City. Los éxitos de su pasado reciente son un recuerdo doloroso de cómo solían ser las cosas, y cada intento del club por volver a la cima resulta ser un tropiezo y caída.

Lo que nos trae al presente, y por qué es tan doloroso ser hincha de United. Aunque el club fichó a Cristiano Ronaldo este verano, 12 años después que partió hacia Real Madrid por 80 millones de libras, ese ha sido uno de los pocos puntos positivos de esta temporada. United fue humillado en una derrota por 5-0 ante Liverpool el mes pasado en Old Trafford, y dos semanas después Manchester City lo venció 2-0 sin despeinarse ante 70,000 seguidores de los Diablos Rojos.

Los hinchas de equipos visitantes suelen burlarse del técnico Ole Gunnar Solskjaer, y a pesar del creciente descontento entre jugadores e hinchas, el timonel noruego parece tener seguridad de trabajo. Varias fuentes han dicho a ESPN que Solskjaer ha perdido el respaldo de varios jugadores veteranos, que están frustrados por sus limitaciones tácticas, al igual que su incapacidad para dar oportunidades de juego a futbolistas como Donny van de Beek y Jesse Lingard. Y a pesar de los goles de Ronaldo, incluyendo varios en los minutos finales para sellar triunfos o empates, el futuro luce poco prometedor.

Ningún club tiene tantos títulos domésticos como United, cuyos 20 campeonatos superan los 19 de su rival Liverpool. Desde el nacimiento de la Premier League en 1992-93, United ha ganado 13 títulos, una amplia ventaja sobre cualquier otro equipo. Chelsea y City han ganado cinco cada uno, y tendrían que ganar cada título de la Premier por el resto de esta década para empatar a United. De todas formas, City y Liverpool tienen amplia ventaja en su nivel actual bajo el mando de técnicos de primera categoría como Pep Guardiola y Jurgen Klopp, y no hay señales de que United vaya a regresar a la cima en el futuro inmediato. -- Mark Ogden


Barcelona: Messi se fue... ¿qué queda?

Las grietas ya se comenzaban a ver sobre la cancha y tras bastidores en años recientes; no obstante, el despido del técnico Ernesto Valverde en enero de 2020 aceleró la caída del Barcelona al foso. Lo ocurrido durante los 22 meses posteriores se puede describir mejor utilizando la jerga de redes sociales: “Los años difíciles. Abro hilo”.

Desde entonces, se han cesanteado otros dos entrenadores (Quique Setién y Ronald Koeman); mientras que el presidente Josep María Bartomeu, que cayó en desgracia, renunció tras producirse una revuelta en su contra por parte de los hinchas barcelonistas. Lionel Messi quería dejar el club el año pasado, pero se vio obligado a permanecer. Este año quería permanecer, pero se vio obligado a partir. El club no podía renovar su contrato, y Messi fichó por el Paris Saint-Germain a cambio de nada. Se forzó la salida de Luis Suarez tras la humillante derrota 8-2 sufrida el año pasado a manos del Bayern Munich, para después ver al uruguayo marcando los goles que aseguraron el título de LaLiga a sus rivales del Atlético de Madrid en la campaña anterior.

El afán por desprenderse de Suárez (y de otros veteranos tales como Ivan Rakitic, Arturo Vidal y Antoine Griezmann) se debió a la desesperada necesidad de reducir la masa salarial. La plantilla ya había aceptado reducciones y diferimientos salariales desde la llegada de la pandemia del coronavirus; sin embargo, se requería hacer mayores reducciones, con el club mostrando una deuda bruta que asciende a €1.400 millones. LaLiga castigó al Barça por sus pérdidas económicas, reduciendo su límite de gastos (esencialmente, el dinero que pueden utilizar en salarios y fichajes), que pasó de €600 millones antes de la pandemia a la exigua cantidad de €97 millones para la actual temporada.

Luego está la campaña de desprestigio que Bartomeu llevó a cabo en redes contra leyendas del club, que condujo a su detención a principios de este año y provocó múltiples dimisiones en la Junta Directiva anterior. El caos vivido fuera de la cancha tuvo como consecuencia derrotas en lo deportivo ante Real Madrid, Atleti, Bayern (por segunda ocasión), Benfica… y la lista sigue.

El regreso a la presidencia de Joan Laporta, la contratación de Xavi Hernández como DT y una prometedora camada de jóvenes sirven, finalmente, como motivos para sentir optimismo en el Camp Nou; sin embargo, los hinchas culés se dejarán llevar por la cautela para evitar emociones excesivas. Si los últimos 22 meses les han enseñado algo, es que la próxima crisis en este club disfuncional nunca está demasiado lejos. – Sam Marsden


Norwich City: ¿Equipo sin liga?

Los hechos básicos de la trayectoria del Norwich en Premier League son duros: colistas de la tabla y es probable que continúen su existencia yo-yo, siendo efectivamente el “vigesimoprimer mejor club” de Inglaterra. Han anotado más de un gol solo una vez en sus 29 compromisos más recientes en Premier League, ciclo que comprende la actual campaña y la anterior que jugaron en Primera División, específicamente en 2019-20; imponiéndose en uno de sus últimos 21 cotejos en Premier. Más vale que comiencen a planificar su vida de regreso al Championship.

A pesar de toda la oscuridad y tristeza, se avistan destellos de esperanza. La reciente Fecha FIFA les permitió empezar de nuevo, con la llegada del ex técnico del Aston Villa Dean Smith en sustitución de Daniel Farke. Esta es la próxima etapa de la evolución del Norwich: un club que no cuenta con un benefactor acaudalado, pero que logra ser autosuficiente. El Norwich ocupó el puesto 11 entre los equipos europeos que más invirtieron en el pasado mercado de fichajes veraniego, centrando su contratación en jóvenes figuras, incluyendo al artillero estadounidense Josh Sargent; aparte de contar con uno de los directores deportivos más astutos, como lo es Stuart Webber.

Webber no siente temor de romper el muro de los lugares comunes. Después de la paliza 7-0 sufrida a manos del Chelsea, finalmente dijo ‘basta’. “No vinimos a esta liga a ser turistas e intercambiar camisetas con otros jugadores”, declaró Webber a finales de octubre pasado. En ese momento, mientras el Norwich se preparaba para recibir la visita del Leeds United, el director deportivo también reprochó a los hinchas del club, afirmando que sus encuentros en casa “se sentían un poco planos”, al tiempo que se dirigía a los críticos del equipo.

Una importante estación de radio ha sido particularmente crítica del club, mientras que el ex mediocampista del Tottenham Jamie O’Hara lo ha calificado de “vergüenza”, llegando a sugerir la reducción de la liga a 18 equipos. Webber respondió que sentía que intentaban “intimidar” al Norwich. “Es hora de devolver el golpe”, indicó Webber, enfatizando que su equipo lo está intentando, en vez de “cobrar dinero” para salir corriendo.

La contratación de Smith ha causado el regreso de cierto optimismo a Carrow Road. El Norwich sigue siendo claro favorito para el descenso, en la que sería su segunda relegación de la Premier League en tres temporadas; no obstante, el Norwich ha armado un modelo sostenible. El club ha invertido 12 millones de libras en sus complejos de entrenamiento, cuentan con una cantera impresionante y ahora tienen a Smith, técnico con experiencia comprobada en Premier League. Los próximos meses serán fascinantes.

“En definitiva, se trata de obtener resultados sobre la cancha”, dijo Webber. “Si perdemos, nos seguirán criticando y alimentaremos ese relato. Tenemos que cambiar eso”. – Tom Hamilton


Juventus: El gigante italiano que apostó y perdió

En vez de ser el salvador, tal como se esperaba, Cristiano Ronaldo se convirtió de muchas formas en la perdición de la Juventus.

Los gigantes de la Serie A se desviaron de un plan armonioso que redundó en dominio total en Italia (antes de la llegada de Cristiano, la Vecchia Signora alzó el doblete de Serie A y Coppa Italia en las cuatro temporadas anteriores); no obstante, decidieron echarlo todo por la borda y apostar fuerte para ganar en Europa (su último título de Champions League se produjo en 1995-96) intentando capitalizar el arribo del astro portugués al club. Desde su incorporación, la Juve ha cambiado de técnico tras la conclusión de todas las temporadas, sin avanzar más allá de cuartos de final en la competición más prestigiosa de Europa.

Sin embargo, la Juventus ha sufrido su peor caída en los últimos 12 meses. La sorpresiva eliminación de octavos de Champions a manos del Lyon en 2020 motivó a la alta gerencia Bianconera a cesantear al entrenador Maurizio Sarri, para darle las riendas del banquillo a un inexperto Andrea Pirlo; y por primera vez en un decenio, no lograron llevarse el Scudetto. Un final inconsistente de la temporada 2020-21, en el que perdieron 3-0 de local ante el AC Milan, les hizo meterse entre los cuatro mejores del torneo italiano en el último día de la campaña, aunque eso fue debido al fracaso del Napoli en sus intentos por imponerse al Verona.

Massimiliano Allegri volvió a la dirección técnica del club en mayo; sin embargo, inmediatamente debió lidiar con la salida de Cristiano al final de la ventana de fichajes, y el resultado fue de cuatro derrotas en sus primeros 12 compromisos, con los Bianconeri ubicados en el octavo puesto y a 14 puntos de distancia de la cima. Un ciclo de cuatro victorias consecutivas por marcador 1-0 en todas las competiciones, incluyendo el triunfo sobre los actuales campeones de Europa del Chelsea, dieron la idea de que Allegri había recuperado su magia. No obstante, la racha victoriosa fue seguida de sorprendentes reveses a manos de Sassuolo y Verona.

En pocas palabras: la Juve no está siquiera cerca de donde quiere estar y, después del caos de la era Cristiano, no cuenta con un plan claro para llegar allí. – Andrew Cesare Richardson


FC Cincinnati: Fijando un nuevo nivel de mediocridad en la MLS

En Major League Soccer, donde la paridad entre equipos es una de las intenciones del diseño de la liga, ningún equipo debería permanecer por demasiado tiempo en el sótano. Así era cuando la liga inició su andadura en 1996 con apenas 10 equipos; y es aún más el caso ahora, cuando la matemática básica probablemente dificulta mucho más terminar de último en un circuito conformado por 27 equipos.

Durante los primeros 20 años de la liga, ningún club había terminado en el foso en dos temporadas consecutivas y hasta 2018, Chicago fue el único equipo que había quedado colista en tres ocasiones durante toda su existencia. (San José ha sido último en cuatro ocasiones; sin embargo, dos de ellas se produjeron después que el club original se mudó a Houston y renació utilizando el mismo nombre).

Entonces, llegó el FC Cincinnati.

Desde su campaña debut en 2019, el Cincinnati ha bajado significativamente el listón de cómo definir la ineptitud en la MLS. Ha quedado en la última posición en los tres años que han pasado desde su llegada a la liga, disminuyendo su promedio de puntos por partido cada año con respecto al anterior. La diferencia de goles del Cincinnati (menos-105) es de 66 por debajo del segundo peor equipo en dicho periodo (Vancouver Whitecaps) y tiene menos unidades que los dos clubes de la expansión de 2020 (Nashville e Inter Miami), a pesar de haber jugado 34 partidos más.

Luego de invertir $13 millones (de acuerdo con informaciones periodísticas) en el internacional juvenil brasileño (y Jugador Designado) Brenner y concretar el regreso a la MLS de Luciano Acosta en la temporada baja, las expectativas crecieron. Sin embargo, el club solo logró acumular 20 unidades y su promedio de puntos por partido (0.59) en 2021 ingresó a los libros de récord como el cuarto peor en la historia de la MLS.

El nuevo gerente general Chris Albright, contratado el mes pasado proveniente del Philadelphia Union, donde sirvió como director deportivo, tiene una tarea difícil por delante: replantear la cultura del club. – Kyle Bonagura


Hertha Berlin: Promete mucho, y logra poco

En la mayoría de las grandes naciones del deporte europeo, la ciudad capital de un país juega un rol fundamental dentro de su ámbito futbolístico. Londres tiene al campeón defensor de la Champions League (Chelsea), Madrid cuenta con dos de los tres pesos pesados de LaLiga, como lo son Atlético y Real. París tiene al PSG. Ámsterdam, al Ajax. Roma tiene… pues… a la AS Roma y Lazio, que a veces cobran relevancia. Ese no es el caso de Berlin; aunque eso no se deba a falta de esfuerzo.

El Hertha, campeón de Alemania en 1930 y 1931, clasificó a semifinales de la Copa de la UEFA en 1979, disfrutando de un nivel sólido entre finales del siglo pasado e inicios del actual. No obstante, han quedado relegados de la Bundesliga dos veces en los últimos 12 años y parecían condenados a descender en el torneo anterior antes de hilar una cadena de triunfos en el final de campaña. Un nivel insostenible en partidos decididos por marcador reñido (con 10 puntos en seis partidos 0-1) los mantiene por encima de zona de descenso luego de haber transcurrido un tercio del torneo 2021-22.

El sistema 50+1 característico del fútbol alemán evita que el accionista minoritario del Hertha Lars Windhorst asuma control del club como a él le gustaría; sin embargo, las decisiones tomadas por él no han dado buenos resultados. Los intentos fallidos en la dirección técnica con Jurgen Klinsmann (tres meses entre noviembre de 2019 y febrero de 2020) y Bruno Labbadia (entre abril de 2020 y enero de 2021) condujeron al regreso del exentrenador Pal Dardai. Windhorst ha pagado al menos $11 millones para fichar seis jugadores en los últimos tres años, y sólo uno de ellos (el volante Santiago Ascacibar) ha cumplido con ciertas expectativas. Dos ya partieron, y uno fue cedido.

El Hertha de la temporada 2021-22 es un equipo sin identidad: un ataque directo incapaz de crear oportunidades de gol con calidad; una defensa pasiva que no presiona a sus rivales ni atasca las vías de circulación del balón. Tienen el quinto peor registro goleador y son segundos en goles en contra. Sus mejores jugadores son jóvenes, pero no tan jóvenes ni con la misma calidad vista en otros clubes alemanes.

A menos que logren mantener su magia en partidos reñidos, el Hertha parece destinado a otra lucha por evitar el descenso. Cualquier boxeador les dirá: si pelean muchos combates así, eventualmente perderán uno. – Bill Connelly


Deportivo La Coruña: Un equipo que sueña con regresar un pasado glorioso

El Deportivo La Coruña es líder de la tabla con siete triunfos en 11 encuentros. Entonces, ¿por qué están en el Misery Index? Pues bien, dicha tabla pertenece al Grupo 1 de Primera RFEF. Para aclarar: un club que ganó el título de LaLiga en 2000 y al que el Porto de Jose Mourinho les negó una plaza a la final de Champions en 2004, ahora se encuentran en la tercera categoría del fútbol español.

El Depor ya no compite con el Celta de Vigo, el otro club grande de Galicia, en el silvestre noroccidente español. El año pasado fueron vencidos por las reservas del Celta, el Celta B. Eso fue caer a lo más bajo.

Pocos clubes pueden ufanarse de haber retado constantemente al duopolio conformado por Madrid y Barcelona; pero vaya que el Depor logró hacerlo, y su título liguero del 2000 no fue amor de un día. Quedaron a poco de revalidarlo en 1994 y 1995, quedando entre los tres mejores del circuito en nueve ocasiones durante un periodo de 12 años. Sus plantillas legendarias (el “SuperDepor” de principios de los ’90 y el “EuroDepor” de la década siguiente) estaban repletas de figuras tales como Bebeto, Mauro Silva, Juan Carlos Valerón, Djalminha, Diego Tristán y Roy Makaay. Jugaron en Champions por cinco años consecutivos, convirtiéndose en presencia regular en fases de eliminación directa.

Nada de lo anterior era sostenible. El éxito del Depor se construyó en base a una deuda que eventualmente creció hasta superar 16 veces su presupuesto anual. El declive fue lento y progresivo, con sus dos primeros descensos seguidos por regresos inmediatos a Primera División. Volvieron a descender en 2018, perdieron el repechaje al año siguiente para después hacer implosión. En la temporada anterior, el Depor jugó la tercera categoría semiprofesional por primera vez en 40 años. Sin embargo, sigue siendo un club gigante: su cifra de 17.000 abonados supera a muchos clubes de primera división. Este mes, la sorprendente cantidad de 12.189 personas asistieron para ver a sus canteranos imponerse 5-1 al Maccabi Haifa en la UEFA Youth League. – Alex Kirkland


Schalke: ¿Condenados por la deuda?

Después de una temporada en la que descendieron de la Bundesliga, cinco técnicos distintos, turbulencias en la sala de juntas y la incertidumbre económica que sepulta al club, la vida del hincha del Schalke no puede ser aburrida, a pesar de añorar un poco de estabilidad. Sin embargo, no se puede dar nada por sentado en Gelsenkirchen, mientras el Schalke busca salir de la increíblemente competitiva e interesante Bundesliga 2 para volver a Primera División.

Los seguidores del Schalke deben esperar que la temporada pasada haya sido el punto más bajo. Terminó con los hinchas persiguiendo y atacando a sus jugadores en abril pasado luego de confirmarse el descenso, apenas un par de temporadas después de que el Schalke quedara entre los 16 mejores de la Champions. Su caída en desgracia ha sido bien documentada; sin embargo, fue motivada por las apuestas por el éxito a largo plazo con altos salarios y costosas transferencias. Mientras tanto, fueron cayendo lentamente en su liga, mientras el club hacía implosión tras bastidores. La partida del controversial benefactor multimillonario Clemens Tonnies en el verano de 2020 condujo a una reestructuración gerencial, mientras el club buscaba recortar drásticamente su masa salarial y estabilizar sus finanzas. A pesar de ello, el club no logró encontrar su mejor nivel en el torneo pasado y quedó hundido en el sótano de la Bundesliga.

A pesar de todo lo anterior, el Schalke sigue siendo el segundo club más importante del fútbol alemán, con 155.000 socios y una afición increíblemente apasionada. Actualmente, el club ocupa el quinto puesto en la Segunda División, luego de conformar una plantilla competitiva con jugadores menos conocidos y un presupuesto estricto. A pesar de ello, sufrieron la ignominia de quedar eliminados en DFL-Pokal, la Copa de Alemania, a manos del 1860 Munich de tercera categoría. También existe la sensación de que la turbulencia nunca está muy lejos. Luego de tres derrotas consecutivas en la liga, el director deportivo Rouven Schroder le dio su temido voto de confianza al técnico Dimitrios Grammozis.

Asimismo, existen consecuencias preocupantes a largo plazo si no logran ascender esta temporada, calificadas como “retadoras” por el jefe de finanzas del club. Tras haber jugado el torneo anterior a puerta cerrada, el club registró un déficit de €21 millones para el primer semestre de 2021 y la facturación también se redujo. El club mantiene su optimismo de que puedan reducir su deuda de €217 millones, con proyecciones que indican que lograrán bajarla hasta €200 millones para inicios de 2022.

En líneas generales, las sensaciones han mejorado en lo que concierne al club, con Grammozis y Schroder manteniendo su positivismo ante los medios de comunicación. La contratación del ex director del Bayer Leverkusen Bernd Schroder como CEO (a partir del 1º de enero) también ha renovado el optimismo dentro del club. Solo se encuentran a cuatro puntos de desventaja del St. Pauli, actual líder de la Bundesliga 2. Sin duda, la suerte del Schalke debe cambiar en algún momento. – Hamilton


FC Juárez: Difícil camino para el peor de la Liga MX

La Liga MX sirve de prueba de que hasta el equipo más miserable podría mejorar su suerte un día (véase el ciclo en el que Cruz Azul alzó el título en 2021); sin embargo, el FC Juárez es la última franquicia de una ciudad conocida por sus tristezas futbolísticas y que parecen no tener fin.

Esta temporada, la noticia más importante generada por el equipo fue una lamentable rueda de prensa en la cual el DT Ricardo Ferretti lanzó insultos misóginos y homofóbicos a los periodistas. A pesar de que la explosión le valió al feroz entrenador brasileño una suspensión por tres partidos impuesta por la Liga MX, el comunicado del Juárez tuvo un tono de “pedimos disculpas si se sintieron ofendidos”, desviando culpas de su técnico en el proceso.

Sobre la cancha, Los Bravos quedaron antepenúltimos, ganando cuatro de 17 encuentros y terminando la campaña con la peor diferencia de goles en la liga. Impulsados por el accesible formato del fútbol mexicano, en el que 12 de 18 equipos compiten por un puesto de postemporada, el Juárez solo obtuvo un triunfo en sus 17 últimos encuentros, destruyendo esencialmente cualquier probabilidad de sobrevivir.

Tal como mencionamos previamente, Ciudad Juárez (que comparte frontera con El Paso, Texas en Estados Unidos) ha sido conocida por largo tiempo por los fracasos y tristezas en el fútbol de primera división. Su primera franquicia, las Cobras de Juárez, fueron un éxito al inicio, ascendiendo desde segunda división para disfrutar cinco años en la máxima categoría antes de descender en 1992. Problemas financieros eventualmente causaron la desaparición de la franquicia en 1994, dejando a la ciudad sin equipos profesionales de cualquier clase por más de una década.

En 2008, los Indios de Ciudad Juárez parecían prestos a protagonizar una historia de Cenicienta: clasificaron a los playoffs un año después de conseguir el ascenso, superando en el proceso a los gigantes Chivas y Club América, quedando a un gol de clasificar a la final del Clausura 2009, siendo eliminados en semifinales.

A la temporada siguiente, los Indios pasaron todo un torneo regular sin ganar un solo encuentro. Poco después, sufrieron el mismo destino de las Cobras: no lograron sobrevivir al descenso para declararse en quiebra poco después.

En definitiva, los Bravos tienen algo positivo con qué consolarse: México ha eliminado los descensos de la Liga MX, al menos de forma temporal. ¿La mala noticia? La misma familia que fue propietaria de las Cobras e Indios y permitió que ambas franquicias cayeran en desgracia… también está a cargo del club actual. -- Eric Gómez