El Pollo Ruben Olivera era barrio en estado puro. Allá en los Jardines del Hipódromo, cuando defendía la franja negra de Danubio, terminaba de entrenar y se metía descalzo en la ducha. Siendo muy jovencito lo vendieron a la Juventus de Italia. En unos de sus primeros entrenamientos con el equipo principal, el Pollo miraba asombrado a su alrededor a gente hablando en distintos idiomas. Se sacó la ropa de entrenamiento y, tal como lo hacía en Danubio, arrancó para la ducha. Cuando su compañero Marcelo Zalayeta lo vio, quedó de cara. El Pollo iba descalzo, ahí donde estaban Alessandro Del Piero, Gianluigi Buffon, Liliam Thuram, Pavel Nedved, entre otras estrellas.
“El Zala me vio y me paró: ‘¿Qué hacés? ¿Adónde vas? Andá a ponerte unas chancletas. Estás en la Juventus…’, me dijo cuando me vio en patas”, reveló el jugador en una nota en el año 2003 cuando vino a defender a la Selección de Uruguay.
Pero no fue la única anécdota que le tocó vivir en aquel plantel de estrellas de la Juve donde convivió con Paolo Montero.
“En el primer almuerzo me dieron espagueti y los empecé a cortar. Casi me matan. El capitán era Conte, lo tenía de frente y me empezó a hablar medio feo. Paolo (Montero) estaba al lado mío. ‘Pah, Paolo, ¿qué me dice este?’, le pregunté. ‘Te está diciendo que aprendas a comer, que mires a los demás cómo se come la pasta’, me dijo, pero Paolo le encajó un freno y le dijo ‘¿por qué no me decís a mí y yo se lo digo?’. Paolo no tenía el brazalete, pero el capitán era él. Era el último año de Conte, no era muy querido porque tiene un carácter particular”, contó Olivera en una nota con el programa Locos por el fútbol en mayo de 2020.
Entre sus historias figura su eterno arrepentimiento por haberse negado a atender un llamado del Maestro Oscar Tabárez al inicio de su gestión en la Selección de Uruguay.
¿Qué pasó? El Pollo andaba de vacaciones y se negó a atender el teléfono como lo contó en el referido programa radial.
“Yo había enviado a toda mi familia a conocer Europa de vacaciones durante algunas semanas, cuando me llamaron para ir a una gira por Estados Unidos con Uruguay (la primera de la era Tabárez). Esa gira me mataba, le tenía que decir a la familia que se volvieran para atrás. Y les dije que no iba, tenía armadas mis vacaciones. Me dijeron ‘quedate tranquilo’. Lloré, pataleé, anduve volando varios años, pero nunca más me llamó”, expresó.
El Pollo Olivera asumió que: “Pasados los años le doy la razón a Tabárez. La selección no se tiene que rechazar nunca. Primero la selección, y después lo demás. Me agarró medio joven”.
Ruben Olivera, que hoy está cumpliendo 40 años, se brindó el lujo de jugar en todas las selecciones de Uruguay, desde la Sub 17 a la mayor, además de defender a Juventus, Atlético de Madrid, Sampdoria, Genoa, Lecce, Fiorentina, Brescia, Peñarol y el Aprilia Calcio de la serie "D" de Italia.
Pero con 38 años debió dejar el fútbol debido a un problema cardíaco como lo anunció el propio Olivera a través de las redes sociales del Aprilia.
“Hoy dejo el fútbol, no por mi voluntad, ya que faltan dos meses para el final del campeonato, sino por un problema cardíaco que me encontraron hace tres semanas. Es una comunicación un tanto triste porque, por la pasión que tengo por este deporte, nunca quise dejarlo así, pero tengo 38 años y estoy preparado para afrontar un nuevo reto que es ser entrenador. Me pondré a disposición del señor Giorgio Galluzzo intentando echar una mano y aprender todo lo posible”.
Posteriormente expresó: “Quiero enviar un mensaje claro a todos los niños porque muchas veces nos sentimos fuertes haciendo este deporte, muchos de nosotros subestimamos los problemas, a mí también me ha pasado, sentimos dolores o advertencias corporales en el corazón o en el pecho que no le damos la importancia adecuada y es mejor no dejar pasar demasiado tiempo y acudir a que el médico del club de referencia para una revisión cuidadosa y minuciosa".
Y concluyó: “Ya obtuve la licencia UEFA B, me estoy actualizando y ahora haré estos dos últimos meses con el Sr. Galluzzo para cerrar la temporada de la mejor manera posible, aprender de él y del plantel. Quiero ser entrenador, estoy muy convencido y seguro de mí mismo, embarcarme en esta nueva aventura. Espero que se hayan divertido con el futbolista Rubén Olivera”.