Diego Monarriz, entrenador argentino de Juventud de Las Piedras, habló con ESPN Uruguay sobre cómo se gestó el ascenso a Primera División, y contó la cantidad de cábalas que puso en práctica hasta lograr el objetivo.
Juventud empató 1-1 con Uruguay Montevideo este jueves en el Parque Capurro en el partido de vuelta del playoff de ascenso, y se quedó con el boleto a Primera División gracias al 2-0 obtenido en la ida. Tras el partido, Monarriz dejó en claro su felicidad por regresar al club a la máxima categoría del fútbol uruguayo. “Estoy feliz, es algo hermoso haber apostado a esto, había poco tiempo. La pasamos mal en un momento, uno se tiene que adaptar al fútbol uruguayo y no querer venir a tener su famosa impronta, y nos acomodamos a eso. Siempre intentamos jugar al fútbol, sabiendo que es difícil, que hay que adaptarse a los jugadores, a la gente y a la idiosincrasia del fútbol uruguayo”, expresó el DT argentino.
Monarriz también hizo referencia a cómo se acomodó al fútbol de Uruguay y también a algunos incidentes que se dieron durante el partido y una vez finalizado. “Ya comprobé todo: la Segunda División, la pierna fuerte, lo que es combatir y también que me agarren entre 15 y me maten a palo acá donde yo no había hecho nada”, señaló.
El argentino llevó adelante varias cábalas a lo largo de esta etapa en Juventud, buscando mejorar la suerte para conseguir el objetivo del ascenso. “Alguna era que el día de partido bajaba desde el tercer piso por la escalera y no por el ascensor; en otra era de un poco más que el tercer piso; en la otra tenía comer un sanguche a la vuelta... Se fue dando. Cuando te falta una te querés matar, pero se dio, gracias a los chicos”, contó, entre risas.
Otra de las cábalas era tomar mates junto al ex Boca Juniors y San Lorenzo, Emmanuel Más. “Es inaguantable, le fascina el fútbol (risas). Me decía: ‘¿viste cómo cerró este? ¿Viste la triangulación de este? ¿Viste al Leverkusen? Nos conocemos hace mucho tiempo, y nos fuimos encontrando con todo a mano”, contó. Además de Más, el plantel de Juventud contó con otro exintegrante de uno de los grandes del fútbol argentino: el volante Iván Rossi, que tuvo un paso por River Plate.
De cara al futuro, Monarriz dijo que, en lo inmediato, se irá a casa y luego esperará “qué proyecto tiene el club para el año que viene”. Eso sí, las cábalas tendrá que renovarlas: “vamos a fabricar otra y arrancamos con otras nuevas. ¡Hoy hicieron 40 grados de calor y tenía el buzo puesto!”, comentó, entre risas.