La gran mayoría de los entrenadores del fútbol uruguayo que han sido cesados en el inicio de la temporada 2025 han optado a nivel público por señalar a dirigentes y cuestionar las observaciones de los hinchas, llamando la atención la ausencia de autocrítica y cierta subestimación respecto al análisis que se pueda hacer desde la tribuna.
Es claro que debiera respetarse los procesos también en el fútbol y que también hay responsabilidades de quien contrata a un cuerpo técnico y luego deja en evidencia su propio error cuando remueve a ese mismo equipo de trabajo. Que hay múltiples factores, diversos elementos y que la culpa no es únicamente del DT.
Pero también está en los entrenadores designados defender su puesto con trabajo y funcionamiento de sus equipos, entender por ejemplo cuando se cuestione si pone a sus dos hijos como titulares (tal como sucedió en un caso), y aceptar cuando la carencia de rendimiento colectivo, de resultados y/o de evolución futbolística es evidente.
Las salidas de Alejandro Apud y el Chino Navarro en Danubio y Defensor Sporting, respectivamente
El 7 de marzo fue destituido Alejandro Apud en Danubio, convirtiéndose en el cuarto DT en dejar su cargo en la Primera división del fútbol uruguayo en 2025 tras los ceses de Antonio Pacheco (Wanderers), Darío Rodríguez (Racing) y Walter Pandiani (Miramar Misiones).
“Estamos muy tranquilos del proceso de trabajo porque tomamos al club en una situación muy compleja pero el contexto, las redes sociales, hacen que se tomen decisiones en función de ello y no del trabajo que se está haciendo. Hoy las redes sociales tienen una influencia nefasta en la sociedad, en todo, y entonces hacen que muchas veces influencien sobre el pensamiento de las personas, generan un ambiente que no es bueno, con energías negativas. (...) A veces se toman decisiones para calmar las aguas y el ánimo de la gente”, afirmó Apud en Sport 890.
El entrenador también señaló que Danubio perdió pisada en divisiones formativas y que ‘lamentablemente me la veía venir porque la presión es grande y se genera un ambiente como de violencia, de maltrato’.
El diagnóstico de Apud seguramente sea correcto. Pero por lo menos no parece ser completo.
El Turco había sido designado como DT de Danubio en abril de 2024, y pudo terminar séptimo en la Tabla Anual del Uruguayo 2024, clasificando a la primera fase de la CONMEBOL Sudamericana 2025.
Pero en este año sólo registró cuatro empates en las primeras cuatro fechas del Apertura y fue eliminado por penales de la Sudamericana ante Cerro Largo.
Sí, en las redes sociales hay más violencia y parece que sentimos la necesidad de mostrarnos menos intolerantes y más tajantes en nuestros comentarios. Pero no era cuestión de entrar a X o leer los comentarios de Instagram para verificar que Danubio no estaba jugando bien, que ante Cerro Largo en la fecha 3 no pudo aprovechar el 11 contra 10 en todo el segundo tiempo y como local, que los cambios ejecutados por Apud no sólo no brindaban soluciones, sino que hacían retrasar aún más al equipo.
Tampoco se debe sobredimensionar las redes y extender ese tono a las charlas futboleras post partido, porque no necesariamente es así.
Varios hinchas de Danubio habían comprendido que el plantel no estaba bien armado, otros se preguntaban el por qué de la incorporación por ejemplo de Maximiliano Perg, o en amistosos de pretemporada se daban cuenta de que iba a ser difícil cambiar la dinámica de algún encuentro si Hernán Novick y Maximiliano Cantera compartían equipo con los suplentes.
A fines de febrero, poco se entendió la salida del juvenil Axel Montaña a préstamo a Cerrito y la llegada del argentino Evelio Cardozo, quien sólo sumó minutos ante Cerro Largo en la Sudamericana.
En Defensor Sporting, las declaraciones de su entrenador saliente no fueron diferentes, pero sí más polémicas y/o cuestionables.
“La directiva nos cesa por los resultados, pero si pensamos en frío, estamos a cuatro puntos del primero y ningún equipo nos pasó por arriba. Yo creo que las redes sociales destruyen y por tres o cuatro votos fue lo que pasó. (...) Para mi salida influyeron la interna, lo que se vive en el club en año de elecciones, y las redes sociales”, dijo el Chino Álvaro Navarro el 28 de marzo en Carve Deportiva.
Otra vez. Luego de que Defensor Sporting ganara su cuarto partido consecutivo en el inicio del Apertura (2-1 ante Plaza en Colonia), un hincha de Defensor me dijo: “Cuando pierda, no levanta más”. Este amigo observa los partidos y, con el amor hacia su club, intenta darse cuenta en qué está fallando su equipo porque sabe que ganar sin jugar bien tarde o temprano se termina.
Navarro se preguntó si alguna vez un equipo sacó a su entrenador estando ubicado en la segunda posición en la tabla y señaló como principal causa el año de elecciones en Defensor. Al menos a nivel público, el Chino no comentó algún error que haya podido cometer en su primera experiencia como entrenador, no planteó que tal vez el hecho de ser un ídolo en Defensor le permitió incluso tener esta oportunidad y una razonable mayor paciencia de parte de dirigentes e hinchas.
¿Defensor estaba segundo en el Apertura? Sí, es cierto. También es verdad que quedó afuera de la Fase 1 de la CONMEBOL Libertadores 2025 tras perder con Monagas con un global de 0-4 (este equipo venezolano luego perdería con un global de 7 a 1 contra Cerro Porteño por la fase 2). En conferencia de prensa post eliminación, el Chino decía hacerse 100% responsable de la derrota, pero a la vez subrayaba que el plantel era muy joven y que padeció cansancio.
Y también es cierto que luego de sumar 12 puntos en las primeras doce fechas, Defensor perdió con Liverpool y Juventud, y empató con Cerro Largo y Danubio. Y que el trabajo desde el cuerpo técnico no era suficiente como para expresar en el juego el enorme potencial de su buen plantel.
Asimismo, lo de su hijo Lautaro es otro punto que genera preguntas. Habiendo cumplido 17 años el pasado 10 de febrero, el delantero formó parte del plantel principal, tuvo minutos en la ida ante Monagas (donde por ejemplo Diego Abreu, de 21 años, no ingresó), pero luego fue relegado al banco de suplentes, perdiendo continuidad en su categoría y también pisada con la Selección Uruguaya Sub 17, siendo finalmente no convocado al Sudamericano juvenil de Colombia.
El Memo López y River Plate: el respaldo a sus dos hijos futbolistas y ninguna victoria
En River Plate existió una gran expectativa ante el nombramiento del Memo Diego López, quien regresaba así a su casa, buscando con un plantel muy joven afrontar la delicada posición del darsenero en la tabla por la permanencia.
El Memo fue designado el 30 de diciembre, y el 7 de febrero se anunciaba que sus hijos Inti (19 años, delantero) e Ian (21 años, mediocampista) también volvían a River, donde habían jugado en formativas.
En Radio Sport 890, el DT dijo sobre esta situación el 10 de marzo: “Lo llevo con naturalidad. Lo tomo como dos jugadores más. Van a jugar si lo merecen y si no, no van a jugar. Los trato a todos por igual”.
En nueve fechas del Apertura, River cosechó tres empates y seis derrotas, pero lo que la tribuna más le cuestionó al Memo fue la constante participación y respaldo hacia sus dos hijos.
Tras debutar desde el banco en la fecha 3, Ian ingresó en los siguientes cuatro partidos y fue titular en las últimas dos fechas (ante Racing y Plaza Colonia). A su vez, Inti debutó siendo titular en la fecha 3; el delantero se mantuvo en el once en los siguientes seis partidos (le marcó un gol a Torque en la etapa 3 y a Nacional en la 5), aún cuando los triunfos eran esquivos y los ingresos de Faustino Barone o Tiziano Correa le daban más chispa al ataque darsenero.
“¡Memo, andate y llevate a tus nenes!”, se le gritó a López este sábado 29 de marzo tras la derrota ante Plaza Colonia en el Parque Saroldi, caída que significó su fin de ciclo, siendo sustituido por Julio Ribas.
Darío Rodríguez, Walter Pandiani y Antonio Pacheco
Hay otros casos donde noto una mayor responsabilidad dirigencial. Por ejemplo, Darío Rodríguez había sido el primer entrenador cesado: asumió en Racing el tres de enero y fue despedido el 17 de febrero; Darío no había tenido un buen paso como DT de Peñarol en 2023 (estuvo desde fines de junio a mediados de noviembre) y la Escuelita de Sayago no tenía un buen rendimiento ni pudo cosechar victorias en el inicio del Apertura (empató con Wanderers y perdió con Cerro y Defensor).
La decisión de cesar a Darío en febrero evidenció, como mínimo, un error en su designación, e incluso Racing pudo mejorar su funcionamiento y cambiar notoriamente su andar en cuanto a resultados (incluida la clasificación por penales en la CONMEBOL Sudamericana contra Wanderers).
Lo de Miramar Misiones tampoco fue muy entendible. El Rifle Walter Pandiani había logrado la permanencia corriendo con desventaja en la tabla en 2024 (era el tercer DT en la temporada tras Leonardo Medina y Ricardo Caruso Lombardi), pero eso le brindó apenas tres partidos de paciencia. Fueron derrotas con Plaza Colonia, Liverpool y Juventud, y entonces destitución.
En Wanderers, el pasado nueve de diciembre se había confirmado la continuidad de Antonio Pacheco y su cuerpo técnico, pero tras quedar afuera de la CONMEBOL Sudamericana 2025 por penales ante Racing en los primeros días de marzo, se decidió rescindir el contrato.
En estos tres equipos no existía el funcionamiento esperado o deseado, ¿pero la directiva de Miramar se hizo responsable de que las condiciones para entrenar no fueran las ideales? ¿Podrán asumir como error el cambio de entrenador en caso de no conseguir el objetivo de permanecer en Primera? ¿En Racing, hubo autocrítica por la designación de un cuerpo técnico cesado un mes y medio más tarde? ¿Los dirigentes de Wanderers aceptarán por ejemplo que decidieron que lo mejor era contratar jugadores con experiencia como Rodrigo Amaral, que no tienen tanta participación y a su vez pueden tapar juveniles?
Nacional y Martín Lasarte
“Yo no estoy acá para gustarle a la gente, yo estoy acá para salir campeón”, dijo Martín Lasarte luego de la derrota de Nacional ante Plaza Colonia en el Gran Parque Central por la fecha 7 del Torneo Apertura.
Luego del triunfo ante Progreso por la fecha 2, el entrenador había manifestado su disconformidad porque ‘todo se cuestiona’. Y tras la victoria en la etapa 6 ante Racing, encuentro donde se criticó el funcionamiento del equipo y la decisión de dar ingreso al zaguero Paolo Calione por Mauricio Pereyra al minuto 67, el DT dijo entender la molestia de los hinchas, aunque señaló: “Acá tenés que ser bueno, bonito y barato. Yo me quedo con el resultado que hoy nadie valora, son tres puntos contra un rival importante y hoy estamos cerca del líder, no es para vanagloriarnos, pero estamos bien”.
El tema es que en Nacional con Lasarte (cesado este domingo tras caer ante Juventud) ni siquiera los resultados fueron los esperados. Y en cuanto al funcionamiento, los hinchas tricolores están pudiendo ver que el ganar no puede tapar un mal rendimiento, porque tarde o temprano (o en un contexto más desafiante como la CONMEBOL Libertadores) el talento individual no será suficiente.
Porque así fue cuando Álvaro Gutiérrez era el DT en 2023, cuando el Chino Recoba en el primer semestre de 2024, y cuando Lasarte dirigió al Bolso en la segunda mitad del año pasado (Nacional jugaba mal y era cuestión de tiempo que perdiera puntos, tal como sucedió ante Danubio en el Parque Viera).
Este Nacional no sólo ha mostrado ser vulnerable defensivamente en varios partidos, sino que en ofensiva tampoco ha sido garantía de buen juego, más allá de por ejemplo el 3 a 3 con River. Los goles convertidos muchas veces se generan porque los futbolistas de Nacional juegan bien, pero no porque el equipo en conjunto tenga un buen funcionamiento.
Además, a veces era difícil entender el once elegido por el entrenador. Y aunque sólo Lasarte y su cuerpo técnico tienen toda la información disponible para elegir el equipo titular (la prensa ni siquiera puede observar un entrenamiento en Los Céspedes), llama la atención el por qué por ejemplo los punteros Lucas Villalba o Bruno Arady no han tenido más minutos, por qué al primero le costó tanto ganarse la titularidad, por qué se colocó una y otra vez a Rómulo Otero sobre la banda cuando más ha rendido partiendo de carriles centrales, o por qué se le ha dado más participación a Eduardo Vargas en comparación con Gonzalo Petit.
Peñarol y Diego Aguirre
En Peñarol, me gustaría simplemente puntualizar que gran parte de sus dirigentes e hinchas respaldan a su entrenador Diego Aguirre, y no es por el gol en la final de la Libertadores de 1987 o por la Copa de 2011. Es porque el año pasado fue campeón uruguayo de punta a punta y porque llegó a las semifinales de la Libertadores.
Más que la historia, es la campaña reciente lo que le da espalda a Aguirre, aunque es cierto que no hay nombre por encima de los clubes y que algunos simpatizantes cuestionan el armado del plantel. Y más allá de que entiendo que Aguirre ‘se ganó’ por lo menos la posibilidad de no ganar un torneo, también veo en algunos que cuestionan una cierta pose, una cierta exageración de la crítica más para demostrar que ‘yo me animo y señalo porque soy muy hincha de Peñarol’. ¿Señalar a Aguirre por los resultados en el primer torneo post temporada 2024?
Conclusiones
Entiendo que las redes sociales como que nos animan a ser más tajantes y menos tolerantes en nuestras opiniones, que celebran las frases que parezcan sentencias o pensamientos que se asemejen a veredictos firmes y definitivos. Que hay poco lugar para el intercambio honesto y que la aceptación de otra mirada o de algún error propio es percibido casi como un ataque y pobre de aquel que acepte un atisbo o indicio de vulnerabilidad.
Pero ante esto, hay dos puntos que siento no son correctos cuando escucho las conferencias o notas de algunos entrenadores.
Primero es el subestimar lo que un futbolero pueda observar desde la tribuna, y a la vez sobredimensionar la opinión en redes sociales, eso que los propios técnicos marcan como un aspecto que ejerce demasiada presión en el ámbito del fútbol.
¿Acaso no están ellos mismos dando mayor relevancia a esos posibles insultos desubicados en redes cuando lo que más reciben en la cancha no son agravios sino preguntas de por qué pone a este o tal jugador?
Puntualizando que es evidente que el trabajo de un cuerpo técnico necesita un tiempo para poder desarrollarse y entendiendo que mal estaría yo si confiase ciegamente en las decisiones de los dirigentes (que tengo presente la advertencia del Negro Roberto Fontanarrosa en el cuento ‘Chatarra’), aún en ese mundo virtual los entrenadores aportan poco a la discusión si señalan a otro cuando su labor es cuestionada.
Se puede entender que si nos critican nuestro primer reflejo sea negar tal punto e inmediatamente pasar a una posición defensiva, para luego atacar y comentar errores de otros. Pero entendamos que, si después de ese reacción inicial no pasamos a una instancia de reflexión y observación de posibles fallas en nuestra accionar, no habrá posible crecimiento como cuerpo técnico, como futbolista, como periodista o como lo que sea. Expresar una autocrítica a nivel público sería muy saludable ante lo que parecen imponer/castigar los algoritmos; hacerlo en un ámbito privado es indispensable.
