Diego Godín por siempre será recordado como el futbolista que le dio el título de Liga 2013-14 al Atlético de Madrid al convertir el empate ante Barcelona en el Camp Nou. El convertir en instancias decisivas se ha transformado en una característica de su carrera.
Más allá de lo que el recuerdo quiera hacer creer, Godín no podría ser calificado como un zaguero goleador. Su cantidad de goles en relación al total de partidos disputados es superada por varios defensores del mundo. Sin embargo, pocos han tenido la satisfacción de anotar goles tan importantes, y ahí sí, en relación al contexto, son muchos.
Con Uruguay lleva 8 goles en 135 partidos (es el jugador que más veces vistió la camiseta celeste). Los primeros tres en amistosos, el cuarto fue para darle a Uruguay el triunfo y la clasificación a los Octavos de Final del Mundial de Brasil 2014, marcando de cabeza ante Italia al minuto 80.
Luego, anotó tres goles por Eliminatorias. Primero para sellar el primer triunfo uruguayo ante Bolivia en La Paz poniendo el 2 a 0; después para abrir el marcador ante el esperado partido ante Chile dado que era el reencuentro con los trasandinos tras la eliminación de la Copa América de 2015. Y el tercero rumbo a Rusia 2018 fue el 1 a 0 ante Colombia en el Centenario. El octavo y último gol por el momento fue por la Copa Centenario ante México.
La mayoría de sus goles no cierran goleadas, sino que abren partidos y hasta obtienen triunfos inolvidables. En Atlético de Madrid marcó 27 goles en 389 encuentros, con tres imágenes inmortalizadas.
El 17 de mayo es fecha signada para la celebración de los hinchas del club Colchonero gracias a un tanto del zaguero uruguayo. En 2014, su séptimo gol en el año le valió el campeonato de Liga. Ayudado por sus compañeros, Godín superaba la marca del argentino Javier Mascherano y a los cuatro minutos del segundo tiempo puso el empate a 1 en el Camp Nou.
Barcelona, que con un triunfo se consagraría campeón, no pudo defender con éxito el gol convertido por el chileno de Alexis Sánchez. El equipo del Cholo Simeone mantendría la igualdad para volver a ser campeón de Liga, algo que no lograba desde la temporada 1995–96.
El siguiente gran gol fue ante Real Madrid en la final de la Champions League de la misma temporada. Godín anotó de cabeza al minuto 36' y puso en ventaja al Atlético que estuvo a segundos de lograr su primera Champions. En la hora, Sergio Ramos se libró de la marca del uruguayo y empató el juego, que luego el equipo merengue obtendría en el alargue.
Su último gran gol colchonero fue ante Athletic Bilbao. El estadio Wanda Metropolitano hacia poco más de un año había sido inaugurado y precisaba de alguna victoria para congeniar con los hinchas colchoneros. El 10 de noviembre del 2018 se jugó uno de esos partidos con que los fanáticos sacan pecho y dicen "yo estuve ahí ese día".
En la nueva casa de Atlético Madrid, Williams ponía el 2 a 1 a favor de la visita al minuto 64. “Cuando sentí el ‘latigazo’, que fue cuando hizo el gol Williams, iba a salir; le di el brazalete de capitán a Antoine (Griezmann), pero me dijo Simeone que no había más cambios, dudé unos segundos y él me dijo 'quédate arriba para molestar'”, relató luego del partido el uruguayo.
Rotura muscular en los isquiotibiales fue lo que sufrió el defensa, que rengueando se instaló en el área rival. Al minuto 80 Rodri marcó el 2 a 2 y en los descuentos Godín conectó de cabeza para una victoria agónica. “Sí pensé en salir, porque prácticamente no podía correr, sabía que podía ayudar, en una pelota así, una falta”, comentó antes de confirmase que estaría de baja por tres semanas.
Su festejo tuvo cierto retraso dado que en primera instancia el línea le había anulado el gol, pero tras el VAR llegó la algarabía de sus compañeros, quienes formaron una montaña humana para celebrar un gol, un triunfo y sobre todo la estirpe del por entonces capitán colchonero, reconvertido en símbolo por sus goles convertidos para épicas inolvidables.