Cuando los Padres San Diego alinearon a cinco peloteros venezolanos para el juego del 12 de septiembre de 2016, era la primera vez en la historia de la franquicia que el equipo destinaba más de la mitad de su orden de bateo a jugadores de este país sudamericano.
"Es como jugar en casa", dijo Yangervis Solarte después de conocer este dato. "Me siento orgulloso de que todos estén allá afuera, me se siento orgulloso de que todos sean parte de esto". Esta es la segunda vez en tres temporadas que esto sucede, un hecho que dice mucho acerca del crecimiento de Venezuela como reserva de talento. Hace poco más de dos años, el 24 de julio de 2014, los Diamondbacks de Arizona hicieron exactamente lo mismo.
De acuerdo con cifras de Baseball Almanac, un total de 358 venezolanos han jugado por lo menos un juego en la historia de las Ligas Mayores. Poco más de la mitad de estos peloteros, exactamente 170, debutaron entre 1939 y 2004. El resto, 168, fueron promovidos a partir de la temporada 2005.
A pesar de que, en un principio, parecía que el talento venezolano pagaría dividendos para aquellos dispuestos a sacar provecho (el único miembro del Salón de la Fama del país, Luis Aparicio, debutó en 1956), no fue sino hasta el siglo XXI, que la reserva de talento realmente comenzó a expandirse, permitiendo que un mayor número de jugadores obtenga una oportunidad en las Grandes Ligas.
Aunque los rosters del "Opening Day" en el último decenio y medio tradicionalmente han incluido entre el 25% y 29% de jugadores extranjeros, el desglose por país ha cambiado radicalmente, resaltando el crecimiento de Venezuela en este sentido.
Por ejemplo, en el 2003, la MLB informó que el 27.8% de los jugadores había nacido fuera de los 50 estados. De ellos, 79 jugadores procedían de la República Dominicana, que sigue estando a la cabeza, y 38 de Puerto Rico. Venezuela era el tercero, con 37 exportaciones esa temporada. Esa fue la última vez que Venezuela terminaba fuera de los dos primeros lugares de la lista.
Esta temporada, 63 jugadores de la nación sudamericana adornaron los rosters del "Opening Day". Puerto Rico, en cambio, solo aportó un total de 13 peloteros, cayendo hasta el sexto puesto de la lista, detrás de la República Dominicana (89), Venezuela, Canadá (17), Cuba (15) y México (14).
La mayor responsabilidad que supone la importación de talento venezolano, obviamente no es sin fundamento. Los equipos de las Grandes Ligas han visto aumentar sus beneficios con jugadores procedentes del país latinoamericano, ya que, en total, 21 jugadores que debutaron durante o después de la temporada 2000 han sido convocados al Juego de Estrellas este siglo.
Durante ese mismo periodo, dos venezolanos han ganado el premio Cy Young: Johan Santana (dos veces) y Félix Hernández. Desde la temporada 2011, los campeones de bateo de la Liga Americana siempre han sido originarios de este país. La corona de José Altuve en el 2014, interrumpió la racha casi perfecta de Miguel Cabrera de cuatro títulos de bateo en cinco temporadas. En el 2010, Carlos González de Colorado ganó el recién creado Tony Gwynn, el título de bateo de la Liga Nacional.
Y si los indicadores son correctos, surgirán estrellas nuevas en el futuro próximo. A pesar de los conflictos económicos y la inestabilidad política que han afectado profundamente el desarrollo del país en los últimos años, aparentemente esto no ha afectado la capacidad para producir estrellas en el campo de béisbol.
Anderson Espinoza, de San Diego, a menudo es comparado con Pedro Martínez debido a su pequeña complexión, imponente repertorio de lanzamientos y gran velocidad en el montículo. Contratado originalmente por Boston, MLB Pipeline lo tiene clasificado como el decimocuarto prospecto en la lista general.
Después está el campo corto Kevin Maitán de 16 años, contratado por Atlanta por $4.25 millones durante el verano. Etiquetado por Baseball America como el "próximo gran prospecto" del país, ha sido comparado con Cabrera de Detroit y ya estaba considerado para clasificar dentro de la lista de los 100 principales prospectos de la publicación, incluso antes de participar en un solo juego de liga menor.
Otros, como el torpedero Gleyber Torres (NYY), el jugador de cuadro Franklin Barreto (OAK) y el pitcher zurdo Yohander Méndez (Texas), todos jugadores de ligas menores que están listos para convertirse en jugadores de impacto en el corto plazo, promueven la idea de que Venezuela continuará posicionándose junto a la República Dominicana como una potencia internacional durante los próximos años.
No sería exagerado decir que el roster de Venezuela para el Clásico Mundial de Béisbol de 2017 podría ser el mejor en la historia del país, dada la gran cantidad de talento a disposición del manager Omar Vizquel. En la ofensiva, peloteros como Cabrera, Altuve, Carlos González, Salvador Pérez, Elvis Andrus y Yangervis Solarte le darán ritmo a la alineación. En el montículo, el Rey Félix contará con un cuerpo de lanzadores que podría estar formado de tempestuosos prospectos y canosos veteranos.
Dada la tendencia del país a desarrollar estrellas y los beneficios cada vez mayores que los equipos están obteniendo al contratar talentos venezolanos, será cada vez más común ver una gran cantidad de jugadores del país sudamericano en el campo.
Héctor Sánchez, uno de los cinco Padres en hacer historia a principios de este mes, lo resume perfectamente. "Cuando ves surgir a estos jugadores, haciendo su mejor esfuerzo, me siento orgulloso como venezolano. Estos muchachos salen y luchan por estar aquí. Es asombroso".