MÉXICO -- Los New York Giants arrancan la temporada regular del 2013 con un objetivo muy especial a la mano: convertirse en el primer equipo en la historia de la NFL en disputar el Super Bowl en su estadio sede. Los neoyorquinos son un cuadro con experiencia en posiciones clave, incluyendo la de mariscal de campo con Eli Manning, y saben qué se requiere para ganarlo todo. Sin embargo, son un club que se contagia fácilmente de inconsistencia, y en muchos sentidos puede afirmarse que su mayor enemigo podrían ser ellos mismos.
FIGURA OFENSIVA A SEGUIR
Victor Cruz es una de las estrellas jóvenes más brillantes de la liga en la posición de receptor abierto, y como agente libre restringido, buscaba un sueldo acorde. Para los Giants, un receptor de ranura no vale el salario de otros alas abiertas de la liga, y eso quedó en evidencia con la oferta de extensión contractual que terminó aceptando Cruz después de meses de disputa. Cruz ha dicho que merecía más que los casi 46 millones de dólares pactados para las siguientes seis temporadas, pero aceptó el acuerdo y la disputa contractual quedó en el espejo retrovisor. El nuevo reto para Cruz será volver en forma después de una lesión de pretemporada en el talón, que le robará el resto de la pretemporada y podría arriesgar su participación en la apertura de la campaña regular. Si Cruz no se recupera favorablemente, o arrastra efectos de la lesión a lo largo de la temporada, será difícil para los Giants establecer un ataque aéreo explosivo, y todavía más difícil para Cruz justificar que merecía más billetes.
FIGURA DEFENSIVA A SEGUIR
El ala defensiva Jason Pierre-Paul surgió como uno de los jóvenes linieros defensivos más temidos de la NFL en el 2011, cuando en su segunda campaña profesional acumuló 16.5 capturas. El año pasado, se vio disminuido por un problema de espalda que redujo su producción a apenas 6.5 capturas. Pierre-Paul se sometió a una cirugía en la espalda durante la temporada baja, y ni siquiera ha sido activado en la plantilla activa del club todavía, pero se espera que sea reintegrado en los días siguientes. La línea defensiva ha sido en años recientes un punto de fortaleza para los Giants, y se esperaba que Pierre-Paul se consolidara como el siguiente en la fila como parte de una rica tradición de cazamariscales en New York. Otra campaña dominante de JPP podría hacer toda la diferencia para el resto de la defensiva de los Giants.
ADICIÓN CLAVE
El liniero defensivo Cullen Jenkins arriba a los Giants con un mal sabor de boca, después de ser parte del denominado "Dream Team" que armaron los Philadelphia Eagles en el 2011 que terminó fracasando estrepitosamente, costando el empleo al entrenador en jefe Andy Reid. Jenkins ahora tiene la oportunidad de redimirse con un rival divisional, uno que requiere su fuerza y explosividad para recuperar su condición de equipo defensivo dominante. Jenkins tiene todas las cualidades para brillar, y su versatilidad es bienvenida en un cuadro defensivo de los Giants que presenta variantes al frente. Estará rodeado de mucho talento entre las alas defensivas Pierre-Paul, Justin Tuck y Mathias Kiwanuka, y eso podría ser el primer paso para ver que regrese a su nivel estelar.
PÉRDIDA CLAVE
El apoyador medio Chase Blackburn no era, ni cerca, uno de los especímenes físicos más imponentes en su posición alrededor de la liga. Es más, ni siquiera podemos decir que era el mejor apoyador medio --hablando de talento en crudo-- en la plantilla de los Giants. Sin embargo, Blackburn era el líder que ofrecía estabilidad al grupo defensivo, fungiendo hasta cierto punto como un asistente sobre el campo, ayudando a sus compañeros a colocarse en la posición correcta. El lugar de Blackburn será ocupado por Mark Herzlich, quien tiene mejores condiciones físicas, pero está por verse si está mentalmente a la altura de su predecesor para guiar a la defensiva neoyorquina.
EN SÍNTESIS
Nadie puede discutir contra el reciente historial de los Giants, que los conforma como ganadores probados. Sin embargo, la inconsistencia sigue siendo su punto flaco. Son un club que le puede ganar a cualquiera, particularmente cuando llega la postemporada. Sin embargo, también son proclives a sufrir descalabros que ponen en riesgo su participación en playoffs de manera insólita. No hay que descartarlos como candidatos para llevarse todo, pero tampoco se sorprendan si se quedan mirando la postemporada desde casa.