MÉXICO -- La dirigencia de los Tennessee Titans decidió que había visto suficiente de Mike Munchak en los controles después de tres años y prefirieron darle las gracias para iniciar la reconstrucción, de nueva ocasión, con Ken Whisenhunt como entrenador en jefe esperando que tenga el mismo éxito que tuvo en Arizona, al llevar a los Cardinals a su primer Super Bowl en la historia.
Los Titans parecen entender que el camino para llegar al partido por el título de la NFL apenas está comenzando y que la restructuración del equipo llevará un buen tiempo tras perder a dos de sus jugadores más talentosos en la etapa reciente: Alterraun Verner y Chris Johnson.
Whisenhunt, de la mano de Ray Horton y Jason Michael, tienen mucho trabajo por hacer para no terminar en el último lugar de la división, lugar del cual parece ser que los Jacksonville Jaguars quieren salir.
LA ADICIÓN CLAVE
Poco que decir en este departamento para Tennessee. Es cierto que se llevaron a uno de los jugadores más rápidos de la liga en la figura de Dexter McCluster, pero que en sus años con los Kansas City Chiefs no logró dar el salto de calidad por lo que el arribo del tackle Michael Oher debe de traer consigo un respiro de alivio para Jake Locker – quien viene saliendo de una lesión – a la hora de confiar en su línea ofensiva.
El reconocido liniero ofensivo tuvo buenos años con los Ravens, siendo pieza angular para que consiguieran el Super Bowl XLVII, pero decidió que era el momento de acercarse un poco más a casa y traer su talento a un equipo que se posicionó a media tabla en lo que a yardas terrestres se refiere.
Whisenhunt sabe que la adición de Oher debe de ser un apoyo inmediato para el ahora jugador de segundo año, Chance Warmack, para construir una de las líneas ofensivas más respetables pero que tendrá poco reflectores sobre ella con jugadores como Andy Levitre, Michael Roos, y en caso de requerirse, el novato proveniente de Michigan, Taylor Lewan.
Los principales movimientos de los Titans del lado defensivo fueron las adiciones de Wesley Woodyard y Shaun Phillips, provenientes de los Denver Broncos, quienes son capaces de generar un impacto inmediato gracias a la velocidad con la que se desplazan, prueba de ello son las 10 capturas que consiguió el ex jugador de los Chargers la temporada pasada.
LA MAYOR PÉRDIDA
El otrora jugador más valioso de la liga en el 2009, Chris Johnson, se cansó de estar en un equipo con el que sólo había llegado en una ocasión a los playoffs y decidió marcharse a New York para probar suerte con los Jets, dejando atrás casi 8 mil yardas y 50 anotaciones por la vía terrestre pero sin duda alguna el jugador que más extrañarán los Titans jugaba del otro lado del campo, el esquinero Alterraun Verner.
Cuatro años le bastaron al egresado de UCLA para constituirse como uno de los esquineros más dominantes de la Conferencia Americana, situación que se vio recompensada cuando logró ser invitado al Pro Bowl la temporada pasada después de amasar cinco intercepciones, 49 tacledas, además de 23 pases defendidos, siendo sus mejores números en la liga desde que llegó en el 2010.
Verner fue parte fundamental para que los Titans fueran el equipo con menos anotaciones permitidas por la vía aérea al conceder 15 en toda la temporada y fueran la decimoprimera de la liga en lo que a yardas se refiere.
EL DIAGNÓSTICO
Los Titans van en el camino correcto para volver a ser un equipo competitivo pero le faltan jugadores claves en posiciones indispensables para conformar un ataque capaz de preocupar a las defensivas contrarias.
El camino aún es largo para Ken Whisenhunt y compañía cuando ha perdido a dos de los jugadores más valiosos para cualquier coordinador. Tal pareciera que los Titans apostaron todas sus fichas a Jake Locker en los controles pero el hecho de también haber perdido en la agencia libre a Kenny Britt, quien poco pudo hacer para demostrar su valía, supone un duro golpe para sus aspiraciones ya que el cuerpo de receptores está lejos de ser competitivo.
Sus primeras dos selecciones nos dejan ver lo que Whisenhunt y compañía esperan de este equipo: controlar el reloj de juego.
Taylor Lewan y el corredor Bishop Sankey llegan a un equipo en el cual no necesitan asaltar la titularidad de inmediato por la calidad de jugadores que se encuentran en esas posiciones pero la competencia que puedan otorgar siempre será bien recibida por el coordinador ofensivo Jason Michael.
Los Titans podrían verse beneficiados por estar en una de las divisiones más débiles de la NFL pero a pesar de ello veo muy complicado que Whisenhunt iguale lo que hizo Munchak en su primera temporada: terminar con récord positivo.