Cumplir un sueño de la infancia es uno de los mayores retos que se pueden afrontar, considerando que el conocimiento de la vida suele ir borrando la inocencia que distingue esas fantasías. Para Shayne Skov, apoyador de los San Francisco 49ers, el camino fue complejo y requirió de sus detalles únicos, pero el resultado fue, en efecto, fantástico.
Con motivo del Mes de la Herencia Hispana en la NFL, el sitio web de los 49ers le dedicó una pieza en entrevista al apoyador que vivió gran parte de su formación en la ciudad de Guadalajara, Jalisco en México. Skov nació en San Francisco y siempre imaginó jugar para los Niners, pero jamás hubiese pronosticado el camino que finalmente lo llevó a umbral de su sueño hecho realidad.
"Si desde niño me hubiesen dicho que iba a terminar aquí, no lo creía", manifestó Skov en la entrevista mientras relataba los motivos de su mudanza a Guadalajara y las decisiones parentales que lo llevaron al deporte como estilo de vida.
Su padre, Peter Skov, trasladó a la familia a Jalisco para atender la incipiente esclerosis de su esposa y madre de Shayne cuando el chico tenía 9 años, recuerda el apoyador. Su madre era afroamericana y su padre caucásico, situación que Peter Skov quiso enraizar en sus hijos para que viviesen "una experiencia única, mitad y mitad", declaró al sitio web del club.
Shayne comparte que aprendió a hablar español al cabo de un año, pero el aprendizaje que mayores frutos le atrajo fue una típicamente estadounidense: el fútbol americano. El ex apoyador estelar de Stanford cuenta que empezó como esquinero y profundo, y se convirtió en apoyador hasta el final de la preparatoria, cuando vino la oferta universitaria.
Tras victorias de Orange Bowl y Rose Bowl en su carrera colegial con el Cardinal, Shayne no fue reclutado en el draft del 2014, pero en el 2015 logró amalgamar ambas herencias demográficas cuando su equipo de ensueño, San Francisco 49ers, le abrió las puertas de la plantilla.
Skov afirma que visita México dos veces al año para ver a su papá, a sus hermanas y realizar campamento de fútbol americano con las generaciones jóvenes de su primer equipo de liga infantil.
Al cabo de la entrevista, es evidente que Shayne reconoce Guadalajara como su hogar, su territorio de crianza y el lugar donde obtiene paz y tranquilidad como exponente líder de la herencia hispana en el deporte y lugar de de máximo nivel mundial.