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Mujeres en control: Ash Barty, piloto de su propio destino

"Estoy agotada". Esas fueron las palabras esta semana de la australiana Ashleigh "Ash" Barty al anunciar su retiro del tenis a sus 25 años y en la cima del ranking de la WTA.

Palabras de peso, palabras mayores, palabras que retumban, palabras sin salida.

¿Por qué nos sorprende y entristece tanto el retiro de Barty?

Ahora bien, la sorpresa y tristeza que sentimos cuando se retira "tan temprano" en su carrera una deportista del calibre de Barty, ¿es por ella o es por nosotros mismos? Pues sí, las dos cosas. Es por ella y es por nosotros mismos.

Sorpresa porque es tan joven, con 25 años de edad y todavía en su mejor momento, claramente. Tristeza por ella, en este caso, porque en teoría le quedaba tanto por dar. Solamente llegó a conquistar tres títulos de Grand Slam individuales y todos fueron en superficies diferentes. Ahora Serena Williams es la única tenista que queda en activo que ha ganado Grand Slams en las tres superficies; o sea, ¡no es fácil!

Barty ganó Roland Garros (arcilla) en 2019, Wimbledon (césped) en 2021 y el Abierto de Australia (cancha dura) en 2022, convirtiéndose en la primera campeona local individual en 44 años. Y todas esas coronas en los últimos tres años. De hecho, el cuarto Grand Slam, el U.S. Open (cancha dura), aparece en su palmarés después de todo, pues ganó la edición de 2018 de dobles con la estadounidense Coco Vandeweghe.

Barty no se colgaría oro olímpico por Australia, aunque consiguió, junto a su compatriota John Peers, la medalla de bronce en dobles mixtos en la pasada cita olímpica de Tokio.

¡Uy! Los hitos que hubiese alcanzado Barty de haber jugado unos 10 años más, ¿no?

¿Cuántos títulos de la WTA o de Grand Slam adicionales se adjudicaría? ¿Igualaría los 23 Grand Slams ganados por Serena en la Era Abierta del tenis? ¿O tal vez ganaría el Golden Slam (los cuatro Grand Slams y la medalla de oro olímpico en un mismo año)?

Pero Barty lo explicó increíblemente bien al despedirse, me parece. Según ella, su alegría no depende de los resultados y se ha dado cuenta especialmente tras haberse apartado del tenis en 2016 y 2017 y luego regresar. Además, su máximo objetivo era ganar Wimbledon y cuando lo consiguió el año pasado, su instinto le decía que ya era tiempo de perseguir otros sueños. La victoria en el Abierto de Australia 2022, su torneo grande local, confirmó esa corazonada.

¿Acaso les sorprende que su sueño no era ganar Wimbledon dos o tres o más veces, que con un Plato de Venus le bastaba? Ni siquiera le tentó regresar al All England Club este año como la campeona defensora. Adiós, se acabó. Eso, sin duda, es una mujer en control y la piloto de su propio destino.

O sea que en parte la tristeza que sentimos en torno al retiro de Barty es por nosotros mismos... porque nos encanta el tenis, nos encanta su juego, nos encanta una gran campeona y no volveremos a verla triunfar en ninguna cancha.

Hay que admitirlo; creíamos que había Ash Barty para buen rato. Tiene 25 años. Lo dábamos por sentado; venía enrachada estos pasados tres años, al tope del tenis femenino. Fue tan inesperado que es como si nos hubieran sacado la alfombra de debajo de los pies y lo que queda es un abismo sin fondo... ¿O soy solo yo la que siente este vacío?

Paralelos con el retiro de Justine Henin

Me parece que existen bastantes similitudes entre los retiros de Ash Barty y Justine Henin.

La única otra tenista que, al igual que Barty, se ha retirado mientras era la número 1 del mundo fue Henin, quien se alejó del tenis en mayo de 2008, cuando estaba a un mes de cumplir los 26 años. ¿Por qué menciono esta edad tan exacta? Así es, Barty cumplirá 26 años dentro de un mes. Aunque ojo, la belga regresaría a jugar en enero de 2010, pero una lesión grave del codo llevó a su retiro definitivo un año después, en enero de 2011.

Barty pasó 114 semanas consecutivas como la mejor jugadora del ranking femenino. Por su parte, Henin estuvo en el número 1 del ranking de la WTA durante un total de 117 semanas no consecutivas. Por tanto, cada una fue la reina del tenis femenino durante poco más de dos años.

En cuanto a títulos ganados, Henin superó a Barty no solo con 43 títulos de la WTA comparado con 27, sino con siete Grand Slams ganados (todos antes de 2008) por la belga comparado con tres de la australiana. El único torneo grande que le faltó en su palmarés a Henin fue Wimbledon, donde fue dos veces finalista. (¿Recuerdan aquello que les decía de que no es fácil ganar un Grand Slam en cada superficie?)

Además, la europea sí ganó oro olímpico, en Atenas 2004, y también la Fed Cup con Bélgica en 2001, algo que tampoco logró Barty con Australia. Hay que decir que Barty llevó a Australia hasta la final de la Fed Cup (ahora llamada la Copa Billie Jean King) en 2019, donde perdieron ante Francia.

Según la WTA, las ganancias de Barty alcanzaron $23,829,071 a lo largo de su carrera, mientras que Henin ganó $20,863,335. Si convertimos el dinero que ganó la belga a su valor actual, sería aproximadamente $24,794,146... no tan diferente del total de Barty.

Al fin y al cabo, el parecido más grande entre ambas es que las dos eligieron, al darle la espalda al tenis, disfrutar la vida al considerar que ya habían dado lo máximo de sí mismas al deporte y que habían sacado toda la alegría posible del mismo. Borrón y cuenta nueva, no con amargura sino pragmatismo y tranquilidad.

Nueva mujer en control

Después de más de dos años como la máxima clasificada del mundo. Barty siente que ya lo dio todo al tenis. Por tanto, ahora se abre la puerta para Iga Swiatek.

Pese a que está 2,204 puntos por debajo de Barty en el ranking de la WTA, se anticipa que la polaca de 20 años, ganadora del Roland Garros en 2020, será la nueva número 1 del mundo cuando se de a conocer el listado actualizado de la WTA el próximo lunes. Para dar perspectiva del aplastante dominio de Barty, la tercera en el ranking, la griega Maria Sakkari, está a 691 puntos de Swiatek.

Barty, quien confirmó que retiraría su nombre de este próximo ciclo del ranking de la WTA, expresó su visión de la vida al darle su voto de confianza a Swiatek, "Creo que ella lo merece plenamente. Espero que pueda tomarlo y seguir siendo ella misma, hacerlo a su manera, y de veras perseguir lo que quiere en su carrera y sus sueños".

Ash Barty. Qué honor haberte visto jugar. Te deseo lo mejor siempre. En este Mes de la Mujer, apoyo tu decisión tan personal. Agradezco la lección o el recordatorio: cuando se termina la motivación, es hora de cambiar rumbo. Pero lo admito, como fan del tenis, del deporte y de la historia y como fan de esa australiana que se convirtió en #1 del mundo con sus reveses cortados letales, extrañaré verte triunfar dentro de la cancha.