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Schwartzman, entre la "poca confianza" y el torneo que más le gusta

Momento de balance aunque apenas va un mes de circuito en la temporada 2023 y un puñado de partidos para Diego Schwartzman. El golpe que significó caer en el debut del Córdoba Open y la proximidad del Argentina Open lo trató cual consultorio psicológico en conferencia de prensa.

El argentino, que solamente había ganado un partido en los últimos ocho torneos que disputó, volvió a perder y su ranking comienza a mermar.

"Vengo con pocos partidos, poca confianza, con menos ritmo y eso se siente a la hora de jugar, cuando el rival está fino”, aseveró respecto de Juan Manuel Cerúndolo, su verdugo.

Sin embargo, no es lo único que le pasa al, hasta ahora, 28° del ranking ATP: “Mi padre estuvo tres semanas internado y justo salió ayer. Estuve dos semanas pasando horas en la clínica. No son excusas, pero quizá tengo menos paciencia. Siento más la frustración a la hora de jugar. Mi situación personal afecta. Si me ves entrenar, lo estoy haciendo muy bien y así me siento en el día a día, pero a la hora de competir no estoy sintiendo mis momentos. Es difícil de encontrarle alguna razón clara más allá de que a veces se combina la incomodidad con un mal momento de confianza y hace que uno juegue mal”.

Schwartzman estuvo ininterrumpidamente en la cima del tenis albiceleste entre septiembre de 2019 y febrero de 2023. Llegó allí tras la lesión de Juan Martín Del Potro en Queen's (fractura de rótula) que hizo descender fuera del Top 100 al tandilense. En esos cuatro años, el Peque logró llegar al Top Ten (32 semanas ininterrumpidas allí), ganó un ATP (250 de Buenos Aires) y alcanzó otras seis finales.

Buenos Aires es su próxima escala. Quizás el torneo que más le gusta en el año calendario. Cerca de casa y de su gente. Quizás recupere sensaciones y... algo más.