Holger Rune (N°7 del ranking ATP) lo hizo de nuevo. En uno de esos partidos que quedarán en su memoria para siempre, derrotó a Botic Van de Zandschulp (N°29) por 6-4, 1-6 y 7-6 (3) para levantar, por segundo año consecutivo, el título de campeón en Múnich.
Fue un partido loco. Un espectáculo digno de una final. El primer set en dominio del danés y el segundo a manos del neerlandés. ¿El tercero? Un subibaja de emociones. Van de Zandschulp sacó tres veces para campeonato y tuvo cuatro match points. Sin embargo, la templanza y el desparpajo de Rune aparecieron en los momentos más importantes para llevarse una faena inolvidable.
Fue un camino al título sorteado con muchísima altura. Partió adelantado por ser el máximo preclasificado. En octavos, se cargó a Yannick Hanfmann (N°112) por 6-3 y 6-4. En cuartos, superó sin problemas a Cristian Garin (N°86) por 6-2 y 6-4. En semifinales hizo lo propio ante Christopher O´Connell (N°82) por 6-3 y 6-2. Solo cedió un set, justamente en la final, ante Van de Zandschulp.
Es el cuarto título ATP en la carrera del joven de 19 años. El año pasado consiguió los otros tres: ATP 250 de Múnich y Estocolmo; Masters 1000 de París. Además, jugó otras tres finales con derrota (Basilea, Sofia y Monte-Carlo).
El Masters 1000 de Madrid está a la vuelta de la esquina y Rune se dirigirá a ese torneo con esperanzas de seguir con la buena racha. Sin embargo, hay algunas alarmas encendidas ya que terminó el certamen con algunas molestias en el tobillo.