Historias de redención hay muchas, pocos tienen el valor de contarla. Fue Top 10 del ranking ATP, ganó cinco títulos ATP, una Copa Davis y fue catalogado como uno de los talentos más grandes del circuito. Las lesiones y los malos resultados le jugaron una mala pasada. La fama y el éxito desaparecieron. Como consecuencia, depresión, pocas horas de sueño y una batalla contra el alcohol. El protagonista de la jornada tiene nombre y apellido: Lucas Pouille (670° del ranking).
Pouille ganó mucho más que un partido de tenis. Le ganó a su rival (en este caso, Jordi Rodionov), a las lesiones, a su salud mental y, por todas las cosas, se ganó el derecho a creerse tenista de nuevo. Roland Garros puede ser la puerta de salida a todos los fantasmas y la entrada celestial para volver a ser el que fue.
Hace unos meses tuvo la valentía de contar su historia al diario L’Equipe: “Entré en una depresión que me llevó a dormir solo una hora por la noche y a tomar alcohol solo. Me sentía en un lado oscuro. Después de una semana sin dormir, tiré todas mis raquetas a la basura y le pregunté a mi familia: ¿Les parece normal que a los 28 años, y siendo padre, llore todas las noches en mi habitación de hotel cada vez que pierdo?”.
“No hablaba sobre lo que me pasaba con nadie. En un momento dije basta. Por mi salud mental, tuve que parar”. Y así fue como comenzó la resurrección. Jugó su último partido en junio de 2022 y regresó en 2023 para poner las cosas en orden.
“Los tenistas estamos como en una burbuja. No necesariamente te das cuenta de lo que es la vida. Fue súper interesante salir de todo eso, no hablar más de tenis, me hizo mucho bien a la cabeza", comentó el francés. No fue fácil ni lo es. Los resultados de la temporada tampoco lo venían acompañando hasta que un día pudo cambiar la historia.
Después de mucho tiempo, el llanto de tristeza se transformó en uno de alegría. Porque así terminó su último partido de la clasificación, entre lágrimas. Y, tan solo tres días más tarde, esas lagrimas quedaron detrás y una sonrisa apareció en su rostro tras su victoria en primera ronda.
Su último éxito en Grand Slam había sido en el US Open 2019. Pasaron cuatro años y mucha agua bajo el puente. Ahora, soñará con repetirlo. En su camino están Benoit Paire o Cameron Norrie.
Seguí la acción de todas las canchas de Roland Garros por ESPN en Star+