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Las principales curiosidades de Wimbledon, el torneo más antiguo del tenis

Wimbledon lleva el honor de ser el torneo más antiguo de la historia del tenis. Celebrado por primera vez en 1877, nació básicamente al mismo tiempo que surgía el propio deporte. Aunque su longevidad sea quizás su nota más distintiva, el certamen con sede en Londres está lleno de curiosidades.

El cuidado sobre las canchas

El predio de Wimbledon contiene 38 canchas de césped, dentro de las cuales 20 son de entrenamiento y 18 para partidos. Todas mantienen un largo de 8 milímetros durante el torneo. Un halcón especialmente entrenado llamado Rufus vuela sobre el predio cada mañana para ahuyentar a los palomas de ellas. Las canchas son atendidas por un staff de 28 personas que cortan y vuelven a pintar el césped todas las mañanas.

La famosa vestimenta

Todos los jugadores se visten de blanco exclusivamente para jugar Wimbledon. La regla sufrió una pequeña modificación el año pasado, cuando pasó a permitirle a las mujeres competir con otros colores en los shorts debajo de su outfit.

El club al que todos quieren entrar

El lugar donde se celebra es el All England Lawn Tennis and Croquet Club (AELTC). La broma habitual es que la forma más fácil de acceder a una membresía en este club es, literalmente, ganar Wimbledon. Eso es porque el AELTC tiene un tope de 500 miembros. El caso de los campeones es la única excepción a la regla de poseer ciudadanía británica para unirte como miembro. La seguridad del exclusivo club es tan estricta que una vez Roger Federer quiso visitarlo, pero su entrada le fue denegada.

La capacidad máxima del Centre Court es de 15.000 espectadores, por debajo de los casi 24.000 que tiene el Arthur Ashe Stadium del US Open. El año pasado se batió un nuevo récord de espectadores con una 532, 651 durante la quincena.

Slazenger es, por lejos, su sponsor más antiguo, siendo su proveedor de pelotas desde el año 1902, período en que recién pasaron a ser de color amarillo en 1986, antes eran blancas. Algunas se venden después de ser usadas con fines benéficos.

La comida más famosa del torneo es un bowl de frutillas con crema: con un costo de 3 libras, se suelen vender alrededor de 190.000.

También se distingue de los otros majors porque los tenistas no se alojan en hoteles como suelen hacer, sino que alquilan casas en el barrio del club, las cuales suelen costar entre $4,600 hasta 36.000 para los jugadores de más alto ranking que viajan con un entorno numeroso.