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El tenis argentino llega sin triunfos en césped a Wimbledon 2024

"El pasto es para las vacas", inmortalizó Guillermo Vilas al ser consultado por sus resultados negativos sobre césped. Si bien alcanzó los cuartos de final en 1975 y 1976 en Londres, nunca más logró mejorar esas actuaciones. Para que otro tenista argentino pueda hacer una gran actuación en Wimbledon hubo que esperar casi tres décadas. En 2002 David Nalbandian, con tan solo 20 años, sorprendió y llegó a una histórica e inigualable final. A día de hoy eso ya se ve casi, casi en blanco y negro.

En 2024, el tenis argentino no registró victoria alguna en la previa al tercer Grand Slam sobre la superficie más rápida de todas.

Si desmenuzamos una a una, probablemente, la mayoría sean lógicas pero no por eso menos llamativas. Por ejemplo, Francisco Cerúndolo (ganador incluso del título en Eastbourne 2023) cedió con Carlos Alcaraz en Queen´s (era su primer partido como campeón de Roland Garros) y con Marcos Giron en el torneo que defendía.

Sebastián Báez cedió con Tommy Paul (luego campeón) en Queen´s y con Miomir Kecmanovic en Eastbourne, torneo donde arrancaba en instancia de octavos de final como preclasificado.

Mariano Navone no pudo ni con Jack Draper (el campeón del ATP 250 de Stuttgart) ni el ignoto Giles Hussey en Eastbourne; En tanto, Tomás Etcheverry perdió con el local Billy Harris en Queen´s y Juncheng Shang en Eastbourne (19 años, pasó la qualy).

Además la lista "negra" se amplía con dos partidos más que corresponden a diferentes clasificaciones: Francisco Comesaña no pudo con Charles Broom en la Qualy de Eastbourne y Hernán Casanova con Daniel Masur en Mallorca.