La bielorrusa le ganó a Jessica Pegula por doble 7-5 y alzó su tercera corona de Grand Slam.
Hace más de una década sus caminos se cruzaron en una historia de altibajos, caídas y celebraciones pero sobre todas las cosas: lealtad y compañerismo. Quién es Anton Dubrov, el hombre detrás del éxito de Aryna Sabalenka. "No sería nada sin ustedes pero ustedes tampoco sin mí, así que ¡de nada!", bromeó con su equipo al consagrarse campeona del US Open 2024.
De una crisis nació una de las alianzas más fuertes del circuito femenino. Entre 2019 y 2020, Aryna Sabalenka concluyó su colaboración con Dimitry Tursunov y Dieter Kindlmann, dos afamados entrenadores de figuras como Anastasia Pavlyuchenkova, Madison Keys, Anett Kontaveit y Emma Raducanu, entre otras. Para ese entonces, la bielorrusa contaba con 5 títulos individuales y una única aparición en la segunda semana de un Grand Slam.
Inmediatamente después de la ruptura con su equipo, la nacida en Minsk se negó a buscar nuevos integrantes que ayuden al desarrollo de su juego. Por el contrario, abrió la puerta a una alianza con alguien a quien conocía desde hace largos años: Anton Dubrov.
El bielorruso de 29 años, tenista profesional de 2013 a 2018 con recorrido dentro del circuito ITF, llegó al Team Sabalenka como 'sparring' o compañero de entrenamientos. Luego del distanciamiento con sus entrenadores, Aryna tomó la decisión de que Dubrov ocupe el puesto como su coach principal.
Desde que asumió ese cargo, la europea debutó en el Top 10 por primera vez en su carrera, ganó 16 títulos individuales y 6 en dobles incluyendo 5 Grand Slams en total, aterrizó en el número uno del mundo arrebatándole el liderazgo a Iga Swiatek y posicionándose como una de las caras principales del tenis femenino de la actualidad.
Pero no todo ha sido color de rosas en el camino. En 2022, cuando Sabalenka atravesó una gran crisis con la efectividad de su servicio, Dubrov le ofreció su renuncia para que ella encuentre gente que le permitiera solucionar ese problema.
Ella, en una muestra de lealtad y compañerismo, le contestó rotundamente: "No, debemos trabajar en equipo estos momentos y volveremos más fuerte". Y así ocurrió: un año después de aquella crisis, Sabalenka levantaba el primero de sus tres Grand Slams en el Australian Open.
Ahora, en la ceremonia en la que alzó su primer US Open, dedicó unas sentidas palabras a él y su preparador físico, Jason Stacy, que hablan de la añorable dinámica del equipo: "No sería nada sin ustedes pero ustedes tampoco sin mí, así que ¡de nada!".