Carlos Alcaraz, número dos del mundo, logró una trabajada victoria ante Andrey Rublev (11º) en los cuartos de final del Masters 1000 de Cincinnati. El español debió sudar hasta el final para conseguir el pase a la siguiente instancia, pero resolvió a tiempo ante un rival de jerarquía y continúa soñando con el primer título en el certamen estadounidense, donde fue finalista en 2023.
El compromiso fue muy ajustado y ambos tuvieron pasajes de gran tenis. No obstante, Carlitos, que regresó a la competencia tras una pausa después de perder la final de Wimbledon, lucía tenso y algo impaciente en el set final, especialmente después de desperdiciar un 5-3 a favor. Con esto, la sonrisa que habitualmente lo caracteriza y de la que se aferra en distintos momentos de incertidumbre había quedado de lado.
Conociendo el palo, desde el box del español aportaron un breve y cómico comentario que resultó efectivo y se convirtió en ¿la clave del partido? Es que, sobre el cierre del match, previo a que el ruso sirviera 5-6, 40-40, una sutil indicación de Samuel López, segundo coach del murciano, le devolvió la alegría a la estrella española, quien respondería con risas, encontraría serenidad y firmaría minutos después una victoria fantástica.
"Vista de lince", fue la señal. Y el español la interpretó a la perfección. De esta manera, el cinco veces campeón en la temporada (Beijing, Monte-Carlo, Roma, Roland Garros y Queen's), se impuso por 6-3, 4-6 y 7-5, accedió por 12º oportunidad a la semifinal en un torneo Masters 1000 y espera por su próximo rival.
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