ROMA -- En medio de un 2016 más que complicado para Roger Federer, el suizo tuvo un respiro este miércoles, con regreso triunfal por 6-3 y 7-5 sobre Alexander Zverev, en su debut en el Masters 1000 de Roma.
Pero el detrás de escena no fue rutinario para Roger: aún recuperándose de los problemas en la espalda que lo bajaron de Madrid, el N°2 del mundo decidió jugar recién a último momento y tras el triunfo no pudo confirmar su presencia en el próximo partido, por octavos de final.
"Tenía que ser cauteloso. Solo después de hacer el calentamiento previo decidí competir. Y la verdad esperaba perder en sets corridos. Así estaba mi cabeza antes de salir a la cancha", reconoció Federer.
"Por eso haber ganado en dos sets es una gran sorpresa. Y más me complace haber jugado todo el partido sin problemas", continuó.
"Estoy tratando de dejar atrás un par de meses que han sido brutales, por lo cual para mí este es un gran día y un paso más que importante en la dirección correcta".
En octavos, Federer tendría otro desafío interesante ante Dominic Thiem, uno de los mejores jugadores del año. Pero, lo dicho: la presencia del suizo está todavía en veremos...
"No sé cómo me sentiré para entonces. Espero estar en condiciones, pero literalmente nos tomamos esto práctica a práctica. De a pasos muy pequeños", graficó.
Roma se mantiene como uno de los Masters 1000 donde Federer nunca pudo hacerse con el título. Pero el suizo lo corre de plano como un eventual condimento extra esta semana: "Obviamente sería fantástico ganar el torneo algún día. Pero no va a ser este año... Hoy estoy muy lejos de eso".